Modernidad líquida, pp. 90 ss:
La conformación espectacular, sinóptica (más que panóptica -J. Bentham, M. Foucault-, o ya no panóptica), de la libertad y las relaciones, su figura de fluida y fugitiva estructura (si esto tiene algún sentido, aparte de hacer pensar en un inútil caleidoscopio), condena, a juicio de Bauman, cualquier tentativa de resurrección de ese concepto "romántico" de ser que descubre un "interior" profundo en cualquier "exterior" de superficie.
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No creo que ese concepto ontológico sea moderno y romántico, sino que más bien es el tradicional; como también lo es la forma de una identidad individual humana que está hecha de la misma materia (y en este caso de la compra "libre" de objetos masivos). Materia signata publicitate.
Igualmente: todos somos radicalmente libres, expuestos a la mirada masiva electrónica, aunque digamos y hagamos lo mismo, divirtiéndonos del aburrimiento de igual y reiterada manera.
Todos somos el Único. Y lo malo no es que esto sea falso, sino que no importe.
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Y voy a lo de "irritante". Estas palabras de Z. Bauman: "Numerosos estudios demuestran que los relatos personales son meros ensayos de retórica pública... " (p. 93).
¿Hay una forma más tópica, y publicitaria, y (malamente) retórica, de escribir, de querer tener la voluntad de manifestar una verdad (por lo tanto)?
Lo anónimo que "demuestra", el rumor, la opinión pública, el blablabla culto y correcto, comidilla de comadres académicas bien alimentadas---
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