30 de abril de 2008

Seguramente una trivialidad...

... , seguro que una verdad:

La posición del único, muy por cima de la masa, esta extraordinaria visión de la libertad individual, habrá de cobrar un rostro mucho más sombrío: si se traslada a la vulgaridad consistente en dirigir esa misma masa. En ese instante el Único se transforma en un egoísta cualquiera, en Nadie---

Pocas cosas creo que haya más groseras que el publicarse a uno mismo como diferente: el no querer nombrar leyes sino el decir los privilegios de uno... para que sean leyes de todos los demás...

...

Todo esto porque al hilo de lecturas sin esperanza -Cioran, Sobejano sobre Nietzsche/Baroja- se va viendo cómo el anarquista se convierte en Dux/Duce, como sin querer y de su natural: así que lo que era griterío y provocación en años pasados, ahora, para mí, para nosotros, tórnase en chulería de la peor especie cuando el historiador lo congrega para nuestra memoria y curiosidad...

Predicaciones, or pessoana brasileira

Uno se ríe del accidente, y no debería---

Realmente, no se es tan necio como para burlarse de lo que establece la diferencia entre el ser y el no-ser: por esta razón predicar la existencia no depende la esencia de la cosa, sino de ? ¿De qué? No hay respuesta...

(Esto es, que ni uno ni nadie se ríe del accidente: todo lo más, lo ignora o se asusta, o se asombra y hace de mirón. En la cara lo único que habrá será risa congelada. Pavor.)

...

Así que, si anoche hubiera explotado la bombona de gas en aquel bar -dada mi inclinación sentimental, que no excesivamente alcohólica, por estos sitios, podría considerarse accidente doméstico-, lo que uno diga o lo que uno escriba se tengan (se tendría: funesto condicional) que cortar definitivamente; luego, si la existencia de la vida humana se vincula con esos otros -mínimos y benéficos- accidentes constituidos por la escritura y la lectura (el mundo del texto), entonces, me digo y os escribo, se entiende el porqué de la insuficiencia de la proporción (sic: ratio, razón, proposición, tesis) filosófica para dar la medida de la eternidad humana; pues ésta, vocada a la aprehensión total de las realidades y sus instantes íntegros, como una disposición inmortal de la especie, tendrá que necesitar una ampliación del sentido de las palabras, como un lujo que las desliga de sus contextos inmediatos de utilidad y las va dotando de una mayor ductilidad, y a nosotros de una riqueza más grande.

Pero, ya digo, todo esto porque el pensamiento racional abstrae -innecesariamente- del tejido contingente de la vida: del azar y de los miedos y las angustias. Decirlo es inconvenientemente complicado. Entenderlo, universal.

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Otro orden, ¿el mismo?

Pequeños bloqueos mentales, que sumándose hacen perder el tiempo en asuntos que no deberían preocupar más de un segundo---

No sé: no sé si obligarme a esta tortura de pensar lo impensable (porque no merece el cuidado) me favorece en algún respecto o no. En el límite: ¿podríamos seguir considerando, todavía, que la enfermedad mental es fructífera en algún sentido? ¿Estimar la enfermedad por sí misma en tanto síntoma, incluso como la otra faz, impropia y vergonzosa, de la razón?

Una ocurrencia

Salir de la condición de ágrafo hace desgraciados: en cuanto se inventa le letra---

Se puede, para remediar el infortunio, practicar la lectura. Con lo que se agrava el mal. La única salvación que se nos ocurre, entonces, pero luego va a ser peor, consiste en escribir por nuestra cuenta---

Crudelitas vitae futbolisticae

No pudo ser---

Ahora bien: el Manchester no puede ganar la Copa de Europa, sino el humilde equipo de Londres, de vistoso juego---

29 de abril de 2008

El escritor de diarios...

... , tan a/pegado al tiempo siente miedo: el tiempo y el río no le pertenecen a uno, son el discurrir de otro: no de un sentido oculto -verdad para ser desvelada-, sino la diferencia o corte interior, la distancia abismal entre yo y yo, entre razón y experiencia. También un kantiano escribe diarios, en la clave ortodoxa: el dios de K. con nosotros---

Escritura de diario/s: entre lo que pienso para escribir -a veces soñado o semisoñado- y lo que realmente escribo media la suficiente distancia (desafortunadamente el pensamiento siempre llega un poco antes que la expresión) que el resultado nunca deja conforme. A quién? A mí, claro, al lector!

Torre de Babel

Quien escribe un diario (toda la humanidad, potencialmente) no quiere la fama, sino algo más grande e imposible: la inmortalidad---

Puesto que esto tiene que representar una tentación diabólica, además de su carácter evidente de quijotismo trágico (ya que la inmortalidad no existe), se oculta lo más que se puede: por lo menos en relación con el contenido del diario. Otra cosa será que, formalmente, uno tenga la cara de llevar un diario y que se disparen los rumores...

Ya que todos los seres apetecen el secreto de sus acciones.

Mandelstam y tantos

Hállase una disposición muy particular en los que mandan a querer imponer por la vía rápida el carácter social y pactado de la lengua.

Esta forma de violencia verbal quebranta la raíz poética del decir: salen las redes metafóricas, los tejidos de palabras, de las realidades presentes, llevándolas con ellas en su vuelo (sostiene MZ).

Habrá que sacar las consecuencias éticas de este asunto: por reconocimiento a quien nunca ha ejercido injusticia sobre su sagrada vocación, y hasta ha muerto a causa de ella, deberíamos estar dispuestos a que nos pequen un tiro antes de usar las palabras sucias de los que quieren acelerar la cristalización común del lenguaje.

Porque ningún dios del día ha de sobreponerse por cima de los mandatos de la conciencia individual---

28 de abril de 2008

Se me olvida!

Ayer en Granada: una monja mayor, de pequeña estatura y de gris, diciéndole algo a una pareja de punkies (él delgadísimo), y un perro detrás de todos ellos, como alelado, sin saber a qué carta quedarse (sin saber a quién mirar). Yo en el coche, parado en el semáforo mientras ellos cruzaban, sin cámara.

Escribir un diario debe equivaler a recordarse constantemente que falta la cámara (= que no se vive).

Tabúes...

... , o de lo necesarios que son:

Mentando la bicha he conseguido desazonarme: yo, el que no vota (habitualmente), el que cree -pobre de mí- que la política del patriotismo constitucional se acabó el 11M, y quien se abstiene de estas cuestiones porque me han producido algún disgusto personal inesperado: los políticos o aficionados a ella son bastante creyentes; yo no, yo soy amigo de la verdad... y de su prima alegre, la ironía.

Pero la bicha también me la han mencionado algunas entradas de plena inepcia moral de un diario (no periódico, sino obra -Diario, con mayúscula- de un autor español) que, por otra parte, me parece admirable, y más si alguna vez se publicara entero.

La antorcha

(Que sea un cínico no quiere decir que no ame la verdad: ocurre, antes bien, que soy un cínico a causa de amarla demasiado.)

"EL PP convierte la liberación de los atuneros en batalla política" (titular en la portada de El país de hoy)

Ocurrió, en aquel tiempo, que el diablo, no del todo convencido de que las Facultades de Derecho se bastasen ellas solas para ayudar a los políticos -egresados de esas tremebundas estancias- a entronizar el mal en el mundo, se decidió a crear también las Facultades de Periodismo. Si las primeras hacen de lo recto lo torcido y a la inversa, las segundas han dado nueva vida a la denostada retórica y han cambiado la verdad en opinión pública (alquimia al revés).

(No hay palabras humanas para admirarse del ingenio del espíritu de la negación! Aunque esto no sea para elogio, sino por maravillarse, de nuevo, de cómo la inteligencia puede escindirse de la bondad.)

Así que se bastan estas dos escuelas superiores para alimentar a las derechas y las izquierdas: si las primeras, despectivas de la experiencia que debe ser la fuente de los juicios en estos casos, tienden a embrollarse con el bien y el mal, en la escena siniestra, que conoce (aunque no lo diga la palabra que la denomina) lo que está bien, y que por eso rebosa de voluntad purísima, han habido tradicionales dificultades con la verdad, como una inclinación congenial a confundirla con lo contrario.

Se dará cuenta el lector de que el titular pertenece a la prensa socialdemócrata, y que no pudiéndose dudar de su bondad (que es la perla de la moralidad) será la verdad la mancillada. En efecto, rascando la frase, pues pica, adviértese que dice que el partido conservador español es partidario de la esclavitud, pues que emplea la libertad para sus fines; esto es, que la compra y la vende por intereses espurios. Muy mal, dirá el hipercrítico lector de El país, afeando en su conciencia magna -y promulgándolo en las plazas- la impudicia conservadora.

Pero nos damos cuenta de que falla la verdad (a la izquierda) porque ha incurrido en el lapsus de la derecha (la moral). Olvidando la distinción entre lo que es deber y lo que es piedad no se puede querer vender impunemente mercancía averiada: si fuera cierto el pago del rescate, la alegría ultrahumana por la vida y liberación (valga el uso más general del término) no habrá de interferir en el conocimiento del negocio que se ha efectuado con el mal, invitando a proseguir otros intentos extorsionadores que se puedan planear.

Escéptico (cínico educado) nada viene últimamente a producirme personalmente más asco que la racionalización del incumplimiento de las normas sabidas: quien secuestra está cometiendo un crimen capital, y no debe tener perdón de Dios ni humano; quien transige y paga está incumpliendo, humanamente, con la regla categórica de no mezclar lo correcto con lo incorrecto. Las lecturas políticas, la salida al mercado de las cuestiones éticas, sobra.

Por lo tanto: esto no es un comentario de la noticia, sino de las connotaciones de un titular.

PS. No "por lo tanto", sino "que quede claro". Un comentario libre, porque la política no me interesa. Ahora bien, razonar demasiado es excusarse, racionalizar. Bah!

27 de abril de 2008

Tinieblas, or nietzscheana brasileira

Vi un pájaro negro muerto, tumbado sobre la acera y con las alas abiertas. No sé si era mi alma. Aquí está el dilema: puede querer decir que mi alma negra, mi vida falsa, han desaparecido para encontrar algo mejor (conversión al reino de los cielos); pero igualmente puede querer decirme la visión (accidental) que yo soy así y que no tengo remedio, que la salvación es la muerte---

Depende de si se cree o no se cree---

¿Quién cuenta estas cosas? ¿Por qué mentar el dolor del mundo?

Yo solamente soy aquél que rehuye las interpretaciones y que se va fijando en los rescoldos y en la hez, en las cosas que dejaron de serlo y que, en sus restos, portan todavía algún tipo de mensaje---

Pero ¿quién habla y para qué?

Religión Vs. Ilustración

1. Vattimo et caetera---

2. El fanatismo coloca a la humanidad en disyunción, en guerra civil permanente: el fanático no reconoce al liberal como un miembro más/otro de la especie humana. Pero ¿acaso piensa el liberal de otro modo?

3. Sin conexión entre 1 y 2 Aunque puede que sí: si la pérdida de cimientos firmes no se torna en potencia reflexiva incrementada, sino en capricho y disolución de la razón, que se pone en la vanguardia de los ataques a la razón, laicos o religiosos, integristas o totalitarios---

4. Por lo cual (1, 2 , 3) se hará bien en no tener ninguna esperanza en la humanidad: esa especie incompleta. Para fijar el humanismo en esa incompletud.

Cicely in my memory

26.4.08

Maná: Unplugged MTV. No quería escuchar, porque lo hermoso ha de producir desazón---

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A través de mi ventana abierta el verano cobra conciencia: de mí en otros tiempos---

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Venía a la vez el calor y las obligaciones: un futuro imprevisto o inexistente, que me parecía que había de ser fruto de los actos de otros, no míos---

No la repetición del tiempo, a que nadie tiene derecho, sino la repetición de la vivencia del tiempo (fáustica) representa para mí la definición de felicidad---

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El Barça es un desastre: que Déu nos pille confesados, o adéu---

¿Que es un gol? Recuerdo que entonces...

Lo mejor que podría pasarle al Barça sería el pitido final. Estos minutos de la basura son un auténtico tormento. (Min. 88)

26 de abril de 2008

Incredulidad

(La cita pertenece a la p. 857 de Diarios de I. Carrión, Edaf, 2007; es una entrada del mes de junio de 1998. Nota: la primera palabra que no se ve bien es "moderna"; la segunda, "pasodoble". Y tampoco se ve bien el "Claro" del comienzo.)

No irán mucho más allá de una decena las cabezas notables (según la fama) que el siglo pasado rigieron su conciencia (sin desbarrar) con la norma prudencial kantiana---

En fin: no queramos ser ni martillo de yerros. Ni solamente eso---

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Cuando alguien se ponga en cuestión a sí mismo por la frivolidad de llevar un diario, hará bien en despreciar este pensamiento que le cuestiona, y continuar escribiendo: mirando esas letras que han manado de él, tan listas, bellas e independientes---

(Nadie puede ser enteramente estúpido a máquina. Espero!)

Liberalismo

La libertad no me parece que sea muy amada: la libertad como independencia de pensamiento y palabra---

No ese disparate de la "libertad positiva": contenedor de todas las ruindades que se ríen de la dignidad---

Al salir por la noche no veo a muchos por las calles: no aman su libertad. Si lo hicieran, saldrían a pregonarlo---

Global

El mundo comunicado produce la ilusión de una eternización de la vida feliz---

Acabo de caer en la cuenta de que no---

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Un descubrimiento: los diarios de Ionesco, en Páginas de Espuma---

...

Una inclinación mía, un declive, debilidad, amor: las entradas de(l) diario -de cualquier(a)- contienen, germinalmente, las grandes ideas de significación; representan los núcleos de verdad autobiográfica---

...

El sujeto no ha de importar mucho: sin embargo, para una actitud vital que no haya renunciado a la sorpresa existencial cualquier otra posibilidad constituye un mal insoportable---

Simpatía

Yo no creo ser bueno, pero comprendo el mecanismo de la piedad: una mujer madura consuela al anciano padre enfermo, diciéndole que su dolor es porque se está curando---

Huérfano desde una edad que no resulta la usual en estos tiempos, aunque sí antaño, cuando las personas (¿por eso?) maduraban antes, no conocí yo la piedad (virtud religiosa porque se vincula a los primeros magos, los padres), y era porque me faltaba experiencia: cuando ésta se ha acumulado y depurado de terco orgullo e inútiles ambiciones debe aparecer (sí, entonces; no antes) la comprensión del dolor universal y la conducta ética adecuada: una verdad moral nada provisional---

Me apercibo de que posiblemente tampoco sea yo malvado: si es que aprendí a renunciar demasiado pronto, a no creer ni querer locamente. Esta sequedad anímica no podrá ser maldad, aunque sí pecado y esterilidad---

25 de abril de 2008

No sé, no sé...

... , tengo mis dudas sobre este discípulo mío que me quiere convencer de la interior compatibilidad de un orden del mundo hecho de una mitad de trabajo del concepto (Begrigffsarbeit) germánico y de otra mitad algo más arriesgada, pues que ha dado en entregarse (en espacios no académicos) al ambiguo contenido del reggaeton, como salida del concepto a descansar. No sé, no sé si creerme esta derivación extraña de la negatividad dialéctica. En fin: él es joven---

Aunque la verdad es que yo no disto de ver el mundo muy diferente (algo tenemos en común mi discípulo y yo): incomprensible/inefable mixtura de sufrimiento y frivolidad, de almas que se apenan y de cuerpos que se gozan---

Sea---

Va de rectificación

En Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg de Juan Ramón J. (obra suya propia), que sea reciente, sólo encuentro Lírica de una Atlántida, libro excepcional (libro que tengo, que contiene su obra poética tardía y trasterrada) a un precio irrisorio para lo que se estila: unos 18 ers.

Sorry por el comentario: acerca del precio y la editorial---

La creación, la belleza, los museos: vértigo

Todo me lleva hacia ti, porque todo me recuerda tu persona, menos tú, ya que te fui conociendo ciento ochenta años después de que te hubieras muerto. Pero yo te amo cada vez más, con el mayor respeto, porque veo tu cara en cualquier opinión que me merezca la pena, a mí, que nada soy. Pero tú has de perdonarme:

Si la colección de libros y cuadros, o las visitas a museos y bibliotecas públicas, en tanto formas débiles o pobres de posesión de esos bienes (temporal, sólo para la mirada por un tiempo), guarda relación con una belleza emitida, al mismo tiempo que tiene la facultad de mantenerla presente (fomentando su demanda social, incitando a las personas adecuadas), me tengo que acordar de que esto representa una exigencia incluso para el creador, pues éste no puede serlo en absoluto (de una manera total), sino con una cierta pasividad: dependiendo de la experiencia sensorial o de los productos (la tradición cultural) de otros.

Será coleccionista quien aun esa creación desmejorada se le resiste, o que no puede ser creador (inteligente o artista) todo el tiempo. Así que la colección de objetos señala, como a su otro extremo, hacia la radical definición de un acto que percibiera y creara en el mismo instante, si no es que desde la eternidad.

Esto tú lo llamaste intuitus originarius, y nos lo prohibiste para dejarnos los objetos marcados con una X inquietante y presos de la cárcel de los ojos, reservándolo para un espíritu más puro o más absoluto, divino o inhumano por lo menos. Pues bien, creo yo que a esa acción tan divina sólo podríamos responder dejándonos llevar: por un transporte o donación ante los que nada tenemos que decir. Ni siquiera eso, ni siquiera podemos hablar---

Repetición

De la visita de hoy a G., donde desde mediados de los ochenta fui un mediocre estudiante (pero no mal lector) no sabría fijar aquí, en esta a-página, un contenido ideal o afectivo concreto, medianamente inteligible:

Ando deprisa, pero no soy el que más.

Han florecido las rosas (mas el amor es caducifolio, con los cuerpos; aunque éstos regresen con sus intempestivas tentaciones vergonzosas).
El calor que hace apunta a ser extremo.

No están tan cambiadas las calles como me habían hecho creer, aunque sí hay cierto dinamismo que, paradójicamente, me parece algo provinciano y estrecho. Más que antes. Ciudad universitaria. ¿Y qué? La cosmópolis habita el corazón, o ni siquiera existe.

Para lamentar: tener que ver, cuando uno (él) ya es tan mayor, desde arriba (octavo piso del hospital) lo que para otros (no creo que ya haya de ser así para mí) tiene que representar una vista magnífica. Con la enfermedad, con los años, la mirada desaparece. Desaparece el gusto de la mirada---

24 de abril de 2008

Creación


(P. Johnson, Al diablo con Picasso..., Javier Vergara, 1997, p. 69)

El liberal-conservador Paul Johnson, que propende -a veces- a las salidas de tono, tendrá razón al sostener que hay algo así como una liaison entre sentido de la creación y sentido de la posesión, en tanto caracteres específicos de la humanidad. Algo así.

¿Qué lección extraigo yo?

Nada, sino mi conformidad, aunque el afán coleccionista quedara en belleza malograda.

Además: una asociación de ideas, pues mi psicología es de una época muy anterior a la comprensión profunda o científica de la mente, y que consiste -la tal asociación psíquica- en la utopía extraña de una ciudad en que los parroquianos recorren los bares en busca de amistad y alcohol, y que lo piensan de verdad aunque estén solos dentro del local, intentando mirar o intentando no mirar, inventariando gestos incidentales (Ah! Era esto! Esta mínima colección).

... y seréis como dioses

Al fabricar el primer automóvil nos/otros (el hombre, la especie) nos lo creímos.

Personas tiene que haber que, no descollando por su sabia experiencia y consiguientes buenos juicios, han adoptado tal orgullo que han querido hacer desaparecer esa mínima distancia con los seres de lo alto que radica en el como.

Ahora bien, cualquier autopista hacia el sur (no solamente la de J. Cortázar) tendría que servir de aviso: porque la pesadilla del no llegar nunca al destino, de congelar el tiempo y obligarse a vivir en él, se parece demasiado al infierno como para que no lo sea---

Escisión de la conciencia...

... , ¿qué significa?

Un desgarro, una duda que casi alberga una contradiccción; un corte; c´est-à-dire, une coupure---

Veamos un ejemplo:

Estaba yo anoche asistiendo al balompédico meeting que confrontaba a la mediterránea y gaudiana Barcelona con la industriosa y protaylorista Manchester. Siendo éstas dos de las más versadas actualmente en dicha ciencia, junto con algún que otro equipo que no recuerdo. Acabada que fue la primera parte, con un hórrido tanteador que se igualaba a cero, extraje de mis bolsillos unos poemitas de Guanramón G. que guardo para estas situaciones. Pertrechado de los folios (sí, eran fotocopias, no lo puedo negar) y de empeñado bolígrafo, me di en querer desentrañar los finos mensajes de la poética y premiada palabra del onubense. No obtuve resultado, a mi pesar (que no marcó el Barça, quiérese señalar). Pues los anglos, gazapillos recónditos sin recato alguno, a excepción de un criminal y traicionero lusitano que de vez en vez corría las bandas, perseveraron, y perseverando lograron, en su empeño de mantener el inicuo resultado, malgrado las tentativas cada vez más cansinas de los arietes blaugranas. Temiendo yo que podría haberme llevado al benemérito lar (Hotel-Restaurante La P.) las Obras Completas del insigne, editadas me parece que por Galaxia-Gutenberg a unos precios no demasiado bajos. Acabada la obra y repasada inclusive, mantengo la creencia de que mis arietes infortunados no habrían logrado dañar a los pérfidos anglos. Pudiendo yo iniciar el diálogo con otro poeta señero, entre más bostezos en verde

23 de abril de 2008

Eudaimonía

Escuchado a nadie:

-No me importa ser preciso, sino que se pueda hablar. No quiero convencer de nada, pues no traigo conmigo ninguna verdad, sino más bien la inocencia vacía del descreyente---

Se conoce muy claramente que al fracasar hemos seguido conservando la dicción---

No se nos tendrá en cuenta el abuso de los pronombres, o la falta de respeto que les mostramos: a esos engreídos---

Cuidado: se habla!

-Comprendo que cifras tu felicidad en soltar la lengua.
-Dices bien, espíritu del vino.

Reincidencia

Círculos cada vez más cerrados y collares de hierro...

Lo que era una nube en el horizonte, muy imprecisa e inocua, ha terminado por inficionar la atmósfera y los espíritus...

Nos sabemos, primeramente, libres, lo que representa una carga muy grande y muy pesada de llevar sobre los hombros hechos a la irresponsabilidad teológica...

Pero no queremos rehuir las obligaciones porque lo sean y falte costumbre de ejercitar la libertad. (Más libertad! Más aire!) Algo va mal, sin embargo, cuando nos anuncian que somos buenos, así porque sí, sin Gracia ni Dios que sufra...

Por naturaleza somos buenos, luego algo deben querer de nosotros, el cuerpo o el alma. Primero el cuerpo para ser martirizado en las trincheras, luego el alma para consumir toneladas de objetos y llegar a ser indistinguibles de ellos. Dios ha muerto, viven los objetos y nosotros en ellos...

(Cae, en efecto, la teología, que a veces retorna como una broma: en la bandera del Brasil caótico o en el alma de los mexicanos, el positivismo; o ahora esa especie de religión altamente argumentada, el darwinismo, una religión a la que se entra -ya digo- desempeñando razones. Sea.)

A esa caída humana le sobran los relatos abiertos de la razón: de manera que los clérigos pueden aposentarse en el terreno baldío, uniendo tecnociencia y tecnorreligión para el mismo desierto espiritual...

Aquí está el círculo cada vez más cerrado, opresivo, la asfixia: lo que se debía imaginar casi in the long run, trazando un arco inmenso y problemático desde los conflictos contra el catolicismo romano hasta el retorno muy sombrío de la fe y la sinrazón, esto, que se dejaba al trabajo desagradecido de los filósofos de la historia, se percibe en el plazo de una generación domesticada: tan buena que puede renegar de la memoria, sede de la inteligencia, y echarse, con mayor, con inmenso placer, en brazos de los ingenieros del alma y de la carne---

Sé que Lyotard emancipa de una libertad que oprime. Pero un escéptico no debe ver la chispa de la fe actuante en los rescoldos, no debe convertir su sospecha en mala fe---

Lyotard, Savonarola

Informe de lectura de un paranoico, que yo solamente lo encontré:

Un día del lejano curso de 1986, debió ser entonces, sí, subía yo las escaleras de la biblioteca municipal, que entonces se encontraba en un edificio vetusto que anteriormente había sido centro de salud. Este inmueble se encontraba enfrente de un cuartel de la Guardia Civil, también anticuado. Hoy, tanto uno como otro edificio han desaparecido, y en su lugar se han construidos bloques de pisos. Aquel invierno y primavera los pasé casi por completo en la pequeña ciudad, gracias a mi mala cabeza, aunque no esté seguro de que la lejanía de esos grandes cuerpos colegiados del saber no haya de implicar para éste un comportamiento que sea el inverso a la ley de gravitación que rige los cuerpos---

Allí estaba el libro, un tomo delgado (edit. Cátedra) de tapas blancas. Lyotard, La condición postmoderna. Poco más de cien páginas. No era sencillo leerlo, pero yo tenía entonces algo de voluntad, que no sabía poner en el resto de mi vida, y aunque no lograba entender prácticamente nada de otras cuestiones creo que sí logré comprender la nueva de Lyotard: el fin de los relatos grandes del sentido del conocimiento y de la acción; Hegel, Marx, la Ilustración no habían alumbrado finalmente los hijos de sus promesas.

De esto, que mi torpeza y juventud hizo una luz inquietante y como una obligación sombría de perseverar en los hábitos arraigados, sin esperanza pero con lealtad, otros han podido sacar réditos inesperados. Porque en ese diagnóstico del estado del saber en las sociedades avanzadas podíase extraer abono adecuado para las sectas, para un renacer espiritual.

Bastaba con haber renunciado a la conciencia moral y abrazar, en su lugar, la idea de los círculos. (No sé cuándo fue que pensé en esta idea, en que espacio y tiempo se podían representar a la manera de círculos, sin saber si primero venía el espacio, si era el tiempo o si más bien nos encontrábamos con un continuum piélago inmenso en el que los agentes y los acontecimientos se suceden sin que se llegue a cobrar saber verídico de su definitiva insignificancia.)

Primero es una nube lejana en el cielo, que no afecta la presencia solar tan querida. Seguimos trabajando como si nada. Luego se va estrechando su diámetro y esos círculos (sectas de puros, odiadores de lo extraño doferente) conforman un corsé de hierro que va enrareciendo el aire.

22 de abril de 2008

Antropología pequeñoburguesa

C´est moi:

Aparte de las lecturas de trabajo: M. Zambrano, G. Brenan, G. Sobejano---

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¿Para cuándo la Internacional Racionalista?

¿Ya existe?

La bondad de los fideístas me produce pavor---

Los creyentes me producen pavor---

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Liverpool, 1-Chelsea, 1. Incroyable Riise. En fin---

Tañidos

(J. C., in memoriam) Una de las desventajas que tiene el ir muriendo la vida en ciudades nimias debe ser el habituarse a las ausencias. Conocí hace muchos años, o fue hasta hace un par de semanas, no lo recuerdo bien (ya sabéis mi infantil frivolidad con el orden del acontecer), conocía, digo, a un hombre muy delgado y serio (¿amargura de ominoso presentir? Quizás, pero no solo) con el que de vez en cuando me cruzaba por la calle. Aunque también sabía de él por otros motivos familiares. Este hombre murió joven, cuarenta y muy pocos, de una embolia fulminante, no sin dar la vida (donante de órganos: generoso héroe trasmortal) a otros seres dolientes. Él es yo y cualquiera que va dejando rastros y luego desaparece. Y no digo más. Me inquieta escribir estas cosas, por razones de edad y peso en el ánimo. Sin especial derecho a comunicar públicamente hechos así (¿me gustaría que me lo hicieran a mí? No sé, cruzo los dedos) y empalidecer el privadísimo dolor de sus parientes y amigos. Pero sé que lo hago con todo el respeto de que mi conciencia es capaz, no haciendo más que ampliar -virtualmente- lo que a cualquiera se le ocurre en el interior desconocido de su mente o en esas conversaciones que no trascienden y que son otro rastro que se borra.

Esta deshabituación al casi desconocido me imagino que no tiene que ocurrir en ciudades con mayúscula. Si sucede ha de ser como interrogante intelectual, asociando -algo así- un lugar determinado con la estancia incidental de una persona. Como todo ocurre con excesiva velocidad en esos inhóspitos espacios de la urbe, la cosa no ha de pasar de ahí, y la memoria de cada uno se puede seguir construyendo con el ser y estar de las gentes y de las cosas, antes que con su terrible déficit.

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Necesidad del surrealismo:

Vinieron varias imágenes para dar nombre a las sensaciones, entre ellas dos que no podía unir: la tarde asfixiante de abril (sí, puede ser hoy mismo) y los cuervos en hilera sobre el cable telegráfico, en una hora indeterminada y para advertir ellos a los hombres de alguna idea importante---

Perdón...

... , por cada una de las veces que yo, pequeño hombre occidental (a imagen de los cuales se ha definido la razón) haya caído en la tentación infame de la superioridad, yo, que en la intimidad soy el más chino y humilde de los seres---

Ellos son de mi patria y su lengua que no entiendo es la mía (me deben aclarar lo que significan sus términos: los significados alcanzan a todos, en una deixis ideal), una vez que son ellos los que sostienen los gestos de nuestra normalidad, en bares y tiendas---

Realmente no me parece que yo haya caído mucho en la tentación dicha, sino, más que otra cosa, en la irreflexión u olvido de cómo se va construyendo la amistad cívica que dicen los moralistas, lo que ha de ocurrir, primeramente, balbuceando nuestros deseos y ellos sus respuestas. En esta mutua utilidad, dificultosamente conquistada, habrá de sostenerse nuestra conciencia refinada en el lujo que son las leyes escritas y los textos literarios que nos dan la memoria---

21 de abril de 2008

Ascesis

Al terminar el carnaval advertí que los espíritus más afilados, una vez que las gentes se habían despojado de las máscaras, no sabían en cuáles de los rostros recién puestos creer. ¿Por qué no seguir dudando, pues otro carnaval más sibilino podía haber comenzado? Para esos mismos espíritus descreídos cualquier objeto sobre el que proyectaran su mente metódica había de consistir en una X, cuyo despeje se trasladaba al infinito, y el mundo entero del que ellos también formaban parte se convertía en una red sin sentido, inacabable---

No habréis de extrañaros de que yo, contagiado del desánimo, dejara igualmente de creer en el mundo y sus halagos, y que me haya reducido a contarlo, araña que teje para pocos y se va a un rincón---

El nacimiento de Venus

Sorprendido por cambios sutiles en la colocación de la luna entre las nubes (dispuesta, al principio, como en un signo de interrogación, pero arriba, en la curva; hendiéndolas después, igual que la navaja el ojo; saliendo, finalmente, indecisa de ellas), caminando por entre unas calles a una hora en que no le distrae más que el viento, sólo tiene el recurso que parece provenir del interior, de una propensión a manifestar, doblándolo, lo existente.

Sea por torpeza o por la naturaleza de las cosas, lo que él manifiesta no se corresponde exactamente con lo sentido en los ojos y en la piel (la luna, las nubes, el viento, todos esos colores y vaivenes del mundo externo). A esa desviación de la verdad y de las palabras que ajustan como la mano y el guante, le gusta llamarla sus metáforas, y lo explica con otra imagen: le han proporcionado herramientas sin darle las instrucciones de uso, un órgano del que tiene que inventar su función.

Comprendamos bien: aprendió a asombrarse, hace veinticinco años o hace cien mil, de la presencia de las cosas, así que vio que hablar era útil. Pero, puesto en marcha el mecanismo no sabe parar ya: el mecanismo ha abierto, sin pedir permiso, un mundo autónomo, y tiene él que salir a la calle solo, cuando no hay nadie más que los elementos eternos y la huella mínima de la humanidad que descansa, para ver dónde aplicar esa deficiencia del lenguaje que consiste en que las voces desajustan y necesitan sus objetos.

Un momento después...

... , la piedad: por el niño que llora sin saber, por la madre que le regaña porque debe---

Por mí, que miro sin deber---

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¿Por qué perder la razón, yo, que soy amigo de las ideas?

20 de abril de 2008

Paz, piedad, perdón

De esta guerra que nos remueve las entrañas, ahora y siempre, salimos más fortalecidos renunciando---

No somos, trabajamos---

No queremos: obligamos a los ojos a que dejen de mirar y confrontamos al alma con su abismo, para que mire al interior, la paz ahora---

Ciencia del movimiento

Para un sentido del tiempo:

¿Quién ha podido fotografiar el viento?

No lo que mueve, sino el viento solo inmaterial...

¿Quién el vuelo de un pájaro?

No el pájaro, sino el alzarse sorprendente desde el suelo...

Divertimentos

Se entretienen las malas expectativas, la pesadumbre y la desesperanza confiando (terca vida) en la longitud del arte: estudio y trabajo---

Naturaleza y humanidad...


... y un texto que nos hace pensar en los miedos que recaen sobre las certezas morales: laberínticos castillos, ininteligibles procesos, Gracia olvidada:


Gonzalo Sobejano, Nietzsche en España, Gredos, 2004
Nota: la palabra que no se ve bien es "estío".

Nietzscheana brasileira

Con un pequeño cincel en la mano, delante de una piedra lisa que más parecía cálida piel sobre la que aplicar caricias, el hombre pensó que debía vengarse de las injurias del jefe. No debió hacerlo. Pero lo hizo. Pensó que la piedra, los signos fijados sobre ella, duraban más que la piel y los huesos. A esa duración la llamó bien y mal, confundiéndose lo inscrito en la piedra con la ley.

En su rencor idealizado encontramos nosotros (sus hijos desconocidos) a un maestro y un hermano. Para cumplir el mismo fin de resentimiento y venganza. Los guerreros y cazadores, al fuego eterno. (Guerra y fuego: el mismo contradiós y contralogos.)

19 de abril de 2008

El tiempo, una tarde

Géneros fronterizos

De autofictione:

Si yo mantuviera la funesta manía de investigar haría bien en considerar el cruce de cartas de Ignacio Carrión con su ex esposa (en Diarios, pp. 839-841), a propósito de una novela premiada de Carrión (Cruzar el Danubio), que debe pertenecer al canon de la autoficción, pero que no recuerdo ahora si la menciona Manuel Alberca en la lista que yo utilicé años ha.

El asunto es que la pretensión de autonomía novelesca no se mantiene, en la era de los abogados defensores de la doncella privacidad, si se es tan ingenuo (o sibilino) como para limitarse a cambiar el nombre sin menoscabar la exactitud de los sucesos (si eso pudiera ocurrir)---

Irónicamente, la realidad entra al fin (y al cabo) en la forma/materia literaria, puesto que las cartas son reproducidas en Diarios, asumiendo el reto de responsabilidad por las consecuencias de la escritura que le plantea su ex.

De paso, comprendemos el valor vicario de la letra, aunque no compartamos la ilusionante pretensión de Carrión, unas páginas atrás (debía estar obsesionado, recordando, por esa época, a finales de 1997), acerca de la mayor valía del mundo literario sobre la experiencia no escrita (vivida sin letra que la recree)---

Felicidad

La de no ser importunado a causa de que uno mismo/uno más representa un posible dividendo para la mortífera era tecnológica---

Por la perfección humana hic et nunc (esta sociedad y sus divinas promesas) se tiene que pagar el impuesto de atender a quienes nos tratan coherentemente como consumidores despreciables---

Y encima hay que sentirse culpable---

Por si se ha sido desconsiderado. Por si el que está al otro lado del teléfono piensa que ha hablado con un loco---

Que cada uno piense lo que quiera


acerca de los efectos deletéreos del tiempo entre los intelectuales: del tiempo de su presente cómodo, y de la capacidad de soltar estupideces al gusto del poder o del clima, sobre todo si el zeitgeist viene borrascoso (y por ello interesante para espíritus puros y reprimidos).

El texto pertenece a seguramente uno de los más interesantes libros, filosóficamente hablando, que ha producido la filología española: Nietzsche en España, de Gonzalo Sobejano, reeditado por Gredos en el año 2004 (en la p. 551).

Un apriori de ignorancia: ¿hay algún libro, en el mismo plan -de historia cultural-, titulado Kant en España?

Una sospecha: Ortega se anticipa a Heidegger, pero porque los dos remedan a N., uno de ellos sin citarlo---
***
Un momento después:
Me respondo yo mismo:
Kant en España, de J. L. Villacañas Berlanga -ed. lit.-, publicado por Verbum en 2006, acerca del neokantismo en España, pero limitado al siglo XIX y bajo la rúbrica, en el ISBN, de Historia de la Filosofía.
***
Que no se olvide:
Entretener la mente con asuntos que no valen la pena, pero que aun así son capaces de quitar el sueño, revela una cercanía preocupante con la depresión. Asuntos de los que hay que huir, preocupación que no sirve para nada---
¿Quién dice estas cosas?

18 de abril de 2008

No estoy seguro

"Platón y Nietzsche, por poner de ejemplo a dos muy peleados, comparten esta forma extrovertida o centrífuga de entender y practicar lo espiritual." (L.J.S.)

No estoy seguro, el nihilismo ¿no constituye una subjetividad abismada, olvidada de todo, incluso de que sólo hay sueños de sí misma? Si la lectura de H. el selvático noir posee la verdad, si al final del camino el pensar no encuentra más que representaciones, si la mirada inicial finaliza en teatro...
...

Si es esto lo que ocurre, entonces el penúltimo verso de JRJ afronta el riesgo, y nuestra interpretación puede plantar la tienda filosófica: el todo contenido en el poeta pertenece a la voluntad que se endiosa y el todo queda en nada. (Lo que será la verdad, si comprendo la interpretación de MZ acerca de N., de cualquier poema que se base en la coherencia de la metacrítica racionalista de N.)

Protocolos, III


Observando la extraordinaria fotografía de El País, en la edición de ayer, pues lo que contiene significa toda una revelación, se comprende lo que la literatura tiene de humilde ventana (tan humilde que linda con la humillación) que un pobre espíritu abre al mundo, y lo difícil que parece que esto, la experiencia frustrada del que vive en una habitación tan escasa como la luz que abre al exterior, pueda llegar alguna vez al conocimiento.

Pero se ve, por la imagen, cómo a veces la literatura (lo mejor, lo que mana del espíritu puro) tiene éxito---

Protocolos, II

... el desastre...

¿What?

La subjetividad multiplicada en sus espejos lectores: adelgazamiento de la vida, engrosamiento funesto de la idea---

Entonces: ¿para qué la experiencia überhaupt? Inventemos, hasta reventar muertos y borrachos de fingimiento.

Qué más da!

A esta luz se nos antoja un engaño criminal la duplicación ficticia de la experiencia: la vida no ha de estar ahí, en la modelización verosímil de mundos, sino en el muestreo obsesivo de las "proposiciones protocolares", en las entradas de los "diarios", en los ladrillos nimios de la celeste imposible Erfahrung.

Así que: Ionesco, Diarios---

...

A propósito: pavese, pavese, pavese, igual que un conjuro incluso hasta en sus momentos (los de Pavese: El oficio de vivir) más ininteligibles, de plena incomprensibilidad. Porque nunca será suficientemente ponderada su sabia advertencia contra las recaídas de los ingenuos, aunque éstas estuvieran inscritas en una disposición natural de los torpes genes del ánimo, o porque exactamente suceda así y los genes del ánimo representen el mal primordial que hay que destruir para ganar la libertad.

Por eso tiene que representar una recaída estúpida el conceder una sola oportunidad a quien se nos ha mostrado con ánimo desabrido, en ese tipo de asuntos. Indiferencia, indiferencia, indiferencia---

Y náusea---

Protocolos

"Reflexionemos": la sociedad mendaz que se ha congregado en la Iglesia, cada cual más cínicamente descreído que el otro, sale a foros abiertos y quiere seguir ofreciendo en el mercado su disposición a rezar, una vez que ya no hay un Quien. Incluso peor: "hagamos un ejercicio de reflexión", como una persona que se pone a mejorar su respiración y su tono muscular. Todavía más: "reflexionemos en común".

Es decir: que se ha vaciado la propia conciencia y se intenta que todos participen en el eco ruidoso que ha sustituido la meditación interior---

"Reflexionemos": sigamos confesando que necesitamos tutores---

***

(Autoficciones)

Una confesión de debilidad: la dispersión de escrituras, los lectores que se obligan a seguir, el desánimo consiguiente (el lector no vive: vive menos que el escritor), la maldita intransitividad... el acúmulo de experiencias negativas conduce al desastre---

17 de abril de 2008

En portada

Sin tiempo, transeúnte de la vida sin aposentos, me encuentro en la biblioteca municipal de H. O. un montón de ejemplares no venales/de regalo de una pequeña y muy bella -hasta en el tacto levemente rugoso de la portada- "antolojía" de JRJ, prologada por Javier Blasco, que también efectúa la selección:


Vaya aquí el poema-pórtico, y mi obligación de comentarlo mañana, pues mi ingenio no ha de rendir otras riquezas, si ha de ser generoso:

"YO solo Dios y padre y madre míos,
me estoy haciendo, día y noche, nuevo
y a mi gusto
Seré más yo, porque me hago
conmigo mismo,
conmigo solo,
hijo también y hermano, a un tiempo
que madre y padre y Dios.
Lo seré todo,
pues que mi alma es infinita;
y nunca moriré, pues que soy todo.
¡Qué gloria, qué deleite, qué alegría,
qué olvido de las cosas,
en esta nueva voluntad,
en este hacerme yo a mí mismo eterno!"

Maybe, 16 de abril de 2008

... un poco peor, sustituyendo el ruido de las conversaciones, muy lejos aunque estoy apenas a tres metros comunes, sustituyéndolo –me digo- con unas parcas letras---

El español es ruidoso, muy ruidoso, en los velatorios: quien hace negocios, quien se empeña en el negocio de remembrar la vida (“no sé si de la misma quinta”, “tres años de guerra y luego tres años de servicio militar”).

… un poco peor, más solo o dejado, sin importarme un ápice el que tenga que pasar por o parecer destemplado. Cuánto se equivocarían si me tomaran por orgulloso, a mí, el más pobre de los seres, capaz de empobrecer el mundo con solo mirarlo: al venir hacia aquí la luz de las ventanas me pareció casi negra, y no se me representa ahora de mucha más claridad el aire viciado, de flor de podredumbre. (Tampoco se tiene que esperar algo diferente: la estasis, la calavera, el reloj detenido.)

… un poco peor: escribir no hace mejor a quien no tiene la pretensión de obtener riqueza, fama o amigos. Mantiene las letras como si consistiera en una obligación hacia los genes. Como si. Pero no hay tal deber, no lo conozco yo, sino el azar de mi consentimiento. ¿Para qué?

Vuelvo al principio, negándolo: no peor, distinto. (Un punto de vista imposible.)

16 de abril de 2008

Memento

(Mon oncle D., in memoriam)

Si (yo) no escribo mi (pequeño) mundo se (me) pierde---

(Suprimiendo las palabras del paréntesis la situación se muestra parecida: no hay diferencia entre yo y mundo: si es que la circunstancia existe para el yo que la colecciona, la registra, la somete a su logos---)

No soy ni mejor ni peor: conservo lo que obtengo con un juicio que se asienta a base de errores: mis verdades son parches en un suelo que se tambalea---

Mi cuerpo se va sustentando (ya) casi sin antecedentes: emancipando el lenguaje de su calor carnal---

Quien habla así no ha sido amoroso: ha de conocer en su propia sequedad viviente la falta de lágrimas---

Tan excesiva su sequedad que la quiere así: una vida y ser, sin dioses tutelares---

Absurdos

El escolar aquel estaba traumatizado por las clases de Retórica: al no ser capaz de distinguir entre metonimia, sinécdoque y metáfora; al no poder asimilar el uso de los posesivos en lengua francesa---

El maestro, él mismo años después, no estimaba que fueran dudas sin importancia de un torpe ingenio adolescente, sino que -oh racionalización!- eran cuestiones de filosófica alcurnia: porque toda palabra, incluso la inicial, y puede que la inicial más que ninguna- era ya interpretación y desvío de la recta mirada, de la ortoteoría---

***

La cabeza se carga después del humo de las ideas (explicación escolar de Mª Zambrano, una persona decente): se olvidan las expresiones y la tarde se llena de la edad de uno---


***

Biopolítica: aquello que está soportando la terrible biografía de Mengele, escrita por Posner y Ware, que casi se dice en cada momento, y que representa una tentación neobabélica: se ha comido del árbol, se ha alzado la construcción hasta el cielo, y ahora se quiere llegar a lo más hondo, a los sótanos infernales.

Ingeniería genética = puesto que nos hemos endiosado, todo está permitido---

Crítica de los discursos, what´s up?, II

Cuatro, el robocop.

Al analista corresponde la tarea de destruir las razones, ir levantando las capas de ideología hasta llegar a la carne desnuda. Desnudos somos iguales, pero en cuanto se empieza a hablar habrá quien diga lo justo y quien diga lo injusto. Cada uno lo pondrá en acto... Entonces, ¿para qué esa regresión a la desnudez, a la igualdad? Exacto: la igualdad---

15 de abril de 2008

Crítica de los discursos, what´s up?

Sobre el que ha caído la desgracia no sirve que lluevan las razones. A su cara de job arrojado a la miseria sólo le conviene una justicia inhumana---

Igual esa justicia a la piedad, sin entibiarse con subterfugios, para convertirse (al adulterarse con esos subterfugios) en fría piedad asistida por las razones políticas: sólo hay un hombre, su vida y su muerte---

(Lo que vale para este hombre -F. M.- vale para cualquiera)

***

(Piedad fría)

Mengele reconoce que es médico cuando un argentino le pide que deje de disimular y ayude a su hija gravemente enferma. Puesto que ha cometido un acto justo (puede que haya salvado una vida infantil, inocente y sagrada) la tentación nos visita: llama a la puerta y quiere aposentarse en el corazón nuestro. Pensamos que el de este hombre (un ser frío, pero a la vez sanguinario: cuando conviene, y cuando conviene marcar distancias) se ha depurado milagrosamente: la bondad le ha iluminado. Pero Mengele sabe disimular cuando hace falta (pragmatismo). Lo leemos alguna página después, y entonces recordamos unas páginas anteriores, anteriores al acto de piedad con la niñita argentina: a la pregunta de un agente sobre sus papeles responde que son "notas de biología". Este hombre (tenemos que estimarle así, puesto que como ente dotado de razón deberíamos imputarle la inalienable propiedad de sus actos en un juicio justo sin sentimientos: cuando a la sociedad sí conviene el frío examen que ejerce la matemática luz aplicada a los hombres), este hombre -nos decimos- ve a los demás como animales---

Es una tentación del pensamiento: ahora nuestra y cristiana---

Desilusión

Ocurrió como vienen las verdades, por accidente. Al mediodía cruzó la calle, miró el cartelón y le gustó: "Liebre argumentada, al fundamentum inconcusum veritatis". Humm! Entró y pidió. Sabrosa, de verdad. Hasta que recordó que, por la mañana, el morrongo azabache, más oscuro que el mal, era invitado a entrar por la puerta trasera del restaurante, por la cual sacaban, normalmente, las basuras.

Así que tenía razones para no fiarse demasiado de los filósofos: pues él conocía por experiencia viva, en su estómago falto, que prometen una verdad, pero que luego sacan un dios pequeño y arrugado de su chistera de teólogo---

Cuento (chino) del edecán y el gato

Un filósofo chino, que por su cercanía al emperador hubiera llegado a la sabiduría a fuerza de paciencia (pues debía cuidarse de los sueños de su divino señor), y que hacia 1650 hubiera conocido, si la distancia del centro del mundo permitiera saber estas cosas, la muerte del otro sabio en una tierra lejana y fría donde las nieves son casi eternas; que, si se lo hubieran dejado sus obligaciones, sin distraerse de las tareas del Estado, se hubiera puesto a leer sus obras, se habría figurado que dentro del saco debía haber un gato negro, gordo, fosco y muy fiero, en lugar de una liebre argumentadora que no se dejara coger por tortugas metódicas (o en lugar de una flecha que apetece indubitable ir hacia el blanco/verdad).

Pero nunca se le habría ocurrido que el gato se hubiera metido por sí mismo en el saco, para asombro y susto de los hombres---

14 de abril de 2008

Relojes, III

El mío, el que hace dos meses (¿más?) que no recojo, imaginando en sueños (extraconciencia) que de esa manera gano algo y que voy a llegar a la prórroga. (Pues si me falta el cronómetro, que es los ojos del corazón, éste no siente.)

Tan ingenuo sería esto como confiar en los razonamientos para concederse una inocencia.

Relojes, II

"Mi enemigo es el reloj. Me asusta más que un arma de fuego" (I. Carrión, Diarios, Edaf, 2007, p. 798; entrada del 5 de marzo de 1996)

Es lo mismo el reloj que el arma: cada segundo un disparo; un segundo de silencio roto (por la aguja/bala). Entonces, el rumor del corazón acorde con los relojes, que dice María Zambrano, debe sonar como un golpe seco: la intimidad se manifiesta como miedo, en ningún caso como amor del que hacer partícipes.

Relojes, I

María Zambrano, Hacia un saber sobre el alma (Alianza ed., 2004):


Un plan

Lector activo

En la página 813 de Diarios. La hierba crece despacio de I. Carrión (Edaf, 2007), en la entrada correspondiente al lunes 13 de enero de 1997, justo antes de las breves entradas sobre Cioran, hay, digo, una reflexión personal del autor cuyo contenido, si se estuviera en circunstancias similares a las de él, no habría más remedio que abrazar. Con dolor.

Gorgias

El espléndido dictum anti-cartesiano de Cioran que leí ayer (no hoy: ha desparecido) en conde-duque.blogspot.com a mí me recordó a la ontología imposible de Gorgias: no veo diferencia entre el saber que si empieza -y no es fácil- es -finalmente- incomunicable (Gorgias) y -por otra parte- el cogito trunco de Cioran: mi intuición es indemostrable, y no hay tránsito a las res cogitatae desde el vacío axiomático inicial: soy, y nada más---

Pero no un dios, claro---

***

(Por la tarde)

Veo que sí está (?) la cita de Cioran ("Yo sé que todo es irreal, pero no sé cómo probarlo"). Como
subtítulo del blog.

13 de abril de 2008

Dispersión

Con ansiedad, a una décima del deber. La diana es la felicidad; la flecha mi corazón cobarde---

Pero no hay forma de pasar de la primera a la segunda proposición. (O sea: del deber a la felicidad.)---

...

Escribir: inscribir los impedimentos---

N., IX

(Z. sobre N., "La destrucción de la filosofía en Nietzsche", en Hacia un saber sobre el alma, Alianza ed., 2004, pp. 157-165)

El respeto a las esferas del espíritu absoluto, como a una mágica "tridentidad" que conecta las expresiones más humanas, conjura la sequedad que vendría del espíritu de negación, invadiendo -también- la salida (en tanto surgimiento del verbo y, al mismo tiempo, hallazgo de solución) de la palabra poética.

Es mirando hacia el origen y raíz donde habita la resolución del conflicto racionalista; i. e., suspendiendo las grandes mayúsculas de las Ideas, vivificándolas como plantas sucesivas de una ribera que es la vida---

Confesión, VII

No era esto exactamente lo que yo, al despertarme, pensaba que debería escribir aquí y hoy. Pero sea lo que hay:

(...) Poniéndose delante del espejo (mirando en su interior) no podía satisfacerle casi nada de lo que encontraba. No podía satisfacerle una certeza de su existencia que había ido labrando a base de errores, en algún caso funestos. Errores muchos, dudas todas, en un ser mezquino. Poca cosa*. De ese mono sin pintarrajear alguien quería hacer un dios (le comunicaron que había mantenido el filósofo F., un bárbaro). Él no podía encontrar nada divino en su soledad. ¿Cómo va a ser divina la voluntad cansada? ¡Como para encontrar creyentes!

*Del rebajamiento moral vendrá la esencia debilitada del ser humano (inclusive en su ensoberbecida con-ciencia). Aunque quizás sea al contrario: el descentramiento del universo indujo humildad (Copérnico nos trajo a Kant). Igual da.

Autoficción: puede suceder que...

... el registro diario de la experiencia se revele insuficiente, y que haya que poner en marcha esa misma experiencia, de una forma mucho más rica, de una manera, en definitiva, imaginaria: viajes de la primera a la tercera persona, juegos con los nombres propios, cohabitación de personajes reales y ficticios, de hechos reales y ficticios (ergo, faction = fact + fiction), etc.

Puede suceder que el escritor se haya cansado de la estrecha habitación de su ego, y conceda tiempo (o lo intente) a espacio tan reducido---

Pero, aunque sea así, el discurso mana de humildes límites: el presente casi inespacial de los experimentos de un alma---

De ahí que, si la expresión subjetiva ha de representar una realidad constante, lo hayan de ser también sus excesos imaginarios: la selva de las autoficciones---

Nihil novum---

12 de abril de 2008

N., VIII

Mª Zambrano (Hacia un saber sobre el alma): la metacrítica de N. (la destrucción de la filosofía) como figura última del idealismo, de la condición esencial eterna de la filosofía en tanto viloencia racional.

El renacimiento poético que viene de esa autodisolución del pensamiento sigue perteneciendo al pensamiento (H. el campesino también lo sostiene así).

La solución de Z.: dejar ser a la filosofía como flecha que se arroja desde la misma poesía primera. Por ello: una disposición antropológica no radicalmente distinta de la mitopoesis.

Para que siga siendo así: no se debe romper con la palabra del poema, no se tiene que renunciar a la raíz religiosa. Comprendiendo que poema y sistema filosófico son nombres de lo divino.

PS. Perdón si mi "interpretación", por apresurada, yerra demasiado---

Sr. Espada, 12 abril 2008

Extraordinaria la entrada de hoy: "Tipos con suerte, que no sufren presbicia"---

Sobre todo si se imagina el subtexto, el escenario

---Sin "sobre todo": extraordinaria entrada---

Confesión, VI

Debo recordarme, lo que constituye uno de los buenos momentos, que si alguna vez he cometido la torpeza de tener ambiciones ahora lo expío con el asco que me viene de solo pensarlo---

Ahora bien, esto no ha de salvarme de los errores pasados, ni yo lo pretendo---

Bueno, vale, pero no queda claro...

... qué es eso de la crítica de los discursos, Mr. L.

Tres, el maiquelyason, o de la imposibilidad de un contenido moral de la democracia representativa---

Quiérese decir: que habíamos deshecho el nudo del poder con los antiguos fundamentos materiales (mundanos o trasmundanos).

Que, en su lugar, se había aposentado el kantismo de los procedimientos, y una mínima o enteca sustancia, consistente en la dignidad de cada vida humana---

A lo que vamos: ya sé que las tardes tórridas del infierno (aquel lugar donde siempre es agosto ecijano a mediodía, y se fríen según justicia los malvados) las entretiene la cohorte de diablos estudiando y debatiendo las últimas obras salidas de la pluma de los profesores de Derecho, aun sorprendiéndose de que, no siendo aún numerarios del Hades tales vivientes avispados, hayan llegado más lejos que ellos, los veteranos.

Ya sé que la mentira y la maldad deben estar tan hondo en el bello giro de los nucleótidos, que se aman enroscándose desde la eternidad, que sería de ingenua doncellita tener fe en la humanidad. Por lo tanto, no hay casi nada de qué sorprenderse en las palabras de Mrs. McBride, tan celestes en su superioridad trasmoral de sangre y suelo.

Allá ella. Pero dejadme, ay, que como paseante que distrae su melancolía por los caminos resecos de extramuros (en esta ciudad pequeña embrionaria, indecisa de nacer y hablar su propio orgullo), dejadme que mi ternura y mis neuronas vayan hacia la levísima mariposa que ante los ojos incrédulos (se nos había olvidado que del asco material se embeben las rosas bellas) aletea una décima de segundo o dos, y luego se va.

Ocurre que el entrevistador se hace pesado para la voluntad argumentativa limitada de Mrs. McBride, que corta el aliento de la conversación con esta perla del decisionismo del garrote, la cual Goya no pudo resguardar en su concha de claroscuro negrísimo: "Esa decisión es la que hemos tomado y es la que marca la ley y es la que nos ayuda a construir respeto y tolerancia."

11 de abril de 2008

Comentario de texto, IV

Más pienso para la res cogitans:

(C. Mauriac, La aliteratura..., p. 183)

Me temo que no hemos salido del clasicismo francés, ni del jansenismo que es su vecino y amigo. Aunque se nota que el autor ha viajado a la pálida Königsberg.

Pero ha funcionado la batidora de N., puesto que la "disposición" metafísica se ha transformado en "incapacidad": los genes han parido un error, si así queremos hablar: uniendo el pragma nietzscheano con la fe evolutiva (als ob).

¿Por qué no vamos a querer hablar de este modo? Transustanciada la filosofía en filología por la acción del mago (N. según S.), nada satisface más al ego que convertir sus máscaras en móvil representación, y sus ideas en actuantes.

Aquí sentimos que había que inventar el cine, que el kinetoscopio estaba por inventar. Con él, con sus mágicas figuras de caverna aclimatada, las dos faces del nihilismo saltan alegres delante de los ojos: el plus de percepción convive con la trivialidad de los resultados, la aletheia con el shock.

***

De mis charlas de café no parece fácil que se saque algo: posiblemente por mi culpa: uno tiende a la aserción, aunque sea incapaz de mantenerla mucho tiempo.

No obstante, también hay un dogmatismo de los puntos de vista, en la idea de un relativismo opinante---

Reincidencias

En la tontería: el yo cae sin remedio---

Dar y dar vueltas---

Es igual decirse (repetirse, estamparse en la frente) la pérdida de tiempo---

Lo cual (es decir, esto) no debe ser una confesión sino una de sus posibles bases---

***

Muero luego soy: embriaguez y orgía, o la razón que conoce a Dionisos en instantes señalados---

10 de abril de 2008

Dijo alguien

El fútbol es un deporte en el que juegan todos y ganan los alemanes.

¿Quién lo dijo?

Comentario de texto, III


Una ética metafísica, de modelos... de voluntad de poder... digo de ser. Es tan fácil viajar del ser real a sus manifestaciones!---
(La cita -de Cioran- en C. Mauriac, La aliteratura..., en el capítulo dedicado a Cioran. PS. Queda pendiente el comentario de los comentarios. Falta de tiempo.)

Equívocos, expectativas


Las metáforas, humanas adecuaciones de una realidad natural (transmutaciones de la selva en ordenada belleza), deberán ser devueltas a su inhumana procedencia---

Así realizaríamos una verdad más cierta, aunque seguramente más pobre---

(Lo no inteligible es mío -del pobre comentarista-, porque el texto de M. de M. A. se sostiene transparente---)

N., VII

(Más allá del bien y del mal, o de la profunda y real razón de las secreciones morales de las arañas königberguenses)


Después de este terrible fragmento, sacado de la biografía de Mengele escrita por Posner/Ware (editada en España por La Esfera de los libros), después de esta imagen de crimen y surrealidad (pareja en fuerza y náusea a la del "regalo" que hacen al criminal croata Ante Pavelic sus ustachis, en Kaputt, el texto de Malaparte), donde los ojos son pervertidos de su condición de superficie frontal de la luz interior, divina e invisible, de sus obligaciones de testificar, además, de la apertura y cierre del amor (pues la mirada y conoce y manifiesta voluntad), no quedará al seguidor de la secta del imperativo categórico más que disponerse, por sí mismo y sin sentimentalismo, a dar una patada al escalón de la justicia y que la cuerda obre su labor, y que los buitres hagan la suya, acogiendo en su seno a esta carroña moral, antiPrometeo y Fausto invertido---
...
¿Es real lo que estamos leyendo?

9 de abril de 2008

Comentario de texto, II

En la p. 281 de Memoria personal 1920/1975 de G. Brenan (Alianza ed., 1984, 6ª ed.) se encuentra este estupendo fragmento:



Avive el seso el lector, considerando si no está delante de los elementos fundamentales del hábitat moderno, con su rostro más desabrido, y si no concluye, él como yo, que la figura del cínico (predicador de negatividades, ermitaño de hangar) corresponde como a una disposición eterna ínsita en el género humano, merced a la cual manifiesta parejas conductas en, por otro lado, verdaderamente disímiles situaciones.

O si, visto desde el otro lado, el de la cultura mayoritaria, no ha de ponderarse en el manierismo de muchas más sombras que luces de los espacios urbanos industriales la misma cara del helenismo, de la disolución de la libertad antigua, de lo cual la democracia representativa moderna no sería más que pantomima sangrante---

Comentario de texto

Después de la cita cioranesca de ayer, que yo interpreto -no sé si con razón alguna- como una referencia oblicua al nihilismo envuelto en el traslado consecuente de la disposición matematizante al ser humano (en tanto que fundación de las ciencias del hombre mediante: desde el origen en la luz del progreso tecnocientífico que mana de las "ciencias naturales"), propónese al amabilísimo y culto lector estotra cita, también en el manual aliterario de C. Mauriac:


Confesión, V

Ante el dolor ajeno: carente de palabras---

Ante el propio: carente de razón---

Delante de la muerte: sin rostro yo, avisando -el otro- de la despedida---

No hay cese sin piedad---

Realpolitik

La verdad fáctica---

8 de abril de 2008

Impresionante

Liverpool, 4-Arsenal, 2

Cicely, Almería

Para los cioranianos, en directo cálido y riguroso, esta cita que os va a gustar, en C. Mauriac, La aliteratura -sic- contemporánea---



O sea, ¿que el único...

... argumento moderno -la única presunta prueba de una época sin veleidades retóricas-, la 6ª vía, por decirlo así, supondría una actualización matemática del apriorismo platónico/anselmista?

De todas formas, la 6ª vía traduce, si no me equivoco, el ordo aristotélico en parla cartesiana---

¿Qué es la mathesis sino el supremo rigor, pasos contados, cadenas de hierro, de la tercera regla?---

Bueno, ¿pero qué es eso...

... de la crítica de los discursos?

Me respondo. Dos. El crusaíto:

¿Importa? Me pregunto -de nuevo-, ya que he responderme. Y me respondo que sí, que importa y mucho. Que si cada vez que algún sacerdote ha intervenido para insacularnos alguna demagogia dentro de los pobres cerebros (más cómodos que estúpidos) lo hubiéramos mandado plus ultra, pues eso que habríamos ganado---

...

La mentira repetida no engendra ningún tipo de verdad: ni la delación ni el rumor, a fortiori o preventivamente, han de tomarse como criterios de nada---

...

Todo lo anterior a propósito de la jerga político/pedagógica: pero hoy no tengo ganas de escribir nada de ese asunto asqueroso---

En portada

Confesión, IV

Naturalmente, como parte de la obligación contraída, se debe renunciar a la idea de un reparto del tiempo propio entre trabajo y descanso. No se debe descansar nunca: no se debe descansar si se trata de un tiempo administrado, como una concesión pasiva que hace nuestra inteligencia a los gestores de nuestra vida---

N., VI

(A propósito de un texto de Juan García Ponce en Letras Libres sobre N.)

El método verdadero, sin figuras: el pensamiento que viene al borde del camino, en el transcurso del paseo, como un incidente maravilloso---

Espejo de nada: porque no hay un autor agazapado---

El pensamiento como un se auténtico, divino, misterioso---

7 de abril de 2008

Lenguaje pegadizo

(Pensamiento y poesía; autocrítica de mi persona)

Por alguna inefable razón se me adhiere a la piel de la lengua el aroma de las palabras de María Zambrano (dicho sea sin retórica hueca: dicho sea con su ironía), en unas interpretaciones de contenido y/o exégesis textuales que supongo que serán más falsas que Judas: porque cuando las palabras con tal facilidad al paladar se pegan habrá que pensar en una cantidad no pequeña de monedas falsas y labia inane---

Proposiciones protocolares (del día)

La capacidad de meter la pata, hasta el fondo e innecesariamente, nunca deja de sorprendernos: advertir las cosas, tarde, mal---

Deseo (de) tener alumnos finlandeses: gente que adora el calor de la letra porque ahí afuera, a tres mil grados bajo cero, aúllan los lobos, enredados entre los osos. Aquí, el buen tiempo pelea/conspira con/contra el uso de la inteligencia. (¿Boutade?)

Quien ha demostrado de lo que es capaz no merece ser apreciado: porque ha demostrado de lo que es capaz. Si no, aún se podría darle una oportunidad; aún podrían darnos una oportunidad---

Confesión, III

No buscar nunca nada: abominar del reconocimiento---

Pretender la dureza de una autosuficiencia impropia---

No se hace otra cosa que pedir para sí mismo lo que se exige a los demás: cumplimiento de las normas---

...

(14 horas)

Quiero decir con esto que me parece fraudulento buscar explicaciones, excusas, racionalizar la conducta propia o ajena: como si hubieran éstas de concluir en algo diferente que no fueran ellas -las actuaciones, propias o ajenas- y ya está---

Existe el acto: su presencia única y nada más. Da igual que se trate de un acto moral, delictivo o de un acto de escritura---

Lo existente: ninguna salvación. Lo cual no es ni negro ni blanco. Es.

6 de abril de 2008

Escritura blanca

Un fin de semana, un ordenador. Nada que decir. Ah sí! La vida pasante---

Confrontado con la maldita máquina a tres palmos de mi frente, unos electrones me llevan a otros: un sinsentido a un vacío y a la inversa---

Información electrónica que debe ser convertida en palabras por la estructura emergente inesperada de una máquina orgánica conocida como Yo por todos---

Nietzsche y lo que no es Nietzsche---

***

La letra insustancia lo vivido: así entiendo lo que leo en los Diarios de I. Carrión: una interpretación excesiva o incomprensible por mi parte. No importa: mejor me invento las palabras: "insustancia"---

Confesión, II

Nos atrae de los diarios ajenos la cantidad de infortunio que allí encontramos. (No es envidia: pensar esto representa una vulgaridad. ¿Qué es lo que merece la pena que envidiemos?) Nos atraen porque como somos igual de infortunados se nos ocurre imaginar que también nosotros podríamos escribirlos---

Una sucesión de días felices, si nos la encontráramos por azar escrita, habría de provocarnos inmediatas náuseas: ¿cómo se puede ser tan estúpido y mentir tanto?

Podemos soportar la felicidad ajena, sí, con tal de que tras ella imaginemos la cercanía demoledora de la locura. Amamos lo que de abismo hay en N.

Sloterdijk sobre Nietzsche

O: la imposibilidad de escribir cuando un brillantísimo comentarista ejerce sobre el texto de un genio (i. e., S. sobre N.).

Algo más que brillantísimo. Verdad es que las cosas personales no valen (a mí no me valen, pues soy un racionalista dogmático, de los del contexto de justificación vs. descubrimiento: algo debilitado, eso sí, por el virus popperiano de primavera), pero junto a H/A en su Dialéctica de la Ilustración las páginas de un joven de treinta y pocos en Crítica de la razón cínica me parecen de lo más salvaje de la filosofía del siglo pasado.

***

Gellately, No sólo Hitler: excelente libro.

5 de abril de 2008

¿Qué entendemos por crítica de los discursos?

Uno, o el breakindance: ¿A quién le importa?

Uno: una defensa de la vida propia. Para empezar. Lo primero. No parece tener mucho sentido denunciar aquello que por indiferente no nos afecta.

Segundo: se defiende uno mismo mucho mejor aprendiendo del otro o enemigo. Al respecto, utilizo desde hace tiempo la compra y meditada lectura (en lo que se puede) de las obras de Vicente Verdú. Igual que las verdades pedagógicas acerca de cómo no se debe enseñar yo las utilizo como dogmas ultraevidentísimos y megasacros de cómo se debe enseñar, las sabias (y más generales) disertaciones de V. V. acerca del valor de la identidad de superficie que se está avistando en el horizonte tardomoderno yo las empleo como catálogo hiperexacto de todas aquellas cosas que para mí son despreciables, reafirmándome en que deben seguir siéndolo. Yo, tan tardomoderno como cualquier hijo de vecino, pero abismático de tan profundo. Oh yeah.

Pues bien, dada la inercia cultural tan poco pija y tan out, que sigue confiando en la escuela para la tarea de la reproducción social, menester será un conflicto conceptual a la hora de valorar en más o en menos las aportaciones de tan anticuada institución a la definición de la identidad que tan regularmente nos vienen administrando V. V. et al. Así que rastreando en el interesante blog de Verdú (sin ironía ninguna ahora) encontréme con esta soberbia entrada.

Yo sé que Verdú debe contradecirse (puesto que sus libros pertenecen al género del diagnóstico crítico; aunque invertido, puesto que se ejerce sobre el mismo crítico elitista) o mentir (si es consciente de la contradicción), pero no tengo pruebas de lo que digo. De todas maneras utilizaré la siguiente e inquietante frase de la entrada de Verdú, convenientemente de/negada, suponiendo que lo contrario es lo cierto, como una norma de conducta: "No sirven estos espacios, estos programas, este personal, para mejorar la educación."

Confesión

El diarista es un desgraciado: un asistente a la vida, un oyente de la verdad---

El texto: un amor pálido, olvidado---

4 de abril de 2008

Facilidad

Escribir, normalmente, no cuesta---

Escribir sin aire (sin inspiración) se parece a una pequeña tortura---

Igual, o similar, a vivir sin aire (sin inspiración)---

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Una ocurrencia: ¿de qué se ocupaba mi pobre y ansioso yo hace justo un año?

Vamos a ver...

Integridad y expresión


(P. Sloterdijk, El pensador en escena. El materialismo de Nietzsche, Siruela, 2000, p. 39)
Es decir: un mundo de posibles imaginados (a priori), concorde con los resultados obtenidos en el tiempo por evolución de una especie asombrosa para sí misma (a posteriori).
La verdad: ese acuerdo de/entre novela teológica y ontología mundana, desgarrada o desencantada---
***
Hay quien todavía se encanta: con el neodarwinismo. O tempora...
Hipótesis poco meditadas, como son las mías todas:
Quizás los filósofos yanquis no interesen tanto porque no interesa (a esa disposición que mientan desde Aristóteles a Kant) el industrialismo como visión del mundo. O porque no son originales (plantas trasplantadas del continente, aclimatadas allí). O porque los que sí son originales -nuestros queridos continentales- siguen asombrando: la filosofía, o pega el martillazo en las neuronas o es edificante pastiche...

N., V

A través de las paradojas, que constituyen la representación de una polaridad fundamental, en torno a significado/in-significado, deberá cada sujeto estimar si le resulta pensable una afirmación que sea otra cosa que una falsa regresión, que una ingenuidad hipócrita---

Claro y distinto: creer demasiado en las palabras, incluyendo esas veneradísimas acerca de que ya no se cree, supone una recaída en las ideas viejas, ya no frescas y bellas como pertenecientes al rostro de la verdad-mujer. Sino arrugadas y secas---

N., IV, petites lectures

¿Una denuncia de la razón?

¿Con qué motivos?

En cuanto haya una razón todo el empeño se revela imposible, contradictorio---

Imposible explicar esto: sí se puede intuir, dando razón vital a D.

Sloterdijk, Nietzsche

Dolor de cabeza---

3 de abril de 2008

Pues vale, pues venga...

... una ocurrencia... ¿por qué no? Si la vida son cuatro días...

"Autoficción: la mitad de la verdad, pero sólo porque muchas veces falta el contexto."

O sea que... o sea... que si un dios conociera (infinito, claro) podría incluir lo imaginado en su sistema (auto)veritativo...

Humm!

Si un dios...

Vamos a pasear esto...

La obligación de aprender

O: los impedimentos para descansar---

Sine ira...

Quien es poco astuto lo manifiesta siempre que puede. Esto es: siempre que no debe. Después vendrá el arrepentimiento, cuando el daño (sobre el propio crédito) esté hecho. Y la honra una vez que se pierde no se recupera nunca...

Bah! No importa. Nada importa delante de la creencia salvadora de que la letra redime de los pecados mundanos...

Se pierde en el mundo. Sea. Se gana en el texto. Pues de los fondos turbios (siempre que no se trate de las raíces del mal) sale la claridad---

En efecto: el que escribe no es el que vive. Por la escritura se puebla el mundo imaginado; por la vida se va vaciando la experiencia, se va saliendo de la experiencia comunicada---

N., III

Elogio de las mansedumbres:

La santificación de la voluntad, de la vida afirmativa: el peor de los positivismos, una racionalidad a pie de obra o de calle---

Decir que no a las razones: cuando en realidad se está pronunciando una en voz muy alta, para negar todas las que lleguen después---

(Proclamar el silencio lógico, a voces: he ahí el mensaje elemental de N.)

2 de abril de 2008

N., II

"Lo hemos matado...


La cita nietzscheana, del loco locuaz, aparece en "Nietzsche superhombre", un texto de R. Safranski en el número 226 de Revista de Occidente, en marzo de 2000 (pp. 7-22). Las cuestiones o dudas (subrayadas en azul) son las que se plantea cualquier escolar que tiene que ejercitarse en desentrañar analíticamente el mensaje que le propone su maestro.
Por lo tanto:
1º ¿Qué significa el acontecer del mundo?
2º ¿Qué significa la proposición que lo recoge?
Ni una ni otra de las preguntas, y tampoco la relación de verdad entre proposición y acontecer, reciben una respuesta humana.
...
Se ha dejado de creer y ya está... Sin que estemos capacitados para dar otra explicación que no consista en una mera ensalada de palabras, en una sinonimia extendida, parlanchina y académica.
Así igual que siempre: entre la palabra-lanzadera y el espacio-cosa-verdad que representa la meta está toda la promesa. Se necesita poco para apercibirse de que ocurre aquí como en los mejores sueños: inmediatamente los pasos se convierten en lentos, torpes, imposibles... hasta llegar a olvidarse el mismo inicio del sueño que lo desencadenó todo.
Lo mismo en el lenguaje: inmediatamente otra palabra después de la palabra. Un vago contento, prometedor, de mañana y frescura. Pues se va revelando la inteligencia al aprendiz que se ha soltado de la mano del tutor. Luego otra palabra. Pero cae la noche y no ha habido más que una charla sin final---
Entre dejar la mano de Dios y nuestra conciencia: puntos de vista asentados en el abismo, una duda durmiendo en nada, el ojo que no descansa en ningún sol turbio. Ha ocurrido---
...
Igual que ocurren, sin porqué, las rosas y la melancolía: acompañando el vuelo falso horizontal del sol, ocultándose todo por la noche, para revivir -excepto una única vez, y eterna- por la mañana.
Se quiere desaparecer un poco del tráfico, pero el exceso de luz tira hacia la calle y la ciudad. Una apariencia para ti, el observador. Pues tú no participas, tú cuentas que.

A veces

Se escribe---

Para no olvidar del todo el conato de pensamiento, la idea incipiente, una armonía entrevista que no estaba en el mundo---

Lo escrito solamente representa una aproximación. Afortunadamente.

N.

La muerte de Dios: el horizonte borrado, según La gaya ciencia---

Ningún lugar a donde mirar en un sentido preferente, mejor que a cualquier otro; pura indiferencia, mala infinitud---

(Por lo tanto, supresión de las perspectivas.)

(Pero, ¿no es éste el camino del espacio abstracto abierto por la mathesis moderna? Abierto por su magnífica, engañosa y fría incomprensión.)

¿Quién se pone en marcha? Sin camino porque no hay meta: indiferencia, posibilidad abierta, nada para construir, en el terreno baldío---

(Caída y errancia: dice el texto de N. Libertad: sin cadenas solares, divinas---)

...

Pero no somos nosotros los culpables: borramos el horizonte, desecando su agua, porque alguien nos otorgó la esponja. ¿Un acontecer?

1 de abril de 2008

Aforística brasileira

Pro:

Ser sabio: no dejar entrar la ira en casa---

Contra:

El mismo N. es el que anota -con tiza en una pizarra, y sin encender la luz- las meditaciones de las noches insomnes y el terrible misógino, incomprendido -pienso- en su sentencia terrible de ir con el látigo cuando se sale con mujeres (porque el látigo era para él mismo: su bonhomía tímida no podía considerar otra cosa).

El ángel que avista más allá de un horizonte secular no ha conocido el amor de los cuerpos, el entrelazado sublime, deleitoso y privado, que ejecuta en ellos---

Final de texto, II

Como una muestra del espléndido libro de Claudia Koonz (La conciencia nazi, Paidós, 2005) valga este fragmento de la p. 313 -al final del libro-, que contiene todo un programa de Ilustración:

Agresividad

El exceso burocrático en la moralidad, el empeño de ajustar nuestra conducta en todos sus aspectos al reglamento en todos sus aspectos, conmueve de una manera inconveniente a los espíritus pusilánimes: se defienden como felinos. O como seres melancólicos, extraños---

Final de texto

En el último capítulo del libro de Cl. Koonz (La conciencia nazi) conocemos la aceleración trágica de los sucesos. Poco antes de la guerra se cierne la amenaza de exterminio, la realidad que corresponde -que se espera- a la demonización del otro, sobre el que se proyecta la propia intención criminal. No se detallan los pasos que llevan al crimen, quizás porque eso pertenece a otro libro. Quizás porque el salto inmoral resulta impensable---