31 de octubre de 2010

Editoriales, Igitur

¿Cómo puedo yo resistirme a esto? No puedo:

11- Cuadernos de Voronezh, de Osip Mandelstam, prólogo de Ana Ajmátova, traducción y epílogo de Jesús García Gabaldón. P: 13,22 euros
Este libro es quizás comparable a La tierra baldía y Los cuatro Cuartetos de Eliot, los Cantos de Ezra Pound, las Elegías de Duino de Rilke y Espacio de Juan Ramón Jiménez. En el siglo que acaba, marcado trágicamente por la Revolución Rusa, la primera y la segunda guerras mundiales, los fascismos y los totalitarismos, el progreso material y la miseria moral de la cultura europea, esta gran obra póstuma de Mandelstam, escrita en una situación de extrema precariedad, nos ofrece el ejemplo moral de la dignidad de la poesía frente al terror y la barbarie. Los tres  cuadernos que la componen, escritos desde el destierro, la cordura ganada por el suicida y la culpa del verdugo asumida por la víctima inocente, son, al tiempo que un diario lírico del poeta en los tres años de destierro a que fue condenado por haber escrito un poema contra Stalin, una especie de Divina Comedia hecha a la medida de los estigmas del siglo que termina. Se incluyen al final del libro los tres poemas a Stalin con que Mandelstam intentó borrar los efectos de aquél, en los cuales se puede entrever el drama de la palabra enfrentada al poder, y la impotencia de éste cuando pretende humillarla y sólo logra hacerla más escurridiza y, en última instancia, poderosa. Los elogios del poeta-bufón son como los dardos llenos de veneno que un tábano, antes de morir, clava en el lomo de la bestia a la que sabe sobrevivirá convertido en ángel.

Investigación y ciencia

No soporto a los lunáticos vendedores de ideas, para aullar a la luna me basto yo solo.

O. D., II

Yo no sé por qué guardar las formas. Ellos somos nosotros---

No claudicar, 19 de mayo

Lo que sabe el hombre es lo que el joven adivina, y lo que el hombre maduro no olvida. Cada uno porta consigo su particular existencia. Al final todas son comunicables, mediante lo que piensan/dicen los poetas.

Un consejo

Huye de los ergotistas... aunque la verdad es que cualquiera puede serlo en aquello que le hiere. (Una vez que se ha muerto ya suele dejar el vicio. Y el tabaco.)

Eternidad de los deseantes

Granada:

Existe una razón 
para volver a la ciudad del gozo, 
a la pequeña aldea de la pensión barata 
y las comadres 
raídas en la esquina. (Javier Egea, "19 de mayo")


***


Dime que sueño,
que es de noche, que llegará
el alba con un expreso
a Roma, a Granada tal vez... (Marina Tsvetaieva, Poema del fin)

Este viento terrible...

¿Qué nos quiere decir este viento de otoño, traicionero?

***

¿Por qué he tenido que encontrarte ahora, Javier E., ahora que ya no puedo preguntarte, que hace tantos años que no se te puede preguntar nada?

Tsvetaieva

Primera lectura de su Poema del fin. To be continuated...

***

Al traducir, divertimento, del español al ruso, en Google, me doy cuenta de que me interesan las palabras que me interesan. Que lo importante no varía geográficamente.

Hipocresía (informacional)

Quien se aplica metódicamente a la difusión de incendios, con un entusiasmo propio del vendedor de elixires del Far West, y luego se dedica histéricamente a la colocación de cortafuegos, es como quien empaqueta la nicotina y luego prohíbe fumar en los bares y quiere alejar ese demonio de la proximidad de escuelas y hospitales (solamente faltan las puertas de las cárceles, para que la reinserción sea mejor). El mismo Estado, la misma necedad. Pero que no han renunciado a los dividendos. La virtud no tiene que ser improductiva. "Yo te prohíbo, mi retoño, la visión de la carne; vete al arrabal a catarla. Allí, donde el inspector de haciendas."

Tu boca

Arrecia el viento entre las hojas de los árboles de la avenida (lo veo cuando paso). Pero su movilidad en verde, que está mucho más viva que tú, no significa que hayan de ser otras voces distintas de la tuya las que han de hablar por ti. Debes olvidar las palabras ajenas, también sus sedimentos en el cuerpo y en la memoria, para hablar tú, sin imposturas, libre y solo.

Homo scriptor

¿Cuánto tiene que sufrir un ser para comprender- y luego saber decirlo? Lo comprendes, lo dices, y lo tuyo ya no es tuyo. Es de nadie y es de todos. De otros como tú que sufren sin saber por qué. De nada te lamentas: la identidad de la vida se asienta en su ser. Lo que es, es. A este cierre de razones también se le denomina Destino. Pero, cuántas piedras en el camino para señalar un mínimo, para acaso encontrar una pequeña luz que quizás a ti tampoco te pertenezca. Sea.


Si no me equivoco el poema de Aragon es de 1946; la versión de Brassens, de 1953. Lo de menos son las fechas, naturalmente. Lo pongo por el rigor.

Una perspectiva en L.

O. D.

Un viento terrible ha venido a traernos esta noche un sueño igual. Envueltas en las ondas irregulares del aire venían las almas de los muertos a decirnos los inhóspitas que son nuestras ciudades, y a quejarse de todo este absurdo que desgasta nuestro tiempo. Nos necesitan. Lamentan la situación, por ellos mismos, pues no descansan del todo si no nos ven vivir como quisieron enseñarnos. Amantes y amados.

Pues anda que estos...



Aun así... Mandelstam, Rilke, Stevens, Ashbery, Tsvetaieva, et al. Lirismo y miedo.

Exacto, más o menos (de) lo mismo:

30 de octubre de 2010

Autonomía, II

Entre una canción, un viaje y unas lágrimas vamos tejiendo frases (conatos de discursos) para mí, para ti, para nadie... Discursos que dicen nada y que todo lo desean.

Autonomía

Sé tú. Di lo que tengas que decir. No le des importancia a lo que no entiendes. No tienes tanto tiempo, y quizás lo que no entiendes no tenga la importancia que le das. Sé tú. La cabeza clara, la cabeza borradora.

Identidad y razón

¿Olvido?, ¿ha existido lo que recuerdo?, ¿lo que no recuerdo, acaso no ha existido? En cualquier caso, las imágenes que me vienen a la memoria, y las frases con que las pienso también, se me adensan de una manera intolerable... La verdad: esta lentitud de lo que no vivo no me resulta nada fácil de sobrellevar...

***

Excursión o más o menos, casi todo el día, por la Comarca de Los V. Tan cerca y tan lejos. Lo mejor, el paso por el monte R. El relieve, roca vista. No me extraña que por allí se construyera un santuario. Firme la fe, como la roca del monte.

Mandelstam

Gana en la segunda lectura... que me obligará a una tercera... y ya estaré perdido.

(¿El lenguaje ruso -el idioma- es sintético y se presta a lo intuitivo? ¿Las declinaciones tienden a eso?)

Niet

No es fácil convertirse, ni siquiera lo es la pretensión de cambio, en aquello de que siempre te has burlado. Esto te vino ayer como un fogonazo, aunque sospecho que hace tiempo vengo conociendo que no hay escapatoria. Quien habla mucho, y después escribe mucho, no puede escapar de las palabras: de jugar entre ellas y liarse al final con ellas. Olvidando el mundo, si es preciso.

Miro por la ventana del salón y parece que hace frío desde por debajo de las nubes o por su causa. Salgamos.

Una mañana

Una mañana te despiertas y contemplas el tablero. El silencio es más marcado; la luz, más suave. Anoche fue la fiesta y ellos duermen. Toda esta presencia tan distinta hiere en tu conciencia. Las piezas se disponen en la superficie cuadriculada: palabras, recuerdos, imágenes, gestos. Hay muchas combinaciones posibles, y prácticamente todas ellas amenazan al rey, al yo, a ti. Una de ellas lo destruye y no sabes cuál. Esta de más decir que yo no practico el noble juego, que, en platónica concordancia, juegan los seres inteligentes de esta ciudad.

Tercera parte

Dame Señor claridad de entendimiento y un corazón desprendido para que yo pudiera una tarde, levantado de mi nada, decir algo que se aproximara a lo siguiente:


Dijiste: "Marcharé a otra ciudad, marcharé a otro mar.
Habrá de hallarse en algún sitio una ciudad mejor.
Mas cada intento mío está condenado al error;
sepulto -como muerto- el corazón.
Y cuánto va a durar mi mente en esta confusión.
...
Cavafis, "La ciudad" (1910), Poesía completa, Visor.

Segunda parte

Los hombres beben su vino solitario en las barras de las tabernas. Esto pasa en todos los lugares del mundo. "Palabras más, palabras menos". Entretienen su vacío con palabras convenientes, medidas, susurradas a las muchachas jóvenes que atienden. Así ha pasado por largo tiempo en el mundo, y yo temo que dure siempre. palabras convenidas, miradas perdidas, entre las pocas gentes que van y vienen.

29 de octubre de 2010

... en plata nueva

Oh perfume dulzón, yo no sé por qué me invades la memoria de imágenes intolerables. Nos haces soñar con la vuelta del tiempo. Sin embargo, el tiempo no vuelve. Vas ocupando una estancia, descubriendo rostros y cuerpos reducidos a labios que musitan. Pero vas y me dices lo inesencial, la reducción falsa de los años, cuando la verdad es más nítida: la lengua que dice la verdad ahora y en cualquier momento. Pero no es el amor quien habla...

Dóxa particular, II

Son mis pensamientos, cuando los guían los temores (a no estar a la altura de, a ser menos en cuerpo y alma), un obstáculo para mis pensamientos válidos. Éstos en los que humildemente voy sintiendo el tiempo que pasa y anotándolo para ti. No pretendo nada, sino que veas que mi alma no pide.

(Qué alegría la de ser libre, la de volar los ojos y las manos...)

Coney Island Baby, de Tom Waits



Ítem más:

Totalmente, sin lugar a dudas

Supongo que las siguientes también.

Alma lenta

Bien sé yo que lo que escribo no es de ahora ni es de nunca. Es lo propio de los seres que sienten frío  y que no saben de dónde les llega. Lo propio de los seres deseantes en los que no llega a mandar el pensamiento. Pero no diría yo que es triste lo que escribo, ni querría entregarme al lamento. Porque mantengo el legítimo orgullo de querer creer que mi inteligencia busca el bien, aunque la equivoque esta ceguera.

Buclear el bucle

Cuando recaigo, recaigo. Salir corriendo...

Descartes, DM, IIIª Parte


¿Cómo va  a ser lo que sigue una regla de la moral provisional? A mí parece una manera eterna de la inteligencia...
Mi tercera máxima fue procurar siempre vencerme a mí mismo antes que a la fortuna, y alterar mis deseos antes que el orden del mundo, y generalmente acostumbrarme a creer que nada hay que esté enteramente en nuestro poder sino nuestros propios pensamientos, de suerte que después de haber obrado lo mejor que hemos podido, en lo tocante a las cosas exteriores, todo lo que falla en el éxito es para nosotros absolutamente imposible. Y esto sólo me parecía bastante para apartarme en lo porvenir de desear algo sin conseguirlo y tenerme así contento; pues como nuestra voluntad no se determina naturalmente a desear sino las cosas que nuestro entendimiento le representa en cierto modo como posibles, es claro que si todos los bienes que están fuera de nosotros los consideramos como igualmente inasequibles a nuestro poder, no sentiremos pena alguna por carecer de los que parecen debidos a nuestro nacimiento, cuando nos veamos privados de ellos sin culpa nuestra, como no la sentimos por no ser dueños de los reinos de la China o de Méjico...

Dóxa particular

Poeta tendría que ser quien viera cosas nuevas, no quien pregunta sobre las conocidas. No quien dirime sobre hábitos antiguos, sino quien contempla soles distintos.

28 de octubre de 2010

Verso perfecto

"Esta noche es irremediable" (O. Mandesltam, Tristia..., p. 42, Igitur).

Casi estoy por añadirle a la noche el objetivo unánime y ponerme a soñar con otros aires.

Los hechos son los que son. Contra una identidad (posición de piedra) no se puede. Daría igual que a esta máscara le pusieras ojos y una risa convenida.

Que no olvides por la tarde...

... los propósitos de la mañana: no pienses.

El salto amoral

O: De la anatomía de un cínico. Supongo que el cambio interior se traslada al exterior. Que el alma modifica el cuerpo y todo se acaba volviendo más gris y silencioso.

S/T

Libre tanto el espacio como la palabra. No hay ninguna filosofía que no salte del silencio a este juego apasionado en el que se mueven los argumentos y nada más...

Ficción máxima

Yo soy lo que soy, y no puedo ser otra cosa. Ni quiero.

Metonímica mente

La caverna es tan infinita como Platón:

Unos niños que han aprendido a hablar, quizás también los rudimentos de las letras y de los números, a los que se les arranca del calor familiar y se les encierra en una institución escolar... Por necesidad dialéctica el saber requiere sumir primero al aprendiz en la ignorancia y el mal... Lo bueno viene con dolor.

La salida de la caverna: el parto de la idea. Dar a luz. Razón poetizante.

Hoy

Decidí no pensar, que no se me da nada bien y me cierra caminos.

***
Anoche: páginas de Joseph Brodsky, de la introducción a Tristia... (Igitur) de O. Mandelstam.

Por la tarde: Me acuerdo de G. Perec. Si una autobiografía pudiera trazarse con átomos de recuerdos; si una autoficción pudiera escribirse con recuerdos (mínimos) inventados. Grafía y realidad; ¿grafía irrealidad?

27 de octubre de 2010

Yo era un chaval y ahora ya no



Vía, con la letra. Muchas gracias.

Más tranquilo, 1977:

... todavía

Nos dejamos llevar por la eufonía, y queremos poner máscaras vivas a las palabras. No sabemos, cuando caemos, que las máscaras no esconden una pura belleza que sería capaz de destruirnos si la miráramos de frente, sino que muy al contrario nos protegen, esas máscaras, del horror, si detrás de la frente no hay un alma hermosa sino el oscuro laborar, insomne, del gusano del odio y el rencor- y toda su pestilente producción.

... y más

Lo que yo escribo no es lo que yo he vivido, sino un sueño y nada más que me entretiene las horas perdidas. Yo entro en él y me marea, pues no puedo con sus altas ambiciones de belleza y armonía. Casi muero en ese infierno, hasta que se acalla el ruido por las noches y pienso, y a veces lo tengo claro, en qué valen en realidad estos sueños que fingimos los que llevamos vidas olvidadas, sobreviviendo de mala manera entre gentes, la mayoría, que nos desconocen, y que no saben que en nuestra alma acunamos por ciclos regulares un modesto cielo y un sordo infierno.

Dudas nada más

Yo no sé por qué es el pensamiento tan débil, y todas sus resoluciones prácticas, que lo desarman unos labios sellados, una mirada que habla y unos ojos delatores. Son nubes que se adueñan de la tarde, huecos en la voluntad firme, errores que destruyen a los seres débiles. Yo no digo más que lo que veo.

Otoñal

Es mi musa casquivana y loca. Ella no lo sabe. Cree obedecer a su independencia y no conoce que me obedece a mí, que era antes un donnadie y me ha ido convirtiendo, sinrazones de por medio, en un aprendiz de poeta.

(¿Se me comprende?, ¿se me perdonará el orgullo de sostener un SÍ entre tantas nadas?)

La distancia entre los relojes

Un pensamiento negativo se corresponde al espesor del pensar que lo segrega (la síncopa del reloj se va muriendo). Qué milagros no cabría esperar de un pensamiento que riera, que saltara, incluso que danzara, puro aire (un reloj que se acelera y que le da un vuelco al corazón)---

Vade retro

Por Dios, qué error! El de creerse los pronombres.

¿Pessoana?

El interior es un vacío repleto de ficciones.

El exterior es el mismo interior interpuesto como pantalla entre tú y yo.

Aletheia


Nunca se ponderará bastante que la verdad consiste en un desvelamiento, y éste se funda en última instancia en una conversión.

Los mineros salen hacia la luz con los ojos vendados. ¿Qué significa la caverna?---

26 de octubre de 2010

Regla de prudencia

Emprende por la mañana un viaje hacia el punto elegido. No lo puedes evitar, va con tu carácter. Ves el camino y tienes que seguirlo. Tu forma de ser. Al día siguiente, rectifica y toma la dirección contraria. Seguro que te equivocaste el día anterior y que ésta dirección nueva es la correcta, o más correcta.

Parte de una idea

(Que es parte de una ausencia de respuesta.)

Sé que tiene que haber fundamentos. Mi problema es que a mí no me es dado creer en ellos. Mi vida es tan pobre que la fe no forma parte de ella. Así que cada mañana tengo que construir mi edificio particular sobre cimientos movedizos. Sé, también, que algún día no habrá edificio, que me hundiré yo.

Si yo sé que hay

Comments:

Si yo sé que hay una representación legítima, unos límites de la representación y del decir, yo, que puedo conocer que tengo voluntad, no encuentro ningún obstáculo moral (otra representación inducida) para salirme de los límites...

Dialéctica

La proyección de identidad: un deber ser que se toma equivocadamente por lo que es, o a la inversa... Surge el error. Pero éste no importa demasiado, sino la falta de respeto, y ésta es irreversible.

Una cuestión filosófica

Cuasi platónica. Una simple cuestión.

¿Los ministros se merecen piedad (trato debido a los dioses)? ¿Se la merecen más cuando son de izquierdas?

Descanse en paz

Un día como hoy murió...

Mediodía

Charla provechosísima con M. Q. Una capacidad de observación impresionante (ha visto en un mes lo que yo no en dos años), sin menoscabo, es evidente, de la de mi/s jefe/s (a la que no aprecio en lo debido porque estoy acostumbrado y la doy por hecha) y de algún discípulo que me ha salido respondón y aventajado y hasta maestro. En algún asunto me hace M. sentir mal. Sobre todo porque en parte lleva razón, aunque pienso que sustancialmente la llevo yo y que no hay para tanto, que no debe haber para tanto. (Entre paréntesis: espero que de este último punto llegue algún día a no saber a qué me refiero; porque si me acuerdo será señal de que en ese tema lo estoy haciendo realmente mal. Lo único positivo: que yo me ofrezco a lo que me pidan, aunque sea dejado y no me preocupe por lo que obsesiona amarga a otros. Pero pienso rectificar. Y sobre todo, Dios mío, no me permitas no ser generoso, que creo  que lo soy en fondo y forma.)

25 de octubre de 2010

R.

Podrá inundarse de basura el mundo, sentirnos en miserable concordia con él, los últimos hombres o los que vienen después... que nada puede con la sorpresa o el mazazo del poeta alemán, aquellas veces que lo comprendes y lo vives, aquellas veces que revives las imágenes:


Pero si despertaran en nosotros un símbolo, ellos,
los interminablemente muertos, mira, señalarían quizás
los amentos de los avellanos vacíos, colgantes, 
o pensarían en la lluvia, que cae sobre el suelo oscuro en 
primavera.
Y nosotros, que pensamos en la dicha creciente,
sentiríamos la emoción
que casi nos consterna
cuando algo dichoso cae.
(Elegías de Duino, X)
Nota bene: hay mejores traducciones.

La virtud del pobre

Podría buscar la tibieza, el calor ordenado, los cines de los sábados y la playa los domingos. En lugar de eso he preferido abrasarme. (O fingir abrasarme, o fingir que lo he preferido.)

Se puede ir a la feria y disparar con las escopetas trucadas. Se puede disparar con bala y resultar muerto. O se puede llevar una vida fantasmática confundiendo con todo esto.

Primera/s persona/s

Quién no sabe despreciar el desprecio, ¿qué es lo que sabe?

¿En qué otra cosa ha ocupado su tiempo e inteligencia? Quizás es que no ha podido ir a la escuela del perro.

Re/capitulaciones

De Ignacio Carrión:

24/10/2010 (16:32) Mediocridad
De aquella vida mediocre solo podía esperar una escritura también mediocre.
---
24/10/2010 (17:22) Lo mejor
Si lo mejor es enemigo de lo bueno, ¿qué decir de lo peor?
---
24/10/2010 (10:18) Fácil
Es fácil imaginar la vida del día siguiente de tu propia muerte: lo que sentirán unos, lo que pensarán otros, lo que dirán algunos, lo que harán todos.

Oscura raíz de la angustia

Lo que sucede, sucede casi enteramente al margen de nuestros pensamientos (tal y como salen de la proposición neutra, a la búsqueda siempre del abrigo subjetivo en nuestras intenciones, engañándonos con un calor falso). Nuestros pensamientos no contienen más que un esquema matemático, y por lo tanto falso, de la realidad. El dibujo de los hechos de ésta es cada día nuevo, impredecible. Producto, seguramente, de un Artesano azar que juega con nosotros.

Elejías

Sic. Durante un tiempo no me parecieron tan difíciles las de Duino (Rilke). Ahora sí. Antes tenía a Heidegger y ahora no tengo casi nada. Excepto una voluntad intacta. Habría que destriparlas con mala leche, con mucha mala leche... Lo haré.

Aire

Detente, maldito desánimo, maldita desilusión. Vafan... tú y tus causas. Aire, puro, nuevo.

Ps. Los pronombres, mal empleados, los cargan mil diablos. Sea por la medicina de mi alma.

Ni lo uno

Ni lo otro: ni el lenguaje es la mejor herramienta para resolver los asuntos esenciales; ni esta época es la mejor para la enseñanza.

Claro: que no hay otra; ni para resolver ni para enseñar.

Gracias

Me salva quien me lee. Yo, realmente, sé que a veces no podría. Non fingo.

Burla fina

Quien a hierro mata, a hierro muere. Reza el Evangelio. Sea.

***

La palabra es una pistola cargada de ex futuro.

Lunes por la mañana

Tono realmente menor: el cuerpo no acompaña a la inteligencia de las cosas. Quede como testimonio.

24 de octubre de 2010

Vida libre

Voluntad o muerte---

La primera sobrepasa al cuerpo, si es para mantener la identidad (la posibilidad del mirarse al espejo, sin merma).

RMR

Estamos leyendo una de las Elegías de Rilke, perdidos entre los ángeles, igual que los hombres se pierden entre ellos- de repente, Rilke escribe de lo más material y doliente- y nos perdemos, pero de otro modo---

Una canción de Ariel Rot



Variación de la salida del edén, con una acotación irónica sobre el lugar de la filosofía en el conjunto del saber de experiencia (en un sentido hegeliano fenomenológico). Casi al inicio de la canción (un poema de Raúl González Tuñón) se encuentran los versos relativos al mito de la misoginia:

A pesar de la sala sucia y oscura
de gentes y de lámparas luminosas,
si quiere ver la vida color de rosa
eche veinte centavos en la ranura.
¡Y no ponga los ojos en esa hermosa
que frunce de promesas la boca impura!

Bestia

Ah, si se pudieran recoger tomates de los versos ajenos plantados... (¿No están los poetas todos los días mentando la tierra, su eterno malestar de ángel callado?) En ese caso podría admitirse la presencia de estos logofantes en la república. Escondidos en los valles, no muy cerca de los ríos, ni de la ciudad ni de las comodidades (los puertos les pertenecen, pero en mi república no hay puertos por los que entre y salga la conciencia de los deseos y el desorden consiguiente en los trabajos). Escondidos y entregados a un modesto laborar hortofrutícola...

Rilke, Elegía 1ª de las de Duino

...

Ciertamente es extraño no habitar ya la tierra,
no practicar ya costumbres apenas aprendidas,
a las rosas y otras cosas que llevan cada una su
especial promesa
no darles el significado de futuro humano;
lo que uno fue en manos infinitamente medrosas,
no serlo más, e incluso el propio nombre
dejarlo a un lado como un juguete roto.
Extraño, no seguir deseando los deseos. Extraño,
todo lo que se relacionaba verlo tan suelto
aletear en el espacio...
(Trad. de E. Barjau, ed. Cátedra, p. 65)

Esta es la clave, la ruptura del "mundo interpretado":  de la codificación más o menos rígida de la vida y de los signos. La ruptura de la costumbre y del lenguaje. Ah, ¿pero es que son diferentes? Yo no creo que vivan los significados al margen de los hábitos...

Ojos que no saben entender

Menos mal que tengo a los poetas para volverme objetivas las ideas... No comprendo absolutamente nada, en según qué momentos. Tengo que escrutar con los dedos los pensamientos (los míos, los ajenos; y lo que sospecho de unos y de otros), igual que un salvaje en su primer día de escuela y sociedad...

... y tres y cuatro y cinco...

Cuando fijo los ojos en un punto perdido, no estoy recordando nada. No me entrego a nostalgia de patria ni de amores. Es sólo que pienso en lo que dicen, y que lo que dicen se me escapa de entre los dedos, y no soy capaz de saber las intenciones (un pensamiento sobre el mundo, un deseo que se expresa, una llamada que convoca, vid. K. Bühler). Porque acabo interponiendo las mías en lo dicho y acabo por dudar de todo, excepto de que yo dudo- y es un pírrico ganar.

***

Vino espeso de Kajetia,
bueno para beber en la cava,
al fresco, con calma.
¡Bebedlo a pares, en pareja,
porque solo no hay que beber!
(O. Mandelstam, Tristia y otros poemas, Igitur, 2000, p. 96)

***


***

Al final encuentro mi Rilke, detrás de otros libros, lleno de polvo entre tanto desorden

Dos regalos, dos vicios

Gómez Dávila (elcafedeocata)

Pessoanas (horrach)

Uno y dos...

No cito a Pavese, que lo llevo de memoria, pero sobre todo esto la razón le pertenece, aunque nos pese...

Variaciones de ciclotímico: un entusiasmo cambiante, para que algo resulte o se produzca a pesar de la ansiedad. Uno persigue un fin (objetivo), y el fin (resultado) que se obtiene de los medios empleados no tiene nada que ver.

Wallace Stevens, del sentido claro de las cosas

EL SENTIDO CLARO DE LAS COSAS

Tras la caída de las hojas, volvemos
a un sentido claro de las cosas. Es como si
hubiéramos llegado a un fin de la imaginación,
inanimado en un savoir inerte.

Se hace difícil elegir adjetivo
para este simple frío, esta tristeza sin motivo.
Se ha convertido la gran estructura en una casa menor.
Ningún turbante pasa por los suelos disminuidos.
...

23 de octubre de 2010

Hale, ya está...

La primera de las de Duino. Yo no sé dónde tengo mi ejemplar de Cátedra. He encontrado este enlace.


Tal vez nos queda
algún árbol en la ladera, que a diario viéramos
de nuevo: nos queda la calle de ayer
y la arrastrada fidelidad de una costumbre
que se encontró a gusto en nosotros, y se quedó, sin irse.


¿Se comprende bien que no hemos de hallar salvación entre los vivientes (un árbol, si acaso), pero que ya hemos declarado que no la debemos esperar de lo alto, de la terrible belleza de los ángeles?

Pura nostalgia

(Al hilo de un post, que no tiene nada que ver con la nostalgia, y sí con la actuación de la intelligentsia escénica; yo me entiendo)



Veleidades de quien no salía a bailar, pero que lo necesitaba.

El videoclip:



Cicely at the valley. De nada.

La actuación televisiva, 1986:

Escribidor

Quien se expone (1ª acepción), se expone (2ª).

Privado y público

Entre las interpretaciones que yo hago de ciertos asuntos y el cool-culturalismo de Ashbery me quedo, sin género de dudas, con lo segundo. Resulta mucho más sencillo, y admisible para mí. Y hasta puedo conseguir alguna verdad objetiva.

Ítem más

La roca, Wallace Stevens: obra maestra de la poesía, verdad pura y dura.


Autorretrato en espejo convexo, John Ashbery: no me estoy haciendo con el libro, culturalismo surreal neoyorquino o algo así.

A ver lo que pasa cuándo empiece con O. Mandelstam (Tristia). Pretendía releer las Elegías de Duino (Rilke), pero no sé dónde he metido la edición blanca de Cátedra, la de la rosa en la portada, la rosa de Rilke.

Gamberro: ¿qué sale de la lectura de los poetas? Quizás nada más que un abuso del lenguaje.

Actually, II

Llevo unas cinco mil entradas en el blog, desde que empecé a escribir a finales de agosto de 2006, en revenge por algunos fracasos. Desde entonces he podido seguir comprobando mi maestría en este terreno tan humano del errar. Lo único positivo es que me ha hecho cínico; lo único negativo, que no del todo y encima de manera inconsecuente. Así no se llega a ser un alma superior durante el tiempo escaso y desconocido de una vida, y menos yo, menos un espíritu como el mío. Después de 5000 entradas, ¿qué figura emerge de lo escrito? ¿Qué complejidad o qué superficies? He aprendido, entre tanto, que la mayor parte de la realidad consiste en superficies, que los ojos y las frentes y los labios que sonríen o que besan son pantallas. Pero no sé, no puedo salirme de mí mismo, cuál es la forma interior que habría que colgarle a tanta tinta desparramada.

Me desperté esta mañana con desánimo y una sensación extraña en los ojos. ¿Eran lágrimas? Temí que sí y salí a correr por este campo que reputan feo. Se fueron las que asomaban por los ojos. Pero no eran lágrimas, sino seguramente el frío que cogí el otro día. Lo sé porque también me duele el costado y el ojo izquierdo. A no ser que el llorar empiece por cualquier sitio...

Actually

En efecto: se crean a veces imágenes desagradables, metáforas desafortunadas, se percibe inmediatamente que son desagradables, desafortunadas, lascivas sin que la pretensión fuera por ahí, mácabras y tampoco. Se advierte, yo también, y sin embargo se dejan ahí. Que queden como síntoma... de un tiempo.

Indeterminación

(Disyunción excluyente: velocidad y precisión.)


  • No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos.
  • Por donde te tires, te la pegas.
No se me desprecie la importancia y novedad de estas proposiciones éticas que he citado.

Conciencia

Salgamos a correr. Me acabo de dar cuenta de una cosa. Escribir, pensar en lo que has escrito, resulta a veces más útil que la reflexión, que ponerse delante de un espejo---

Un * ex post:  de lo que me acabo de dar cuenta no es de la utilidad de escribir, sino de algo que se estaba transparentando demasiado en lo escrito, y esta mañana también en lo vivido. Cierto desánimo asomando. Y una m***. Yo valgo más que todo eso.

Videncia clara

No hay un alma negra que no pueda producir una letra blanca. Si se lo propone. De hecho, es para tales momentos para los que habría que limitar el acto de la escritura. En cuanto a la materia prima: primero, la existencia tiene que ser ordenada, y no parece sencillo que la parte, cada uno de nosotros, se convierta en juez, por mucho que esto sea lo preciso, lo que no podemos seguir retrasando indefinidamente. Y en cuanto a la otra materia, la lectura, creo que hay momentos, éstos, en que lo único que vale la pena son los poetas, puesto que escriben corto, abierto y oscuro (en todos ellos anida un pájaro Heráclito) y no hay por qué entender todo lo que dicen y hasta se pone uno mismo a imaginar que está llamando a las puertas de su República (sector pequeñoburgués caído). Eso, o seguir con la ironía, o que la solución venga de eso que transcontinentalmente sabemos. Que nada.

On the rocks

Puesto que prácticamente sólo se acaba conociendo la vida anónima, aunque ya no tanto, de los bares en horas terribles, y que la situación no deja de implicar un lirismo atroz, aunque sea para inventarnos un arte del paso de las horas (sobrevivir hasta la medianoche es el objetivo de la conciencia en esos instantes negros), no me parece mal, no me lo pareció, terminar el Réquiem rilkeano y comenzar y casi acabar La roca de Wallace Stevens en sitios así, entre café y cerveza. De paso, se escribe algo. (Además y de paso: conozco que el programa inicial de la educación platónica va quedando, para mí, como un programa de mínimos. O esto, o nada: imposible seguir adelante si no es con esta voluntad de emergencia. Por lo demás, bien.)

Lagunas

Incondicionalmente: paga, olvida.

Caronte nombra, para este mundo nuestro, las crisis "vitales" y el modo de su resolución.

22 de octubre de 2010

Lo mismo, una vez más

Temo esta ironía que me hace decir cimas cuando yo estoy viviendo hondonadas húmedas y sin luz.

De esto y lo mismo

Mejor hacer comentario de texto que entregarme parsimoniosamente a la locura. Wallace Stevens, La roca.

+++

Yo sé que lo que sueño no describe lo real, sino que describe lo que temo. Si lo que temo fuera lo real, la cosa, en sí, me mostraría un cariz inquietante, a qué dudarlo. Que antes de la mañana, de la luz primera, están dados los días sucesivos, por qué no la existencia entera, y que a mí me es dado saberlo, y no poder salvarme. Justo antes de despertar.

De esto y de lo otro

(Haiku)
Un hombre maduro,
lee versos.
Corazón amargo.

***

Acaba el "Réquiem por la muerte de un niño" de Rilke (1915) con este par de versos que claman al cielo, y luego puntos suspensivos:

Aquí somos todos como una bebida fresca.
Aún no he visto a los que nos beben.
(Versión de J. Munárriz para Hiperión)

El niño al que da voz Rilke (De Man, prosopopeya) acepta su separación del mundo y su llegada al lugar donde habrá otros niños "que vendrán a jugar conmigo". Puede que haya nuevas preguntas, aprendizajes, sentidos nuevos en el hogar nuevo... Entonces, el niño/Rilke arroja la pedrada: ¿y si Dios no existe? Si no existe más que un vacío, la pérdida de los objetos, si no se muere para siempre y de una vez.

***

Razón de las estaciones

Contra la seguridad, las interpretaciones. El poder despejador del tiempo.

Reflejos

Lisboa.

Texto, futuro

(Un apunte) Hablarán, nuestras palabras, de los muertos. De la protesta que llevan contra el mundo, cuando callan. Que es casi siempre

Recurrencia, reflujo

La obsesión es un pensamiento que ametralla, con lo mismo, y que no es capaz de detenerse.

21 de octubre de 2010

El estro

Conocemos que algún día saldremos de este ruido, y de este humo y de los ojos turbios. Nos será dado decir algunas palabras de las que quizás no esté ausente la belleza. Dirán ellas del tiempo en que deseamos ciudades e hijos, del amor y las miradas versarán, de los besos perdidos y los versos ausentes, y de la prosa que se arrastra con la fría claridad de los ríos tranquilos. Nos hablarán ellas de otro río, de un río subterráneo y de una estancia fría. Tratarán del pasado, con esa perspectiva que nos regalan los puentes cuando se atraviesan y se salvan abismos. No miras atrás. La edad te ha concedido seguridad y la ha fijado en tus arrugas. Por esas palabras que vienen del futuro tememos, sin embargo, los presentes, nosotros. Tememos que otros negocios, diversas primaveras, vengan a enturbiar nuestra mirada depurada, y se nos impida entregarnos a la tarea que nos fue encomendada, sin pedirlo. La de pintar la belleza sin conocerla, temiéndola, a distancia, la del cantar los cuerpos cálidos y el dulce sabor del vino, nosotros los aislados, los anónimos de las calles que vamos rumiando entre los dientes, no los besos que no damos, sino los versos serenos que manan de una lengua amarga. Hasta nos vestimos con una sonrisa, a fin de aparentar un dominio logrado, del veneno y de la musa.

+++

Acaso seré yo, amable lector, un poeta, un aprendiz de capullo... Pero si yo solamente soy un hijo de campesinos, que se quedó huérfano a deshora y que no ha sabido gestionar su existencia. Yo no quiero dones ni torres ebúrneas. Quiero el rumor de las olas, el sol al atardecer y a mi lado a hombres como Camus. No descreo del vino ni de la cerveza y las conversaciones amables.

Baruch, II

SPINOZA
Las traslúcidas manos del judío
labran en la penumbra los cristales
y la tarde que muere es miedo y frío.
(Las tardes a las tardes son iguales.)
...
(J. L. Borges)

Quién?

En el palacio de cristal el seguidor de Spinoza se repetía a gritos, para que las paredes cumplieran con su función de dejar transparente la locura, que nada hay más lamentable en un hombre verdadero que la autocompasión. Daba un paso más, girando de lo sustante a lo viviente, diciendo sí a su dolor, pues de su fuente oscurísima, recóndita, endurecida, debía manar la sangre escrita.

¿Por qué escribí yo esto un remoto 10 de diciembre de 2008? Sin embargo... yo es un tercero, porque es alguien que pertenece al pasado. "Yo", "esto". He dejado de ser lo primero, desconozco a qué me refería con lo segundo.

Baruch

II La alegría es la transición del hombre de una menor a una mayor perfección.
III La tristeza es la transición del hombre de una mayor a una menor perfección.
(Definiciones de los afectos, Ética, III, "Del origen y naturaleza de los afectos"; ed. FCE, p. 155)

Por favor, sea Vd. elegante



Verde, azul. Escuche, querrá viajar. A cualquier parte. Su vida tendrá un sentido.

Clase, absoluta.

Oh estas tardes

No eres débil si lo dices, eres débil si no lo dices. Que eres débil. El valor consiste en levantarse de la ceniza, en erigir una estatua de tu materia tan frágil, en anudar un texto de rosas y olvidos---

Tom Waits



Ya lo creo!

***

El concierto de Atlanta, 5 de julio de 2008.

Tom Waits en portugués.

Versiones de Tom Waits.

Etc. Gracias le sean dadas a Radio 3, que nos permite a los que amamos los poemas en prosa secar nuestras lágrimas en estos días inciertos en que casi todo se siente tan extraño.

Tom Waits es uno de mis mitos de este verano-otoño baldío. Este disco grabado del concierto de Atlanta, en particular. Maravilloso escuchar sus canciones por la mañana, imponiéndose por encima del frío, de la bruma, de la escasa luz, cuando arranco el coche para ir al trabajo. Yo solo, contra el mundo. Este disco y el gol de Andrés Iniesta en Johannesburgo. ¿Recuerdan? No lo puedo evitar, se me saltan las lágrimas...

Por sus obras...

(Hablo de la vida) El maestro aprende de su discípulo. No puede ser mal maestro...

***

(Hablo de la escuela) El socratismo escolar se me hace cada vez más difícil. Yo soy más viejo o los alumnos más mecánicos (y cínicamente te dicen esto de su aprendizaje). O las dos cosas a la vez...

Despertares

Atribuyo a otro los que yo voy pensando de mí mismo. Lo curioso es que me lo dice en la carretera que va a mi casa, justo antes de que se bifurque, de él qué tire por un camino y yo por otro. Un momento antes había asistido a una conversación harto bochornosa y humillante pra mí, en la que se me decían palabras muy cínicas---

***

Visita al parque de Bomberos, con AR. Tenemos que coger un ascensor (el alcalde sale de su cubil y nos lo dice) que se para en puntos incomprensibles, intermedios, de su ascenso. La nueva directora (?) de los bomberos es una doctora en Anatomía Filosófica (¿esto qué demonios significa?; no puede ser inocente) que no tiene un solo libro en su despacho y ya da muestras de su ineficiencia, puesto que no es capaz de encontrar nada en las estanterías vacías.

***

¿Cómo dice el primer verso? Vafan...

De un pensamiento nada secreto, III

Quien no tiene una vida, arroja un aforismo. Epiménides bendito.

20 de octubre de 2010

De un pensamiento nada secreto, II

No es inconcebible, tampoco, de ninguna manera, que entre hecho de experiencia y hecho de experiencia, hilando fino, vayamos tejiendo un tapiz de desengaños. A ese cauce seco lo denominamos verdad. No es navegable... y esto no sé lo que puede significar aunque sé que tiene sentido...

Ah!

Quien coquetea con una idea acaba viendo a la mujer. Ah, si la verdad fuera mujer... (circa 1885).

De un pensamiento nada secreto

No es inconcebible que entre una locura y otra vayamos tejiendo entre todos un tapiz de sinsentido. ¿Me estoy poniendo en duda? ¿Estamos recuperando algo de salud?

¿Qué relación tiene la verdad con la enfermedad?

De una conversación...

... que empezó esta mañana y acabó esta tarde:

Hay quien confía en el interior como fuente de verdad, y luego estamos los cínicos que bramamos que el interior está tan vacío y es tan ficticio como el exterior. No es como decimos, seguramente, y lo sabemos, pero tampoco confiaría yo demasiado en la persistencia intemporal de la verdad.

Escuchado en un bar

(Maldición manouche) No conozco ninguna mejor que aquella de ojalá que se te realicen tus deseos.

Por la tarde

Girando las proposiciones no se disuelven los hechos.

***

Una torpeza, después de una habilidad relativa, ¿hasta qué punto se puede recuperar (aufhebung)?

Rilke

Tengo muertos, y los dejé marchar
y me extrañé de verlos tan tranquilos,
instalados tan pronto en su estar muertos, tan correctos,
tan diferentes a su fama. Sólo tú, tú vuelves
atrás, me rozas, me rodeas, quieres
chocar con algo para hacerlo sonar
y que te delate...
(Rilke, "Réquiem por una amiga", en Réquiem, Hiperión)

Miércoles por la mañana

Rilke: inicio de Requiem.

***

Una idea recurrente no se convierte en una idea más clara. La única condición de claridad reside en una voluntad borradora.

19 de octubre de 2010

Trabajo Vs. existencia

Eso.

E. D.

No te proximes tanto al hogar de una rosa-
Un estrago de brisa-
O las inundaciones de un rocío
ponen sus muros en alerta-

Ni intentes sujetar la mariposa,
ni las rejas del éxtasis trepar:
permanecer en lo inseguro
es la segura esencia del placer.
(Emily Dickinson, en Poemas a la noche, Bartleby Eds.; sel., trad. y prólogo de Rubén Martín)

Pour Pav.

(Las cosas casi nunca son como parecen) Muy posiblemente, los peores temores se acaban realizando. Lo que parece acaba siendo todo lo que es el caso, el mundo, el lenguaje (vid. Witt., Tractatus). De ninguna otra manera podría llegar a cerrarse mejor una gloriosa (permitid que ría) cadena de errores. Lo que temes, lo que piensas: un mapa perfecto o casi de lo que será. No te preguntes por qué los inviernos vienen tan fríos a esta ciudad. ¿Quién habría de responderte? A esta hora nadie transita por la ciudad. Nadie que esté vivo, quiero decir; nadie que no tenga hielo en la sangre y una inercia en sus pies que le hace no parar. Aquí no hay canales, sin embargo las calles trazan el mismo laberinto y hay un frío idéntico que te congela por dentro. Eres un paseante de invierno, que no encuentra a nadie por las calles, a nadie que esté vivo y que no tenga hielo en la sangre, y unas piernas inertes. En lo que parece se agota lo real. Inútil lamentarte, tú que sabes, para eso ya has leído algunos libros y no te son ajenos los engranajes de la vida, que en las fachadas y no más atrás se detienen los edificios, que vivimos solos en el mundo, aunque la mayoría finja desconocerlo, envuelta en un cálido sueño de impresiones. Tus pensamientos odiados, las imágenes que temes (una tragedia ridícula, nada más). Lo que parece ser, lo que es. Uno y lo mismo, para siempre, igualando estos inviernos.

Pinchos

Leí anoche un poema asombroso de Emiliy Dickinson que empieza así: "No te aproximes tanto al Hogar de una Rosa" (Go not too near a House of Rose), y que sigue como sigue. (Vid. sus Poemas a la muerte, Bartleby eds., 2010, p. 166). El paciente lector habrá de preguntarse quién peligra, si el viajero o la inquilina. La solución, dentro de un rato.

La guerra

(De la fuerza inmóvil)

Es el erizo pinchoso y lento, pariente consanguíneo de la tortuga que da vueltas.

Inteligencia y método

Piensa las hipótesis rápido, extrae las conclusiones mucho después. Y solamente las relevantes.

18 de octubre de 2010

Intuición, III

En cuanto a los seres a los que no les da la luz, es evidente que no se sabría retribuir sus acciones en la manera conveniente, en la forma socialmente admitida. Que cada vez que se intentara contestar a un mal con otro mal, algo chirriaría dentro y preferiría uno comerse la vergüenza y las lágrimas y pasar por lo que sea. Todo, menos perder las formas, y la peor manera de perderlas sería delante de uno mismo, antes de acostarse, sabiendo la conciencia que ha sido injusta. Porque nunca se debe devolver mal por mal, según el cálculo. Esto no lo dicen las creencias, que ya perdí, y ni siquiera me acuerdo de los dos primeros libros de República. Esto lo sé por algo anterior, y es que nunca podría ponerme delante del espejo, ni delante de los que ya callaron, sabiendo que he actuado con el odio por delante.

Intuición, II

En cualquier lugar del mundo hay seres pequeños que tienen hambre y frío, y que no necesariamente van a ser fusilados, y no se entregan con una mirada perdida, como el sacerdote joven de mil noveciento treinta y tantos en España (Guerra Civil) ni piensan que lo que les viene es el dolor y no la muerte (vid. J. Brodsky, Marca de agua, sobre tres ejecutados en Lituania durante la II GM). En cualquier lugar hay gentes que pueblan los bares a deshoras, que hablan entre sí de sus nadas, y hay otros seres que los observan con paciencia y callan. Los camareros trabajan con su lentitud meticulosa, hablan lo adecuado con los clientes y callan con los clientes silenciosos. Gentes humildes, no necesariamente pobres y tampoco ignorantes, que esperan el invierno con el temor que les trae el ser conocedores de su hábito de cigarra (quien canta sabe que lo habrá de lamentar después), y no saber evitarlo, y no querer evitarlo.

Estos hombres y mujeres míos, el jubilado, el artesano modesto, el grupo de aquellos a los que la vida ha hecho solitarios, la muchacha que ha terminado su jornada y se toma su copa y a partir de noviembre se va a quedar en el pueblo donde trabaja (porque nieva y la carretera se hace peligrosa para volver), no tendrían nadie que les contara sus horas perdidas y sus horas ganadas si no existiera un observador también humilde que se aplica también a su tarea. En las ciudades, en las aldeas perdidas, en los pueblos medianos de este valle de paisaje ralo (esto pensaba yo hoy mirando por la ventana, en lo escasa que es la tierra aquí), en cualquier sitio que te imagines hay seres que ocupan sus horas en los bares distrayendo su vacío y así ganan el sueño.

Intuición

Oh pequeña llama de luz que te abres paso entre esta lentitud que me aplasta. Hay tardes, como ésta, en que no alcanzo nada (yo, que nada busco) y vienes tú y me encadenas dos ideas y haces como que me salvas de mi naufragio. ¿Cómo podré pagarte las horas añadidas? Oh facultad de las palabras...

Hegeliana brasilera (claro que sí)

El momento fundamental de la dialéctica no es cuando el amo se deshace del esclavo, sino cuando el esclavo se deshace del amo. El amo siempre necesita de un esclavo, igual que la madrastra de un espejo; el esclavo llega un momento en que no necesita de ningún amo (el instante en que la princesa se despierta de su sueño venenoso). (El desencadenante dialéctico o ayudante narratológico, el catalizador de la crisis y su resolución, lo mismo lo podemos nombrar "trabajo" que otra cosa.)

Inteligencia

Side 1. Teórica.
Side 2. Práctica, ejecutiva.

Nota bene: Pocas cosas más personales que enfocarse uno mismo como si se tratara de un LP. ¿No se nota el salto -de una cara a la otra?

Nueve

A quien Dios se la dé, que San P. se la bendiga...

Aunque lo desagradable no pueda esconder su condición de desagradable, sin saber muy bien por qué ocurren las cosas como ocurren.

Sé que al final se olvidan estas cosas, que no se llega a recordar por qué se comenta lo que se comenta, y que sólo queda la forma de los conflictos y los desencuentros, lo absurdo del existir cotidiano, los equívocos estúpidos, pero la verdad es que de los humanos no hay que esperar demasiado. Y de algunos menos...

Ocho y medio

Ocho

Páginas de Joseph Brodsky, nuestro hombre en Venecia: Marca de agua.


***

Hay una forma fácil y barata de enloquecer: emprendiendo según qué investigaciones ridículas.

17 de octubre de 2010

... y van siete

Soy un hombre, nada más. ¿Por qué voy a esconder que tengo miedo?

... y hasta seis

No se puede mantener una amistad con territorios en reserva, ni una libertad enseñándote las cárceles, ni un sí diciendo que no.

... o cinco

Supongo que para poder obtener algún sentido habrá que renunciar a conseguir alcanzar otros muchos. Que para decir algo con significado habrá que renunciar a comprender prácticamente todo. Puesto que los significados se fijan demasiado por medio de reglas lábiles (en realidad, ellas son los significados; la red de uno en todo), las cuales dependen a su vez de unas intenciones que se nos escapan... Y si se pierde el comienzo se pierde todo lo que viene después...

***

No soporto el Kulturswelt: ni el culto ni el pop. Del cine solamente me gusta hablar en pasado. Como quien está viendo caer el sol.

... y cuatro

A las tantas del día mandas la idea obsesiva y estúpida, pero que estúpida de verdad, a tomar por ahí. Será el catarro...

Uno, dos y tres

Wittgenstein es totalmente necesario, su vida como su obra---

Se necesita realmente poco; se necesita lo necesario. Lo que no se tiene, casualmente---

A veces, a la altura de un mediodía de domingo, sobreviene una derrota---

Dos consejos



Pictures et. al.: El ambigú, hace una eternidad.

De nada.

Post it

Pessoa, tarea de la tarde.

A propos:

LA COLMENA
Colmena de la tarde, diálogo en el vergel:
la palabra es abeja, pero el silencio es miel.
(Jaime Torres Bodet)

Los huevos de la gallina Spinoza pasados por el agua de W.

La pasión predominante tiñe no solamente el juicio valorativo sobre el mundo en bloque (überhaupt), produciendo la consiguiente alegría y actividad o sus contrarios, sino que colorea hasta los objetos mismos del mundo, a través de las palabras que los designan. Éstas son los nudos de la telaraña: cada una significa en todas, a través de todas.

Con la proposición el asunto se vuelve aún más complejo: una sola de ellas envuelve o encierra un micromundo, un aviso del caos.

Muy siglo XX

Milenios arriba o abajo, la razón instrumental codificará los principios de esta praxis quirúrgica que afecta a las formas vitales.

A nadie tendría que sorprenderle que entonces se retirara el sol y que un frío negro oprimiera el ánimo de los hombres: el principio del rendimiento, la necesidad de producir, siempre producir, desterrando el tiempo y la memoria, no guarda consideración con los corazones. Quien consume tiempo disponible, el escaso que hay, no se puede permitir el detenerse a reflexionar. Su existir es como un cigarrillo que se agota... y le va quemando los labios, a la vez que se le escapa de las manos (vid. Smoke)---

Más imágenes


Área de servicio en la A-2, bajando de L.

Muy siglo XIX

En la lucha por la existencia, de razas y pueblos, no se conoce respeto por las formas heredadas, vigentes. Cada nuevo tipo, ser, tiempo, lejos de tomar como modelo lo que se encuentra presente, ha decidido no tenerle ninguna consideración, despreciarlo. Deciden abrir un tiempo nuevo, y no les importa la destrucción.

Imágenes

Pero ahora no recuerdo dónde...

Supongo que el área de servicio de Almodovar, bajando de L.

16 de octubre de 2010

Lo que parece, lo que es


Un árbol muerto al borde del camino que lleva a...

Feuerbachiana brasilera

1. En la cueva dibujamos un bisonte, una figura estilizada. Acabamos dibujando unas manos. Las manos que dibujan el bisonte y una figura estilizada, las manos que dibujan las manos. Fabricamos un espejo y fabricamos la reflexión. Algún milenio después aparece la casta de los filósofos.

2. Dejamos de creer en los dioses y dejamos de creer en el dios, en las proyecciones de nuestros sueños heteróclitos y en la proyección singular de una mente y voluntad infinitas. Ahora creemos en la extensión de nuestras manos, en la tecnología como nuevo dios. Adoramos lo más vulgar. ¿Cómo hemos caído tan bajo? ¿O es que solamente lo fingimos?

Malestar

¿A raiz del cansancio acumulado? ¿A raíz de la vida? ¿Un virus? ¿Otra cosa? Un café...

***

¿Qué sería de los robinsones en las islas desconectadas? Pero yo opino que no hay robinsones sino islas, sujetos que proyectan su falta en el espacio imaginario, en una ausencia y un empezar ex novo. La ciudad ha entrado en crisis y Mme. Utopía llama a la puerta.

El viaje turístico, un oxímoron prácticamente, sirve para tratar de forma paliativa, domesticada, el gran anhelo que desata los lazos. En toda persona tienen que haber un gran anhelo si no se ha vuelto imbécil del todo. Si no pasa hambre o está esclavizada, también. Que no se nos olvide que nuestra angustia existencial proviene de un estómago relativamente satisfecho. Y lo que no es angustia existencial es prueba de la mala hechura del mundo (hacedor o evolución), y asoma la idea de que para buena parte de la humanidad más valdría no haber nacido.

Los premios literarios y el clembuterol posible

E. M. se presenta, por fin, al Premio P., con el fin de saldar una vieja deuda con el histórico editor.  Esto lo manifiesta públicamente. Gana el Premio. E. M. se presentó con pseudónimo, y la obra con otro título (no sea que con el título original dijera el nombre de su autor, la muy chivata). Naturalmente. Transparente. Todo el mundo conoce que los sobres son inviolables y los teléfonos y los acuerdos no existen. Un país no puede vivir eternamente en la mentira, creo yo.

Del valor indiciario de las primeras frases de un libro

"Hace muchas lunas, el dólar estaba a 870 liras y yo tenía treinta y dos años." (Joseph Brodsky, Marca de agua, Siruela, 2005, p. 11, frase inicial).

Nos hemos salido del calendario occidental, hacia un tiempo indefinido (el de los mitos, el de la infancia, el del pays des possibles) en el que todavía se era joven. Esto vale para el poeta y vale también para nosotros. Brodsky tenía 32 años en 1972, cuando llega a Venecia, y en 1992, como reza el copyright del libro, han pasado veinte años y no le quedan ni cinco de vida. Brodsky está enterrado en esa ciudad.

¿Habrá que aclarar que alguien que cuenta el tiempo según las lunas transcurridas llega de noche a la ciudad del agua y de la piedra? Que faltaba poco para uno de los más terribles ciclos de depresión económica y que quien escribe tienen que sentirse muy enfermo para empezar el libro como lo empieza, ¿habrá que aclararlo? Quizás nunca se sintió demasiado sano, él, el poeta, el parásito, este prosista maravilloso y necesario que fue Premio Nobel en 1987.

¿Por qué necesitamos tantas fechas para medir el tamaño de nuestra fe derrotada? -esto me lo pregunto yo.

Nos (d)escriben

Intendencia existencial.

... si oviera

Qué buen consejero sería yo para mí mismo, si tuviera la voluntad y la fuerza para obedecerme. Me admitirían en la secta spinozista.

Érase una vez

Cuando veía cine yo creo que era un hombre mejor. No un hombre bueno cabalmente, lo que quizás resulte imposible para mí. Sí, de cualquier modo, un hombre mejor que lo que soy en este momento. Un hombre, por lo menos. Coleccioné, grabando de la tv a vhs más que comprando, un montón de películas. Una de las que compré fue Ikiru (Vivir) de Akira Kurosawa. Al personaje protagonista le comunican que está muy enfermo, que le queda muy poco de vida, y entonces se pone a lo que enuncia el título de la película: vivir. Aquello que no ha hecho. Por las calles y lugares de una ciudad nocturna, realzada por el blanco y negro del film, vamos acompañando el crepuscular renacer al mundo de un condenado. Conoce el mundo, la fiesta, el amor y el duelo. (También conoce, sí, anticipadamente, el duelo.) En esos meses el mundo existe para sí, para él mismo, por la única razón de que ha decidido participar en él. Para nada, para que quede en su conciencia, igual que queda en la conciencia del moribundo el libro que le lee su amiga. Esto mismo, participar en el mundo, le hace mucho mejor de lo que era. Como debía hacerme mejor a mí ver esta historia de humanidad, viviendo vicariamente la vida de otros, en vez de dejarme llevar, como ahora, por los modos de calamar resentido que ensucia cuanto escribe. Me imagino que hay algo más, y que el descensus ad inferos del enfermo tenemos que interpretarlo como la veladura de armas de la razón poética, el paso por el fuego y las posteriores cenizas del hombre existente, para volver después depurado en palabra, en decir y verdad. Bien, es algo que puede ocurrir o no: te toca bajar, caerte y humillarte, volver a lo mismo, al mismo error, en una espiral en la que vas perdiendo la luz y las referencias, el común. Hasta el lenguaje se vuelve opaco, duro, pesado, lento. Se vuelve todo aquello que no es la inteligencia consistente en alegría y en luz. Algo que puede ocurrir o no: porque puede que no vuelvas a subir, que nada se sabe; y puede que quien lo sepa haya registrado en su memoria tanto horror que no encuentre las palabras o no quiera decir lo que ha visto o sentido en su caída, sometido a la fuerza de una pasión que le hace declinar y rendirse. Ahora bien, el que retorna no dispone más que de un tiempo limitado si quiere contar algo, y no tiene medios de saber, lo que es peor todavía, la cantidad de tiempo de que dispone. Llamado a decir su razones, a escribirlas, debe estar dispuesto a existir en compañía de una soledad que no puede permitirse el mostrarse rencorosa con la existencia. Debe mostrar el sol, la luz del campo y la luz de los niños, la alegría recuperada y todo aquello que se eterniza en los hombres por las dos únicas fuerzas conocidas y vigentes: amor y esperanza.

Ps. Sé que mi memoria es traicionera fingidora y que la película no es exactamente así.

Ítem más, en otro tiempo.

O lo uno o lo otro, o las dos cosas

Quien dice que no pide, que se conforma con lo que le dan, es que él, realmente no está dispuesto a dar. O miente o no lo entiendo.

***

Yo no creo que haya nada especialmente notable en las pasiones. Hay una geometría, un juego de fuerzas, una dinámica o algo así. Pura ciencia, aunque anclada en nada.

15 de octubre de 2010

Ser poeta...

Por Dios, qué prestigio para el pobre. Qué ironía arrancada de su tristeza, cuánto bien nacido de sus carencias. Qué sarcasmo. Entre rico y pobre, el poeta debe ser un pariente cercanísimo del amor.

LOADO SEAS tú el amargo y solitario
el perdido ya desde el principio
El poeta que trabaja el cuchillo
en su indeleble tercera mano:
QUE él es la Muerte y él la Vida
Él lo imprevisible y él las Leyes
...

(Elytis, Dignum est)

Este hombre, viajero, sin recursos, residente perpetuo en pensiones mezquinas, acepta para sí lo que nadie quiere. Su propiedad más preciada es su muerte: porque así traza mejor los límites de la vida, acota lo suyo y de nadie. Se planta un espejo delante, y se mira completamente desnudo, sin pantallas interpuestas entre él y el espejo, la verdad.

Yo no sé quién pudiera atreverse a tanto. Se puede, sí, soñar, que eres hermano de este hombre (o por lo menos familiar), cuando emprendes una viaje insensato y espontáneo en coche... Pero ya se me va la idea de lo que quiero dar a entender (¿a quién?, ¿por qué?) y me viene la otra (idea) de la novia mecánica. Un coche, una red de carreteras, un paisaje vertiginoso, las paradas. Se me van las ideas, tendré que ir madurando sus incipits...

La verdad es que nunca entendí a los poetas ni sus versos, pero la verdad es también que no he encontrado mejores prosistas que entre los poetas. Cuánta claridad en Brodsky, cuánto dolor que comprendo que es también el mío, cuánto resentir controlado y con cuentagotas para no envenenarse... Cuánta intuición que me alcanza, a eso llego, en Rilke traducido. Cuánta existencia en prosa en los versos de Pessoa... Para qué hablar de Pavese...

Certeza de la tarde

Yo sé que no tengo cerebro para producir pensamientos, que salen ya secos y enmarañados. Qué duro, parir ideas muertas. Tengo una mano que se deja llevar y escribe palabras, que son anteriores a mis pensamientos y que si algo han de valer es porque la pasión no ha llegado a retirarse de ellas. Un rescoldo, una llamita que se apaga, un infinitésimo no leibniziano. Da igual. Me calientan a mí, y a mis semblables, cuando me pongo delante del espejo. Ellas son el espejo.

Dicho

Por mucho que encriptes se adivina la cerradura, y que la habitación (deshabitada, fría) eres tú. Si vas a calentarte con metáforas, lo llevas claro...

Sean desterrados los poetas de todas las repúblicas

Surge el poema, el verso claro, la proposición sincera, un decir transparente, del fango, de la destrucción de una conciencia, del incendio de los cuerpos, de unos ojos que miran y no encuentran... de las cenizas arrancan las palabras, que vienen en lágrimas y luego se serenan. Sean desterrados, por toda esta ceguera, que empieza en tragedia y acaba en papel, los poetas de las repúblicas. Que sean olvidados los de las repúblicas antiguas, que no lleguen a nacer en las nuevas.

Bien

Sobrevivimos. Algo es algo.

Alírico


El estilo traza sus marcas en la superficie del agua. No le gusta que sea de esta forma: que se borren las huellas. No le gusta, en general, que una capa de polvo vaya por ahí convocando olvidos. Las incisiones que practica, quisiera suponer que duraderas, él no está nada seguro de que no se hagan en su propia piel. Sus errores, sus omisiones, lo perdido---