28 de septiembre de 2007

Agotado, torpe...

... como hace mucho que no me recuerdo.

¿De qué sirve renunciar al ego, pedir una higiénica neutralidad narrativa, si lo único que puede valer la pena es la huella del dolor? Su sin razón: esa zona donde el hielo es fuego, olvido y presencia---

Lo que llamamos ser.

***

Tú, el inidóneo, paseas por las calles en silencio: convertido todo en estatua o en cementerio, en espejo herrumbroso de ti---

Se puede poner un pie al cuadro pintado, queriendo corregir su forma platónica e inmutable: porque la interpretación pretende rescatarlo para un asunto privado, incomunicable---

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