Ceremonias.
Malestar.
Melancolía.
Enfermedades y aprensiones.
Intentos de cura.
Un tirar hacia adelante que me hace valeroso, a mí que no lo soy.
Ah, comuniones! Y derrota de Nadal!
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
31 de mayo de 2009
30 de mayo de 2009
Supervisar y administrar penitencia
Desde el inicio de la era moderna se aplica la mecánica a los cuerpos muertos que estudia la anatomía. Un relojero intenta poner en marcha, o nada más intenta ver lo que pasa, la apariencia inerte de un ser humano. Las leyes físicas están ahí (descubiertas), la muerte ha estado siempre. Convengamos entonces en que las fechas nos sirven convencionalmente, igual que una herramienta para empezar la narración; que, por tanto, los hechos referidos en las proposiciones que se basan en esa fechas no tienen otro estatuto que el de convenciones, también. Pero surgieron los anatomistas, las leyes de la fuerza (impresa) fueron publicadas en libros, la Parte V del Discurso... cartesiano escrita a manera de una invitación o una premonición. Mathesis, ciudad, orden, racionalización, etc. Bastaba con que el Dios desterrado del latín y las iglesias oscuras se acogiera a la protección de la voluntad de cada uno, a su arbitrio soberano, para que otro, una vez que los soberanos terrestres habían perdido la tierra, o poco antes o poco después (ya sabemos que las fechas no ...), se atreviera a imaginar en los transeúntes tan distintos (los viajes nos hicieron conocer la diferencia) la posibilidad de una anatomía, en esos cuyas caras alegres y pasos rápidos parece que quieren huir a toda costa de ella, de ser estimados como relojes muertos.
Foucault, vía.
Foucault, vía.
Condiciones
El mundo constantemente a una nada de que se rompan los hilos: que se dé lo primero y no lo segundo y que haya que volver a empezar:
"...Si pudiera haber una lógica aunque no hubiera mundo, ¿cómo puede haber una lógica, dado que hay un mundo?" (de Wittgenstein).
"Hasard ou génie?" (Valéry).
"¿Genio si no azar?" (Guillén)
"Si me engaño, existo. El que no existe no puede engañarse; luego yo existo si me engaño." (S.Agustín)
"Si no hubiera agua, ¿cómo es que hay sed?" (Fray Gerundio)
Vía.
"...Si pudiera haber una lógica aunque no hubiera mundo, ¿cómo puede haber una lógica, dado que hay un mundo?" (de Wittgenstein).
"Hasard ou génie?" (Valéry).
"¿Genio si no azar?" (Guillén)
"Si me engaño, existo. El que no existe no puede engañarse; luego yo existo si me engaño." (S.Agustín)
"Si no hubiera agua, ¿cómo es que hay sed?" (Fray Gerundio)
Vía.
29 de mayo de 2009
Caracterización
No una mente sin know how lógico. Lo que es cierto y es trivial: como si el mundo solamente pudiera existir con su brillo para los sujetos atentos a los entes matemáticos. No. Alguien preso en los recuerdos, dedicado a la piedad de los hermanos ancianos muertos, en otra época y patria. Cómo nos acordamos de Pessoa cuando no lo leemos, de la mirada que cae oblicua, porque -leyes geométricas- no puede caer en picado, desde la ventana a la calle de todos los días y de otros siempre---
Fides semper
Me gustaba formalizar porque no sabía para qué y tampoco tenía talento. Se es un espíritu bastante ilógico, a veces se duda de que se sea (entonces nos acordamos de D.). Está ahí el mundo con sus oraciones informales y llega uno con el bisturí a poner orden, a establecer secuencias, a desvelar relaciones. Quizás, si hay suerte, al cabo encuentre un Dios que dé sentido, a la serie y a la tarea, deshaciendo el sudor con el que fuimos castigados hace una eternidad. Pero sucede que me he dejado el libro de cubiertas rojas en el lugar de trabajo (como si esto se pudiera decir todavía en tiempos de bárbaro posthumanismo), y que los ejemplos maravillosos de la sentencia de Wittgenstein, así como la traducción que hace Jorge Guillén de un verso de Paul Valéry, el cual también figura, duermen sin que yo les pueda hacer la caridad de mostrarlos. No la necesitan, de acuerdo, porque ellos son eternos y yo un amanuense desorientado y escéptico. Sin embargo, a mí sí me vendría bien su c(l)aridad. (Están hacia el final de la Introd. a la lógica formal de A. Deaño.)
Los virus de la estación
(Como dice alguien, un crack poniendo títulos. Se me ocurre otro: El señor de... de... los anillos. ¿Puede ser? ¿No? ¿Por qué? Sí, es verdad, quizás necesite abandonar el solipsismo.)
Acatarrado, pues, o yo qué sé qué demonios cartesianos...
***
De un lado a otro de mi amplísima y soleada calle me han colocado un cartel electoral. Vote P. Pues no, no pienso. Qué le vamos a hacer!
***
Podrá no haber mundo, que siempre habrá política.
Acatarrado, pues, o yo qué sé qué demonios cartesianos...
***
De un lado a otro de mi amplísima y soleada calle me han colocado un cartel electoral. Vote P. Pues no, no pienso. Qué le vamos a hacer!
***
Podrá no haber mundo, que siempre habrá política.
28 de mayo de 2009
Glam
A causa de que X es deseado por Y, yo (es decir, Z) lo deseo también (miméticamente). Desde otro punto de vista, X es objeto de la envidia de X´, que está en una posición similar a X (de deseado potencial).
Emulación y envidia conforman (envenenando, la serpiente) buena parte de las relaciones sociales.
***
La proyección física de nuestros deseos, como el hecho de que deba existir un mínimo de atractivo carnal en la pareja imaginada (reproductiva o contraceptiva), pero que una circunstancia así no se limite a la consideración de un arquetipo gimnástico, sino que admita la interpretación (una mirada, la sonrisa, los ojos, los dientes, etc.), acaba, por esta flexibilización de los principios, en nada.
O quizás la concesión de la interpretación, a petición de los oyentes, no significa nada tampoco: un salir por la tangente y nos callamos.
***
Nada de lo anterior depende de mí.
Emulación y envidia conforman (envenenando, la serpiente) buena parte de las relaciones sociales.
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La proyección física de nuestros deseos, como el hecho de que deba existir un mínimo de atractivo carnal en la pareja imaginada (reproductiva o contraceptiva), pero que una circunstancia así no se limite a la consideración de un arquetipo gimnástico, sino que admita la interpretación (una mirada, la sonrisa, los ojos, los dientes, etc.), acaba, por esta flexibilización de los principios, en nada.
O quizás la concesión de la interpretación, a petición de los oyentes, no significa nada tampoco: un salir por la tangente y nos callamos.
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Nada de lo anterior depende de mí.
Perdido
Un día después cobré conciencia de que mi alegría formaba parte del experimento. Que esta isla es el mundo y que el artesano de los sueños está fuera y por encima---
Política democrática
Un proyecto de vida...
Sí, pero ¿en qué consiste?
No creo que el tiempo se estire según nuestro deseo, nuestra planificación, según programas y todo eso...
No creo que el tiempo se estire según nuestro deseo, nuestra planificación, según programas y todo eso...
27 de mayo de 2009
La otra Santa Cena
(Leo Strauss: La ciudad y el hombre)
Platón, República:
Antinomia: lo que dicta la ley Vs. un bien común (que si ha de ser coherente tiene que comprender -permitir- el bien de cada uno).
Pero no es una lectura agradable. Requiere una segunda vuelta.
Platón, República:
Antinomia: lo que dicta la ley Vs. un bien común (que si ha de ser coherente tiene que comprender -permitir- el bien de cada uno).
Pero no es una lectura agradable. Requiere una segunda vuelta.
Pan y circo
No importa la sangre (en la arena), la fuerza (en el césped). Nos fascina la suerte. La previa. Un no saber. ¿Quién guarda las certezas? ¿Quién atesora los hechos, adelantándose al tiempo?
***
En otro orden de cosas, en el mundo inverso: Resistencia y sumisión de D. Bonhoeffer; una biografía de W. Blake escrita por Chesterton (en la Biblioteca de H.O.).
***
¡Qué superficial soy!
***
En otro orden de cosas, en el mundo inverso: Resistencia y sumisión de D. Bonhoeffer; una biografía de W. Blake escrita por Chesterton (en la Biblioteca de H.O.).
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¡Qué superficial soy!
De vuelta
Delante de la propia vida, la gran cuestión, da igual escribir que no... Eso les importa a otros. A nosotros, en la medida en que somos los otros de ellos, los que escribieron...
Prudencia
(Críptico, aprensivo)
El acceso a ciertas informaciones no es muy conveniente sin las claves interpretativas adecuadas...
El acceso a ciertas informaciones no es muy conveniente sin las claves interpretativas adecuadas...
26 de mayo de 2009
Puntos de v.
Lo que nos parece conmovedor, patético en el buen sentido, porque lo hemos extraído del saco en el que está depositado el conjunto cálido de nuestras queridas ideas, a otro no tendrá que resultarle más que patético en el mal sentido: impudor, debilidad, egotismo. Tendrá razón de superficie al apreciar así las cosas. Pero deja que él piense lo mismo que tú, y que se atreva a confesarlo. A sí mismo, ante todo.
Así nos conocemos los espíritus vengativos y mendaces. En estas proyecciones. En el placer de imaginar que la poca fuerza que te queda se va en decir la poca fuerza que te queda (en este día o en tu vida). Esta frase, desde luego, solamente se comprende en soledad. Se descubre, entonces, un significado en el que sobran las palabras; las que hasta ese momento de verdad se había pensado que transparentaban algo diferente---
Así nos conocemos los espíritus vengativos y mendaces. En estas proyecciones. En el placer de imaginar que la poca fuerza que te queda se va en decir la poca fuerza que te queda (en este día o en tu vida). Esta frase, desde luego, solamente se comprende en soledad. Se descubre, entonces, un significado en el que sobran las palabras; las que hasta ese momento de verdad se había pensado que transparentaban algo diferente---
Paraguas, mesas
Hay días en los que se está tan cansado que no se entiende el por qué de los halagos. En los que un texto en inglés para traducir constituye un suceso diferente de tu locura. Siendo todo cierto.
V. Ferreira, Pensar
Escribir según Cortázar, Rayuela, 82:
Pero no es Cortázar (V. Ferreira, Pensar, Acantilado, p. 99, pár. 131)
Una acusación
Escribe, después del festín de ostras consabidas, esta perla el Dr. Santos Guerra, una de las luminarias psicopedagógicas contemporáneas:
Es lamentable que en cualquier institución eche raíces este terrorismo que causa injustamente tanta desolación. Pero que se desarrolle en instituciones educativas es absolutamente inadmisible. Me indigna que se pierda un buen profesional por este motivo tan miserable.
Sí, señor. Un terrorista, y por contigüidad un mal nacido genérico. Un profesor de secundaria. Pero cuando lo que yo (es un poner) diga se entiende como prueba de mi culpa, eximiéndome de las ventajas de un tribunal cualquiera, no puedo dejar de imaginarme al inquisidor totalitario con pretensiones inversas (fraternidad universal).
Es lamentable que en cualquier institución eche raíces este terrorismo que causa injustamente tanta desolación. Pero que se desarrolle en instituciones educativas es absolutamente inadmisible. Me indigna que se pierda un buen profesional por este motivo tan miserable.
Sí, señor. Un terrorista, y por contigüidad un mal nacido genérico. Un profesor de secundaria. Pero cuando lo que yo (es un poner) diga se entiende como prueba de mi culpa, eximiéndome de las ventajas de un tribunal cualquiera, no puedo dejar de imaginarme al inquisidor totalitario con pretensiones inversas (fraternidad universal).
25 de mayo de 2009
Maldad
Hay una clase de seres que con la honda lanzan la palabra. Se quieren davides y no pueden ocultar sus hechuras de caínes, la afición a la quijada y al eructo (verbal). En otra época hubieran sido peligrosísimos. Por su causa las revoluciones causan muertes -creemos. Puestos a arrojar palabras...
(Yo quiero ser de Chaves Nogales, de los asqueados por causa de los dogmáticos... Me vale más una duda que todas las utopías. Lo sagrado está en ella, no en que alguien se ilumine y quiera ver arder a los demás.)
(Yo quiero ser de Chaves Nogales, de los asqueados por causa de los dogmáticos... Me vale más una duda que todas las utopías. Lo sagrado está en ella, no en que alguien se ilumine y quiera ver arder a los demás.)
Haciendo amigüitos, algo perdido
He decidido que no voy a ver la serie Lost (Perdidos), pues seguramente no llegaría a enterarme de nada y sólo conseguiría incrementar mi sufrimiento... Por eso es por lo que suelo preguntar algunas cuestiones de la serie, por las bravas y con siete velos de ignorancia. Fate, Late, Hate... Los guiños y Robert Mitchum en La noche del cazador. Bah! Qué más da, si ya es tarde! Tan fascinante como la serie es la adicción que provoca, las olas de entusiasmo de culto. vale. Así sea. Yo no la pienso ver, porque soy un ser arisco.
Pero quería nombrar esta serie nada más que como un contraespejo de mis intenciones. Yo lo que quiero mayormente es establecer un club de lectores (los sedicentes no, que engañan) de Los grandes cementerios bajo la luna de Bernanos, aquí en España. En Cataluña también, dado que hay edición en catalán. Ésta sí que sería una minoría inmensa de amigüit@s enredad@s y no la de Lost. Inmensamente pequeña, quiero decir, porque mi hipótesis de trabajo es que el libro lo han leído pocos. Casi nadie, más bien, aunque muchos lo hayan comprado y puedan decir Mallorca, 1936, Sí. pasen y vean. Lean. Luego me cuentan. Si lo han leído, me cuentan también. O quizás es que yo soy demasiado ignorante...
Pero quería nombrar esta serie nada más que como un contraespejo de mis intenciones. Yo lo que quiero mayormente es establecer un club de lectores (los sedicentes no, que engañan) de Los grandes cementerios bajo la luna de Bernanos, aquí en España. En Cataluña también, dado que hay edición en catalán. Ésta sí que sería una minoría inmensa de amigüit@s enredad@s y no la de Lost. Inmensamente pequeña, quiero decir, porque mi hipótesis de trabajo es que el libro lo han leído pocos. Casi nadie, más bien, aunque muchos lo hayan comprado y puedan decir Mallorca, 1936, Sí. pasen y vean. Lean. Luego me cuentan. Si lo han leído, me cuentan también. O quizás es que yo soy demasiado ignorante...
Psychopedagogical song
Entienden ellos que el niño es un artefacto maravilloso del que pueden salir todas las cualidades positivas, con tal de que se pulse la cuerda adecuada. Lo creen porque se han quedado en Rousseau y no han llegado a Kant, que es algo más difícil de leer, pero muy claro. Porque han tomado de Rousseau, en cuanto contenido afirmado de la humanidad, lo que es su condición social falsa. Con este truco han logrado santificar a la juventud existente, condenando a mayores y maestros a la admisión del pecado (pues nunca hacen lo suficiente) y a la misma juventud a la ignorancia y esclavitud consumista futura (con el azúcar venenoso de decirles lo estupendos que son, y tan inocentes). Han ideado un espantajo, un homúnculo estupendo del que han restado la libertad. Si a ellos no les sirve, si quieren ser serviles, ¿por qué habrían de pensar que habría de ser útil a los demás? Pero sabemos, hemos leído a Kant cuando nosotros éramos jóvenes, que no se juega con las cosas de verdad: que la libertad que estaba antes (de la sociedad; en la mente de Dios o en la naturaleza) tiene que venir al final (como demanda moral y luego política). Con esta piedra en las manos, y con el carácter antinómico definitivo de la inteligencia, cualquier postura de ingeniero social (para lo cual no hace falta saber matemáticas, sino ser político en todo y siempre), en particular aquella que demanda a los demás una vuelta de tuerca más a la voluntad (tú debes porque ellos… son tan auténticos y alegres), habrá de quedar como lo que fue siempre: una simpleza. Basta con la libertad de uno, consistente en decir que no, para que la presunción dogmática de un control total de las condiciones dadas (a fin de lograr uno que los demás sean felices) se vaya al infierno (de los despropósitos). Al que dice que no, yo lo respeto. Los paniaguados sin Dios, pero contagiados de optimismo, me merecen desprecio.
24 de mayo de 2009
Experiencias privilegiadas
... Pocas como la del hastío, la vaciedad interior, lo que no llega al aburrimiento porque la angustia remanente no te deja bostezar, las de las tardes sin música, las de las tardes sentadas (no tú, sino el día)...
El mundo parece otro. Sin que nos engañemos, porque sus elementos siguen siendo los mismos, y nuestro lugar en él -en su intrincado sistema- no ha variado. Pero artificialmente es como si lo hubiéramos empequeñecido y puesto ahí delante, un objeto pequeño en la mano. ¿Era esto? -nos preguntamos. El mundo se limpia, salta el polvo depositado. En nuestra alma, nuestra alma es el mundo. Puesta ahí delante sobre la mano. Y ahora... ¿qué?
El mundo parece otro. Sin que nos engañemos, porque sus elementos siguen siendo los mismos, y nuestro lugar en él -en su intrincado sistema- no ha variado. Pero artificialmente es como si lo hubiéramos empequeñecido y puesto ahí delante, un objeto pequeño en la mano. ¿Era esto? -nos preguntamos. El mundo se limpia, salta el polvo depositado. En nuestra alma, nuestra alma es el mundo. Puesta ahí delante sobre la mano. Y ahora... ¿qué?
Intenta recordar...
¿Dónde estaba ese pasaje que te suena al cap. 82 de Rayuela, el que contiene la pregunta de por qué se escribe -esto- y se la va respondiendo mientras escribe?
Inténtalo: Miguel Torga, quizás; V. Ferreira, puede; ¿Klossowski sobre N.?; Chaves Nogales, no sé...; ¿Bernanos, acaso?; un sueño...
Inténtalo. Para universalizar la pregunta y poder nadar entre todas las respuestas insatisfactorias...
¿Por qué se sigue escribiendo -esto?
Inténtalo: Miguel Torga, quizás; V. Ferreira, puede; ¿Klossowski sobre N.?; Chaves Nogales, no sé...; ¿Bernanos, acaso?; un sueño...
Inténtalo. Para universalizar la pregunta y poder nadar entre todas las respuestas insatisfactorias...
¿Por qué se sigue escribiendo -esto?
Un libro realmente encantador
No puedo, realmente, más que estar de acuerdo con la valoración última de la cosas que hace Chaves Nogales en las frases conclusivas del libro. Esto es: que hay más verdad en la pequeña, íntima, dramática historia desvelada, verificada por otros que no son Juan Martínez, que en toda la peripecia revolucionaria por la que atraviesa el extraño y pícaro protagonista. La revolución, viene a decir el autor, consiste en una hybris, en querer ser lo que no somos, mucho más de lo que somos---
Hay edición reciente, ed. Libros del asteroide. (Me parece que esto ya lo he puesto, pero como es ahora cuando he acabado el libro, pues no está mal recordarlo... )
Resignación
A través de la razón (en griego); a través de la palabra (en latín):
Sé que es demasiado lo que no sé, y muchísimo más lo que no voy a saber. En ese caso, y puesto que no tengo tiempo de conocer eso, para hacerme mi propia interpretación, no estaría mal que tú me aclararas---
Diálogo, conversación---
Sé que es demasiado lo que no sé, y muchísimo más lo que no voy a saber. En ese caso, y puesto que no tengo tiempo de conocer eso, para hacerme mi propia interpretación, no estaría mal que tú me aclararas---
Diálogo, conversación---
Socratismos
No albergo dudas de que el sufrir la injusticia provoca vergüenza. Lo sé. Como que la revancha tampoco solucionaría nada. Creo también que la vergüenza mayor está en lo contrario, en provocar uno mismo el mal. Pero hace falta advertirlo, hace falta que la vergüenza ya esté para que la vergüenza se abra paso. Difícil, ¿verdad?
En sufrir a causa de lo hecho por uno mismo estaría, si la hubiera, la diferencia entre clases (qué atrevimiento pensar en castas... según sus hábitos). Aquí es donde nos tenemos que separar de los nietzscheanos, pero no porque sean aristocráticos, sino justamente por la razón inversa: por una adoración maravillada que manifiestan hacia los modales de la chusma -llegan algunos a sostener. Entonces, si realmente sucede esto, N. es un retórico que en privado es un hombre bueno. Pero al que, a causa de su inconsistencia, no debemos tomar en serio---
En sufrir a causa de lo hecho por uno mismo estaría, si la hubiera, la diferencia entre clases (qué atrevimiento pensar en castas... según sus hábitos). Aquí es donde nos tenemos que separar de los nietzscheanos, pero no porque sean aristocráticos, sino justamente por la razón inversa: por una adoración maravillada que manifiestan hacia los modales de la chusma -llegan algunos a sostener. Entonces, si realmente sucede esto, N. es un retórico que en privado es un hombre bueno. Pero al que, a causa de su inconsistencia, no debemos tomar en serio---
23 de mayo de 2009
Perdón
El cristianismo no debería extenderse hasta la comprensión de los que niegan sus actos injustos, en las acciones y relaciones públicas. Pero no hay duda alguna de que los han cometido! Ni segundas oportunidades ni nada---
Podría leer mil veces ...
... el Esperando a Godot de S. Beckett sin entender absolutamente nada, que es lo que me ha pasado a lo largo del mucho tiempo (después del mucho tiempo, quise escribir) que me ha costado leer el corto y agotador libro. O de eso se trata (concerned with it). De que sea incomprensible no la materia del mundo sino la acción; no el libro sino el lector; el cosmos no, el hombre.
Bernanos
No me gusta el olor de los libros viejos, me provocan alergia, pero el aroma del vol. I de Literatura del siglo XX y Cristianismo de Ch. Moeller (Gredos, 1970) es espléndido, memorable. Casi un olor de santidad. Ya el título del volumen es inmejorable: El silencio de Dios. El elenco también: Camus, Gide, A. Huxley, S. Weil, G. Greene, J. Green, Bernanos. Rien va plus.
Hubiera sido posible...
Hubiera, pero no...
Bajo la influencia de cierta música francesa, de una imagen, fotografía, etc. por un instante se piensa que si...
Pero se es demasiado local, apegado a la lengua...
El mundo es o está. El pensamiento contrafáctico sobre ello representa un juicio extramundano. Gratuito y estéril.
Bajo la influencia de cierta música francesa, de una imagen, fotografía, etc. por un instante se piensa que si...
Pero se es demasiado local, apegado a la lengua...
El mundo es o está. El pensamiento contrafáctico sobre ello representa un juicio extramundano. Gratuito y estéril.
Negro
Fuera de mí, fuera de sí: un crimen. Otra mujer. Un signo político. Una vida, antes. No se quiere cubrir con más seguridades -relatos lyotardianos- lo que es una tragedia---
***
En general: el racionalismo está a dos décimas de la locura. Por eso pide cierres, clausuras, llaves, muerte...
***
En general: el racionalismo está a dos décimas de la locura. Por eso pide cierres, clausuras, llaves, muerte...
22 de mayo de 2009
Comencé a odiar la imagen ...
... , no entendía el cine, no veo la tv, soy un gran amante de la verdad y un fingidor, alguien que desprecia vanidosamente su empequeñecido ego.
Sigo sin entender el cine y todo lo demás.
No obstante:
¿Cómo describir ...
... un estado?---
Vacío lingüístico, blanco, neutro---
Desánimo, angustia, cansancio, nada---
Bernanos, 1936, crímenes políticos y banderías católicas---
Música en el pc, pero no es lo mismo que en vivo y/o compañía---
Sinceridad, pero no es lo mismo que en vivo y/o compañía---
Verdades, pero no es lo mismo que dejarlas en el cajón, donde pesan mucho más. ¡Cuánto mayor sería mi angustia! Sin adornos, sin retóricas...
Verdades... Hasta diría la verdad. Nada de lo de ahora lo es. ¿Cómo podemos saberlo? Una pantalla, una máscara. Muchas, a lo largo del día. Únicamente es verdad que estoy aquí delante. Evidente, aunque insulso. Soy en la medida en que estoy delante, en que soy objeto.
Vacío lingüístico, blanco, neutro---
Desánimo, angustia, cansancio, nada---
Bernanos, 1936, crímenes políticos y banderías católicas---
Música en el pc, pero no es lo mismo que en vivo y/o compañía---
Sinceridad, pero no es lo mismo que en vivo y/o compañía---
Verdades, pero no es lo mismo que dejarlas en el cajón, donde pesan mucho más. ¡Cuánto mayor sería mi angustia! Sin adornos, sin retóricas...
Verdades... Hasta diría la verdad. Nada de lo de ahora lo es. ¿Cómo podemos saberlo? Una pantalla, una máscara. Muchas, a lo largo del día. Únicamente es verdad que estoy aquí delante. Evidente, aunque insulso. Soy en la medida en que estoy delante, en que soy objeto.
¿Jansenista?
Claro que sí. Ayer lo pensé. Chez Maud hace unos años, o desde siempre. An cá su prima, la otra noche. Ayer pensé que no escriben los seres felices, los que deben emplear su inteligencia en asistir al mundo que los contempla. Su razón, por ello, no les obliga. Son. Jansenista, pero real, esclavo... tengo que ser. Escribo. Contemplo el mundo, pero no asisto a sus nupcias.
21 de mayo de 2009
¿De qué sirve lo que escribo?
De nada. Mientras tanto, respiro. La certeza de ser y de la angustia quizás sea, por lo menos para mí, la gran novedad de la Galaxia Internet. Compartimos ese sinvivir anónimo. Publico luego soy o respiro: la única teoría posible reside para mí en ese gesto---
Como te decía...
Conozco en mí a media docena de seres, que van sucediéndose de la mañana a la noche, también durante el sueño, cada uno de ellos con una vida distinta y un tono que colorea de distinta manera el mundo. Alguno de ellos, en algún momento, no está cansado y tiene esperanzas. Los otros lo devuelven al orden. De lo cual levantamos acta.
Pensamiento
El diario de un hombre gris debería proceder al modo de una crónica minuciosa de los contactos de un burócrata agotado con las gentes que son víctimas de la situación, pero que a pesar de todo tampoco son buenas gentes.
Aletheia
El velo fuera de las cosas. El velo fuera de los ojos. En esta duda, acerca de dónde localizar la recta mirada, si en el hablante o en el mundo, está el vínculo, la ley de la intención de verdad: ésta como correspondencia. El método también: ¿Cómo hay que quitar el telón? Aquí y allí. Universal y matemático. Lo mismo. Lo técnico.
Cansancio
Ayer, stress---
Anteayer, desesperación---
¿Alguien podrá creer que haya tal cantidad de seres irrazonables en el mundo? Melancolía de que yo lo diga, que no soy el summum de la prudencia.
Anteayer, desesperación---
¿Alguien podrá creer que haya tal cantidad de seres irrazonables en el mundo? Melancolía de que yo lo diga, que no soy el summum de la prudencia.
20 de mayo de 2009
Adversus John Locke
Nunca se olvida, del continente nunca se salta a una isla sin recuerdos, yo me sigo sintiendo culpable de lo que ignoré, de aquello que pude saber. Eso como pecado es mi pasión (permítaseme esta frase atroz, pero es la verdad más rápida). Quiero decir que los seres humanos cargan muertos a su espalda, algunos de ellos no los conocen todavía, ni nos conocen, a causa del frío que les dimos cuando vivos, del calor que no les sirve ahora que están casi olvidados. ¿Lo están? Que sea tu memoria honesta y que se mueva cada día entre los dos mundos---
John Locke
Un mes de mayo decides cambiar, al no gustarte ése que va contigo como un espejo unos pasos por delante, con lágrimas que asoman a una edad prohibida. Te dices que eso no puede ser, que hay muy pocas cosas que valgan la pena, muy pocos incondicionales de donde puedan manar imperativos.
Pobre hombre, Poor man, Pauvre homme, incapaz del supremo gesto del desprecio que consiste en ignorar. Ignorar no representa un no saber, sino un no querer saber, un poder de decir no y no un defecto, si cogemos gramáticas nietzscheanas.
Contigo va siempre la compasión, aunque tú no quieres que a ti te alcance y debas morir en el intento, de lo más infamante, que es una muerte natural sin campo de batalla. Quizás con la compasión venga el amor y sea una flecha que a ti te alcance y que tú no dispares. Bah, qué más da! Te sobra con que cumplas tu deber, sufriendo el corazón de lo que no sabes, de la falibilidad de los juicios. Incluso de los errores que comete tu piedad. En este punto ya te has vuelto cristiano de nuevo, devuelto de las cimas del cinismo.
No te gusta tu sombra, pero es verdad que de noche no hay sombra más que en tu cabeza, igual que no hay otras realidades que te imaginas más que en tu cabeza, van tus dudas nada más, silenciosas, sin música del mundo que a esa hora te distraiga, un coche o un balcón, un niño o el anciano del pijama que te saluda por las calles de tu ciudad pequeña. Poor man, maldito melancólico en cualquier idioma de los muchos que desconoces. Te salvó ayer el asomo de piedad. Mucho mejor hubiera sido un beso. Te salvó que quisiste darlo, a una mujer que sufre sin merecerlo. Nadie merece el sufrimiento, aunque los malvados se merezcan una retribución en especie proporcionada. Hay tantos malvados! Tantos rostros risueños que traicionan…
Pero deja el rencor que no te va, agárrate al viento generoso que por un momento te rozó, a la crispación de la carne y la debilidad humana, que son todo contra tanta mentira abundante en palabras, contra esos revestimientos de la tontería con que los seres hacen como si nunca tuvieran que morirse y esta no fuera una raza de perdedores. Yo lo sé, que somos de una raza sufriente, que se equivoca sin remedio. Yo lo sé: de la raza de los jóvenes muertos en su flor sin comprender, de los ancianos que todavía no han comprendido, de mí que los recuerda sin saberlo en una calle sin pasos y sin hombres, cuando comprendo que poco es lo que soy y, como tú me dices, qué poco nos queremos…
Que quede constancia de estos asuntos pido nada más.
Pobre hombre, Poor man, Pauvre homme, incapaz del supremo gesto del desprecio que consiste en ignorar. Ignorar no representa un no saber, sino un no querer saber, un poder de decir no y no un defecto, si cogemos gramáticas nietzscheanas.
Contigo va siempre la compasión, aunque tú no quieres que a ti te alcance y debas morir en el intento, de lo más infamante, que es una muerte natural sin campo de batalla. Quizás con la compasión venga el amor y sea una flecha que a ti te alcance y que tú no dispares. Bah, qué más da! Te sobra con que cumplas tu deber, sufriendo el corazón de lo que no sabes, de la falibilidad de los juicios. Incluso de los errores que comete tu piedad. En este punto ya te has vuelto cristiano de nuevo, devuelto de las cimas del cinismo.
No te gusta tu sombra, pero es verdad que de noche no hay sombra más que en tu cabeza, igual que no hay otras realidades que te imaginas más que en tu cabeza, van tus dudas nada más, silenciosas, sin música del mundo que a esa hora te distraiga, un coche o un balcón, un niño o el anciano del pijama que te saluda por las calles de tu ciudad pequeña. Poor man, maldito melancólico en cualquier idioma de los muchos que desconoces. Te salvó ayer el asomo de piedad. Mucho mejor hubiera sido un beso. Te salvó que quisiste darlo, a una mujer que sufre sin merecerlo. Nadie merece el sufrimiento, aunque los malvados se merezcan una retribución en especie proporcionada. Hay tantos malvados! Tantos rostros risueños que traicionan…
Pero deja el rencor que no te va, agárrate al viento generoso que por un momento te rozó, a la crispación de la carne y la debilidad humana, que son todo contra tanta mentira abundante en palabras, contra esos revestimientos de la tontería con que los seres hacen como si nunca tuvieran que morirse y esta no fuera una raza de perdedores. Yo lo sé, que somos de una raza sufriente, que se equivoca sin remedio. Yo lo sé: de la raza de los jóvenes muertos en su flor sin comprender, de los ancianos que todavía no han comprendido, de mí que los recuerda sin saberlo en una calle sin pasos y sin hombres, cuando comprendo que poco es lo que soy y, como tú me dices, qué poco nos queremos…
Que quede constancia de estos asuntos pido nada más.
19 de mayo de 2009
¡Qué maravillosa ...
... la claridad súbita alcanzada sobre el curso de los hechos!
En mitad del bosque se ciernen los pensamientos sobre el Abatido, con su negrura de otras épocas de tisis y desesperación, cuando el malestar del alma era una con el del cuerpo. En medio de los peligros, de esas fieras de pensamientos que han tomado alas de sombra, cualquier dirección que se tome vale, con tal de que sea consecuente...
... Los hechos, los malditos. Tenemos que alejarnos de su círculo infernal, cuando la evaluación emocional realizada no genera más que sufrimiento. Vade retro.
En mitad del bosque se ciernen los pensamientos sobre el Abatido, con su negrura de otras épocas de tisis y desesperación, cuando el malestar del alma era una con el del cuerpo. En medio de los peligros, de esas fieras de pensamientos que han tomado alas de sombra, cualquier dirección que se tome vale, con tal de que sea consecuente...
... Los hechos, los malditos. Tenemos que alejarnos de su círculo infernal, cuando la evaluación emocional realizada no genera más que sufrimiento. Vade retro.
En otra isla ...
... , que yo no sé si tan pequeña o pueblerina como la Mallorca sombría de una verano perdido, en esta otra tierra perdida que los guionistas han hilvanado uniendo mundos perdidos, catástrofes aéreas y robinsonismos diversos, para todo lo cual sirven las estampas captadoras de John Locke y otros, en esa otra isla televisiva, mediática hasta vampirizar identidades de carne y hueso, unos seres que han muerto (¿para el mundo solamente?) sueñan que están vivos. Por un período determinado, que no hay que hacerse la ilusión de que vaya a ser muy largo, hasta que otros guionistas imaginen otro producto cool y mid-cult, podemos alimentarnos de ese mundo de ficción, de identidades prestadas o proyectadas. Así que escribimos en los dedos de la mano Fate o Late, con un mismo sinsentido, y alguien se equivoca y lee Hate, odio, por una razón que ahora sí dirá...
¿Por qué soy liberal? ¿Por qué no creo en nada?
Basta con imaginarse ese horror frío, que no procede de la venganza, que no viene del rencor cercano por un agravio real o imaginario. En una isla española, donde todos se conocen, y que por algo que se haya dicho o votado, sin crimen ninguno a cuestas, la vida del muchacho o del hombre maduro o del anciano se tengan que ver truncadas porque la chusma, que se multiplica por 30 en tiempos críticos, encuentre su modus vivendi en las podridas religiones políticas. Sin que quepa excluir, ni mucho menos, la conversión del manso del gólgota en el adalid del crimen, y sentirse satisfecho con pensar que un instante antes de la metralla la cabeza se ha convertido, y el espíritu vuela mientras el cuerpo cae (G. Bernanos, passim).
18 de mayo de 2009
Un paraguas en una mesa de disección
Cuestación pro Nietzsche y un sol pagano y eterno para redimir el tiempo. Razón aquí y posts anteriores---
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Razón aquí, y capricho.
Constancia
¿Cuál es el día que no conoce el miedo y la vergüenza? El primero a causa de la segunda; la segunda en razón del primero---
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Bernanos:
Injusticia y engaño: bifaz de un mismo poder demoníaco, positivo, existente. Actualizado en la estupidez de las clases medias, en su disposición criminógena y a la vez victimista; en el dudoso campo del honor en el que dicta el azar de la metralla, en las arengas demagógicas, en la hipocresía de aquellos tenderos infinitamente alejados de Kant. En Mallorca, en 1936.
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Bernanos:
Injusticia y engaño: bifaz de un mismo poder demoníaco, positivo, existente. Actualizado en la estupidez de las clases medias, en su disposición criminógena y a la vez victimista; en el dudoso campo del honor en el que dicta el azar de la metralla, en las arengas demagógicas, en la hipocresía de aquellos tenderos infinitamente alejados de Kant. En Mallorca, en 1936.
16 de mayo, ¿Valor para qué?
Ejecutar la voluntad, sujeto o inteligencia en el tiempo, en un texto, una huella de la culpa que se fija en sangre. ¿Cuál si no iba a ser el color del dolor?
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Mimetismo, ocultamiento:
Escribía con la sintaxis, pero con la mitad de la semántica. Ni sujeto ni tiempos verbales. Eternidad. Infelicidad.
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Mimetismo, ocultamiento:
Escribía con la sintaxis, pero con la mitad de la semántica. Ni sujeto ni tiempos verbales. Eternidad. Infelicidad.
17 de mayo de 2009
Riesgo
No nos lamentemos demasiado si alguna vez se suelta una verdad inconveniente, o un sentimiento espontáneo y sincero, aunque esté mal fundamentado. En la hora de nuestra muerte Dios nos evaluará según nuestra justicia y lo que llevemos en el corazón. Quizás considere también la medida en que hemos sido capaces de salir de los convencionalismos, en que hemos sido valientes para proferir una frase fresca. Aunque fuera una sola vez y no llegara a nada.
Test
A partir de lo que nos soportan, en una estimación siempre falible, valoramos lo que estamos dispuestos a dar. ¿Conoce el otro la injusticia de esta ponderación? ¿Importa en realidad?
Ocultamiento
Una sintaxis correcta, pero con la mitad de las palabras. Deshonestidad o pudor. Podría haber un mundo en el que estas proposiciones mías significaran, pero, como un mal alumno, no le pago lo que le debo a la claridad.
Trivialidad
Sí. De los sueños. Repetida---
Sin embargo, es una situación que se repite, un contenido que no me deja. Pienso que si encontrara una explicación, una interpretación plausible del contenido, podría empezar a creer en un estrato más profundo de la conciencia. No la encuentro, si bien tampoco he buscado demasiado. No encuentro la explicación, pero encuentro que otros tienen el mismo sueño y no deja de ser casi igual de inquietante: habitados todos por un enigma.
Pero no me gustaría que la explicación fuera algo tan sencillo, y tan bajo por las consecuencias para el concepto de uno mismo y la manera que tiene de afrontar el espejo, como la deshonestidad personal. Se prefiere la cobardía, la indecisión, la colisión de los principios...
Sin embargo, es una situación que se repite, un contenido que no me deja. Pienso que si encontrara una explicación, una interpretación plausible del contenido, podría empezar a creer en un estrato más profundo de la conciencia. No la encuentro, si bien tampoco he buscado demasiado. No encuentro la explicación, pero encuentro que otros tienen el mismo sueño y no deja de ser casi igual de inquietante: habitados todos por un enigma.
Pero no me gustaría que la explicación fuera algo tan sencillo, y tan bajo por las consecuencias para el concepto de uno mismo y la manera que tiene de afrontar el espejo, como la deshonestidad personal. Se prefiere la cobardía, la indecisión, la colisión de los principios...
16 de mayo de 2009
Inconsistente
Debe ser eso. Aparte de que se logra parecer tonto varias veces al día (Dios, qué talento!), está la particular creencia, que de alguna manera se debe de trasladar a quienes nos conocen, en la esencial y definitiva necedad de todo aquello que hemos pensado, dicho o escrito, un segundo después apenas de pensarlo, decirlo o escribirlo. Luego queda la seriedad, y preguntarse si no constituirá otro revestimiento de la tontería. O el único atraactivo restante de un espíritu en ruinas. Quién sabe!
Si una tarde de sábado el esquematismo
La cosa de la política y la cosa del pensar, o de la homogeneidad entre lo heterogéneo. O sea: de la contradicción con la que hay que contar; "tercer hombre", tercera facultad.
Lo trágico es bello …
… , insoportablemente luminoso
Quién que no tenga una piedra en el corazón podrá evitar el nudo en la garganta al escuchar las palabras liberales y prudentes del agonista Unamuno, contra la mística belicista, en Salamanca, a finales de 1936 (en Morir en Madrid, doc. de F. Rossif, 1963, min. 46). También las de Bernanos o Mauriac.
Quién que no tenga una piedra en el corazón podrá evitar el nudo en la garganta al escuchar las palabras liberales y prudentes del agonista Unamuno, contra la mística belicista, en Salamanca, a finales de 1936 (en Morir en Madrid, doc. de F. Rossif, 1963, min. 46). También las de Bernanos o Mauriac.
Heredé
Heredé, en el lugar del otro, del desaparecido y del suicida, su nombre, de guerra, de la que él se libró porque no podía escuchar los tiros ni decir en castellano su dolor. 1936 y este muchacho se libró de la guerra pero no de mi memoria. El nombre y una piedad hecha de manos, de lo que está más allá o más acá de la luz, quisiera yo también tener pero no lo sé. Tengo demasiados años y no sé si fracasé también en esto, en decir, hablar, con mis manos mi corazón.
15 de mayo de 2009
Mi a moral, mínima
Pongo por escrito o que pienso, lo que he sido y me ha pasado y lo que seré o no. Normalmente no llego a ninguna conclusión. Me da vergüenza hacerlo público, o simplemente decírselo a alguien. Pero publico que no llego a ninguna conclusión, porque necesito los espejos. Sin embargo, ¿cómo evitar pensar que el silencio se ha hecho carne? Esto es: que en tus actos está lo que no has dicho a nadie.
Conozco los peligros del solipsismo. No escarmentamos.
Conozco los peligros del solipsismo. No escarmentamos.
Bernanos, y van tres
Bernanos, y sigue...
Para pringados (as me) se reeditan libros como éste (no sé, pero sí lo sospecho, cuáles son los criterios de las editoriales; no vayamos a la paranoia, pero invitemos a mirarla). En la portada de este enorme panfleto (Los grandes cementerios... ), totalmente necesario para estos tiempos majaderos, puesto que Bernanos se ocupa largamente de los imbéciles (de nosotros mismos, claro, no nos vayamos a poner cimeros), hay una luminosa (como la editorial) frase de H. Arendt: "El panfleto más importante que jamás se ha escrito contra el fascismo". Pero qué difícil es distinguir sus primeras páginas de los asertos más doctrinarios de las camisas pardas y oscuras. Para ello necesitamos quitarnos la mugre de tanta politiquería como la que venimos soportando. Volver atrás, pero no para hacer memoria sino para hacer verdad.
Enigma sin solución
El nombre. Su nombre. El que no heredé. El del emigrante que no volvió. El de quien volvió para morir. La mano antinatural que golpea el tiempo y legisla contra Dios. Su nombre, el que el espíritu tutelar de los hermanos, avispados en estas cosas, impide que se dé, para que no se repitan las acciones. El nombre, una promesa de horror. Evitándolo, un sortilegio. En vez de los anillos, de la locura, del mal padre destronado, en vez de eso y para desterrar la idea del golpe inferido por propia mano para resurgir en la eternidad de una existencia dúplice (aquí una patria y otra más al norte), en lugar de tanto riesgo, una etiqueta más cercana y roja, no querida y guerrera entre los antiguos (pues no llega a polémica para que la rescate Heráclito). Si acaso la señal de un lugar deshabitado, el adecuado para el alma nuestra, que no encontraría una isla más perfecta ni aunque Gaunilón torciendo el gesto.
14 de mayo de 2009
Sí, se escribe ...
... mejor cuanto más hondo, impulsado por el desánimo y los pensamientos más negros, los que vienen con el viento premonitoriamente frío del invierno al inicio de noviembre, antesala de la eternidad vacía que habrá igualado en nada nuestros anhelos y conflictos [y enterrado en olvido los deseos que nos mueven para acompañar a la marcha de los relojes], los pensamientos que son del color del cuervo cuando enseña las alas, acordándonos de lo que dicen los escritos de los maestros---
Se escribe mejor encerrado en el pozo, con la poca luz que hay cuando el sol, si hay suerte, está un instante en lo alto ahí arriba y miramos. Impulsados por el aliento que viene de la luz, por esa magia que contamina los sentidos y da como aire al corazón a causa de lo que ven los ojos y piensan (ay, si yo pudiera... ), en esa transitoria suspensión de los relojes, qué tranquilidad nos anega: se ha desempañado el espejo, y hasta nosotros pasamos la mano firme por el cristal. Dios, que venga el milagro y yo conozca! Lo que vemos es nosotros, el milagro de ser vivientes y no importar que la verdad sea de hielo, solitaria y mortífera. Hemos visto. Así sea.
Se escribe mejor encerrado en el pozo, con la poca luz que hay cuando el sol, si hay suerte, está un instante en lo alto ahí arriba y miramos. Impulsados por el aliento que viene de la luz, por esa magia que contamina los sentidos y da como aire al corazón a causa de lo que ven los ojos y piensan (ay, si yo pudiera... ), en esa transitoria suspensión de los relojes, qué tranquilidad nos anega: se ha desempañado el espejo, y hasta nosotros pasamos la mano firme por el cristal. Dios, que venga el milagro y yo conozca! Lo que vemos es nosotros, el milagro de ser vivientes y no importar que la verdad sea de hielo, solitaria y mortífera. Hemos visto. Así sea.
Bernanos
Al inicio de Los grandes cementerios bajo la luna, que sospecho más citado que leído (y reeditado ahora por Lumen), el escritor católico francés se arroja como un panfletario mayor contra la imbécil modernidad de las clases medias, cuyo sentido progresivo no (les) impide que se arrojen como corderos a la degollina, materia de la máquina de matar (complemento de la industria). Una imbecilidad que está a la espera del máximo logro del progreso, el que impide el dolor mayor, el procedente de la reflexión. Esto es, la Máquina de pensar. Parece que Georges Bernanos, que murió en 1948, y que escribió Los grandes cementerios... una década antes, está pensando en nuestra civilización informacional (que piensen ellos, los PC´s) y en esta vaciedad criminal aplaudida que se confunde con una mejora.
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Volver a la infancia: imposibilidad termodinámica, ley segunda. El agua del río no remonta hacia la montaña.
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Volver a la infancia: imposibilidad termodinámica, ley segunda. El agua del río no remonta hacia la montaña.
Destrucción de la memoria
Que tu mañana sea desterrada de tu tarde, que en tu mañana tu tarde esté prohibida. Que haya dos patrias irreconciliables en el continente del tiempo, y que tú, desgarrado, tengas que malmorir entre ellas y contarlo: la naturaleza a quienes ama les hace experimentar la negación; Dios a sus hijos los crucifica---
Que al día siguiente nazca en ti el olvido y nazcas tú de él, alumbrando un conflicto siempre nuevo. Desechado así el rencor, tendrás ojos para la luz y la piel dispuesta para el aire. Porque desprecias la memoria. (Del Preámbulo a las Lecciones para los hombres del mañana.)
Que al día siguiente nazca en ti el olvido y nazcas tú de él, alumbrando un conflicto siempre nuevo. Desechado así el rencor, tendrás ojos para la luz y la piel dispuesta para el aire. Porque desprecias la memoria. (Del Preámbulo a las Lecciones para los hombres del mañana.)
En la vida se está ...
... , en la letra se cree---
Lo escrito no representa un problema novedoso: vuelve a uno consciente de la miseria interior, del desagrado del mundo, clasifica los fantasmas, pero lo escrito en sí mismo no me dice nada nuevo, no me añade ningún problema al que existe. Claridad y nada más. Tampoco soluciona nada, pero nunca lo he pensado. Si acaso realiza una vocación genética, que despreciaría si me otorgara algún beneficio. Y que porque es gratuita e inútil la tengo casi por sagrada---
Aquello que sostenemos en categóricas proposiciones inmediatamente tiene que ser puesto en duda. Nunca se está a la altura de lo que se escribe. Por malo que sea, uno mismo queda por debajo, a años luz en el interior del infierno o sótanos del alma---
Puesto en duda, incluido la duda---
Lo escrito no representa un problema novedoso: vuelve a uno consciente de la miseria interior, del desagrado del mundo, clasifica los fantasmas, pero lo escrito en sí mismo no me dice nada nuevo, no me añade ningún problema al que existe. Claridad y nada más. Tampoco soluciona nada, pero nunca lo he pensado. Si acaso realiza una vocación genética, que despreciaría si me otorgara algún beneficio. Y que porque es gratuita e inútil la tengo casi por sagrada---
Aquello que sostenemos en categóricas proposiciones inmediatamente tiene que ser puesto en duda. Nunca se está a la altura de lo que se escribe. Por malo que sea, uno mismo queda por debajo, a años luz en el interior del infierno o sótanos del alma---
Puesto en duda, incluido la duda---
13 de mayo de 2009
Construcción
Uno va poniendo piedrecitas y un buen día descubre que ha edificado su castillo en ruinas---
Pero un castillo en ruinas no sirve para vivir: los paredones abandonados, caídos, el suelo donde juegan al escondite las sabandijas, todo ese olvido valdrá para contarlo---
Cierto lo que dices: uno y Dios, y habría que pedir explicaciones. Uno contra Dios.
Abraham en marcha, que es como si el Cristo se hubiera expuesto a la muerte por libérrima voluntad, contiene todo lo que un tratado de teología no podría explicar. La fe un absurdo, no otra cosa que la vida en general. Quien acepta la fe puede argumentar el suicidio, muy posiblemente. El sacrificio es sin por qué, una rosa injustificada delante de la cual todas las teodiceas visten harapos---
Inventada la teología, cayeron los dioses: el Uno que exige el Logos ha de mostrarse diferente de lo sagrado, plural, hecho de una multiplicidad de dioses. Lo Diferente de los muchos contiene un enigma que es lo que deniega la Causa Sui de la Razón (lo denegado por ella, quiero decir). Pero lo sagrado es violento: el blasfemo, vecino del hereje, pero más enrabietado, ve peligrar su vida, lapidado si es preciso. Por su parte el teólogo acaba siendo pacífico, progresivo, hastiado de la sangre.
En la distancia corta del diálogo me descubro el autista.
Evadirte de la desgracia, o de la angustia o del indefinible malestar, etc. en lo escrito, y luego mirar la pareja (vida/texto) como motivo de angustia a su vez. Círculo de nieve, bola viciosa creciente, vuelta a empezar. Para qué, para nada. Pero esto es ya algo: Nadie mirando a Nada: un lenguaje (logos, pensamiento instintivo quizás) sin hombres, pero ya demandándolos. En algún lugar tiene que aguijonear el mal, y debe saberse, doler a la conciencia---
Pues que existe la técnica (la escritura) cultivémosla: ningún para qué, para nada---
Por nada escribimos, independientemente de por qué uno necesita esa gimnasia en vez de ponerse a andar o de enrolarse en la Legión Extranjera. Una sangre negra mana, sin que lo haya pedido el mundo, una sangre desteñida por la pantalla y traza un imaginario dibujo de las dudas. Sí: nos acordamos del genial inicio de las Memorias del subsuelo: uno entre los pocos libros geniales, entre los pocos a los que subjetivamente adjudicamos ese adjetivo tan desprestigiado. Estamos enfermos, no sabemos de qué, lo estamos, o quizás no lo estamos, pero lo pensamos---
Pero un castillo en ruinas no sirve para vivir: los paredones abandonados, caídos, el suelo donde juegan al escondite las sabandijas, todo ese olvido valdrá para contarlo---
Cierto lo que dices: uno y Dios, y habría que pedir explicaciones. Uno contra Dios.
Abraham en marcha, que es como si el Cristo se hubiera expuesto a la muerte por libérrima voluntad, contiene todo lo que un tratado de teología no podría explicar. La fe un absurdo, no otra cosa que la vida en general. Quien acepta la fe puede argumentar el suicidio, muy posiblemente. El sacrificio es sin por qué, una rosa injustificada delante de la cual todas las teodiceas visten harapos---
Inventada la teología, cayeron los dioses: el Uno que exige el Logos ha de mostrarse diferente de lo sagrado, plural, hecho de una multiplicidad de dioses. Lo Diferente de los muchos contiene un enigma que es lo que deniega la Causa Sui de la Razón (lo denegado por ella, quiero decir). Pero lo sagrado es violento: el blasfemo, vecino del hereje, pero más enrabietado, ve peligrar su vida, lapidado si es preciso. Por su parte el teólogo acaba siendo pacífico, progresivo, hastiado de la sangre.
En la distancia corta del diálogo me descubro el autista.
Evadirte de la desgracia, o de la angustia o del indefinible malestar, etc. en lo escrito, y luego mirar la pareja (vida/texto) como motivo de angustia a su vez. Círculo de nieve, bola viciosa creciente, vuelta a empezar. Para qué, para nada. Pero esto es ya algo: Nadie mirando a Nada: un lenguaje (logos, pensamiento instintivo quizás) sin hombres, pero ya demandándolos. En algún lugar tiene que aguijonear el mal, y debe saberse, doler a la conciencia---
Pues que existe la técnica (la escritura) cultivémosla: ningún para qué, para nada---
Por nada escribimos, independientemente de por qué uno necesita esa gimnasia en vez de ponerse a andar o de enrolarse en la Legión Extranjera. Una sangre negra mana, sin que lo haya pedido el mundo, una sangre desteñida por la pantalla y traza un imaginario dibujo de las dudas. Sí: nos acordamos del genial inicio de las Memorias del subsuelo: uno entre los pocos libros geniales, entre los pocos a los que subjetivamente adjudicamos ese adjetivo tan desprestigiado. Estamos enfermos, no sabemos de qué, lo estamos, o quizás no lo estamos, pero lo pensamos---
12 de mayo de 2009
Desgracia
Escucho a un hombre joven en el bar, oh templos paganos, decirle a otro cliente, conocido suyo, que los mayores "ya sabréis lo que hay que hacer" (para salir de ésta, de la crisis). Pienso yo que así tendría que ser, pero no en esta patria madrastra que destierra a sus hijos---
Madurez
Decir yo, conocer los límites---
Sin embargo afirmarse, Yo, I, Je, Moi...
En todos los lenguajes que se desconocen---
Aceptar que cada vez el cúmulo de asuntos desconocidos no puede más que agrandarse---
Decir yo, sin embargo. Ser generoso, mantener la clase. ¿Qué clase? Muy sencillo, aceptar que te golpeen la mejilla, primero la una y luego la otra... El evangelio debe ser una estética ante todo, la de no hacer el mal porque no se toleran las groserías...
Decir yo, Yo, con prudencia, con mayúsculas y modestia, sabiendo que cualquier día no se dirá nada y dará igual. Salvo que otro repita lo que tú por uno de esos milagros del eterno retorno por los que reza Nietzsche desde siempre.
Decirlo, porque siempre estuvimos dentro (de nosotros mismos), pero la verdad es que nunca nos satisfizo la casa. Ojalá que estuviéramos satisfechos, con su mortalidad e impureza. Puesto que no ha sido así se ha impuesto el instinto platónico y el odio contra la vida. Un cielo puro y racional ha venido a resguardarnos. Le decimos Amén, le oramos y seguimos, a pesar de todo, sufriendo. La vida se rebela contra su negador.
Sin embargo afirmarse, Yo, I, Je, Moi...
En todos los lenguajes que se desconocen---
Aceptar que cada vez el cúmulo de asuntos desconocidos no puede más que agrandarse---
Decir yo, sin embargo. Ser generoso, mantener la clase. ¿Qué clase? Muy sencillo, aceptar que te golpeen la mejilla, primero la una y luego la otra... El evangelio debe ser una estética ante todo, la de no hacer el mal porque no se toleran las groserías...
Decir yo, Yo, con prudencia, con mayúsculas y modestia, sabiendo que cualquier día no se dirá nada y dará igual. Salvo que otro repita lo que tú por uno de esos milagros del eterno retorno por los que reza Nietzsche desde siempre.
Decirlo, porque siempre estuvimos dentro (de nosotros mismos), pero la verdad es que nunca nos satisfizo la casa. Ojalá que estuviéramos satisfechos, con su mortalidad e impureza. Puesto que no ha sido así se ha impuesto el instinto platónico y el odio contra la vida. Un cielo puro y racional ha venido a resguardarnos. Le decimos Amén, le oramos y seguimos, a pesar de todo, sufriendo. La vida se rebela contra su negador.
Autokomprensión
Pienso en ocasiones que hablo a ladrillazos y que por eso me dejan de lado. Pero yo soy un ser muy dulce y flexible como ella (la caña de azúcar)---
No tengo opiniones afirmadas. No soy un creyente---
Tampoco apóstata: que sería el que visto otra luz o la carencia de todas---
Pero no me convencen los puros. Que es otra manera de manifestar lo mismo: los puros necesitan sus creyentes igual que el mar cualquier río, que el el agua la tierra---
No tengo opiniones afirmadas. No soy un creyente---
Tampoco apóstata: que sería el que visto otra luz o la carencia de todas---
Pero no me convencen los puros. Que es otra manera de manifestar lo mismo: los puros necesitan sus creyentes igual que el mar cualquier río, que el el agua la tierra---
11 de mayo de 2009
Me parece que fue ...
... en Almería, c. 1988, cuando compré uno de los libros que quizás más me han marcado en mi muy desprestigiosa trayectoria intelectual. Cuando no conviene ser modesto, pues no conviene serlo, y uno ha fracasado con una constancia encomiable en casi cada una de las cosas que ha emprendido. Bueno, pero eso me hace feliz, porque lo otro, el triunfo y los salones, me harían sentir ordinario, al obligarme a vivir bien y sonreír. La Introducción a la psiquiatría del Dr. J. A. Vallejo Nájera -al que conocía de algún otro libro (Locos egregios puede ser) que había ojeado en casa de no sé qué otro joven estudiante de mi cultivado pueblo (en serio lo digo)-, publicado por Editorial Científico-Médica, 1981, 15ª ed., me concedió durante un tiempo la poesía de que mi vida había menester en aquellos momentos, pues yo era joven y tenía el pelo largo o casi, con lo cual forzosamente era romántico y precisaba de ese aura enfermiza, decadente pero con barruntos de brillos de tiempos de otrora más felices, que el manual del psiquiatra Vallejo Jr. (investiguen Vds. esta maldad) me concedía a manos llenas. En efecto, me dispuse a emplear el libro (no muy grueso, de menos de 500 páginas) en el fin más noble que puede tener un manual de divulgación médica: en el autodiagnóstico. Qué tiempos! No más diré al respecto que me encariñé de una denominación que daba cierta alegría a mi chifladura al permitirme llevar casi una vida normal sin necesidad de creerme un peligro para mí y para los demás. Ahora esa etiqueta no me resulta tan llamativa, y sí más, conforme me voy haciendo más viejo y sentimental, la de “neurastenia”, que entonces me parecía más cosa de señoritas y/o tísicos, pobres seres a los que luego aprendí a amar, conociendo la volcánica pasión que podía embargarles a las puertas de la muerte, en la maravillosa novela La montaña mágica de Th. Mann. Pero había cosas más sombrías en el libro de Vallejo, síndromes mucho más complejos y menos estéticos, zonas en las que la locura no tenía redención. Situaciones en que alguien, poniéndose en el centro de las persecuciones y los manejos de otros, se ha aislado del mundo, alguien que se vuelve peligroso porque cree continuamente que está en peligro y por eso tiene que defenderse. Una locura razonante, plenamente sistemática, un (para)pensamiento cerrado, sin grietas, que aun a los médicos puede sumir en la perplejidad, por el tratamiento y por la dificultad para detectarlo. Cuando un trastorno de éstos afecta a un joven o a una joven, cuando se puede vaticinar una vida difícil, de sufrir uno y hacer sufrir a los demás, no podemos evitar el malestar, aunque el caso nos toque más bien de refilón, por ser una persona que conocimos en otra época. ¿Cómo podríamos conocerla ahora? ¿Se conoce ella? Pero aquí debe callar el pudor…
Modestamente
Me encontré anoche, en una de esas horas que le quito al sueño -me temo que a la vida también, que la falta de sueño, y de sueños, se pagan-, un epígrafe de V. Ferreira (de su libro Pensar) en defensa de la enseñanza de la filosofía. Un saber inútil, fastidioso, que aparta de lo necesario, un saber que no lo es, sino su contradicción... Todo eso es cierto. Pero apunta el autor portugués que sin esos inútiles, entre los que me incluyo, la humanidad se parecería mucho a una meticulosa porquería, a una ordenada granja... Así que me tengo que resignar, digo yo después del humilde orgullo, a que me peguen un tiro los utopistas, laicos o religiosos, si algún se les ocurre traernos la felicidad. Yo no la quiero. Me basta con mis modestas alegrías y no comprender casi nada.
Disolución de la razón
En un contexto psiquiátrico tiene menos sentido pensar en estas cosas o escribirlas... Para el enfermo sobra el mundo, porque todo gira en torno a su persona. La psiquiatría afrontará el asunto con más o menos piedad y ya está... Demoledor, ruinoso. horrible...
10 de mayo de 2009
Chequista?
M. Chaves Nogales, El maestro Juan Martínez que estaba allí, ed. Castillejo, 1992, p. 183. (Hay edición actual. Muy pegado al libro, muy ajustado e iluminador quiero decir, el prólogo de A. Trapiello en el pdf adjunto.)
Tardes ya conocidas
No que para mí no tenga sentido buscar senderos de montaña, cuanto más difíciles mejor. Nunca pensé eso. Ocurre que hemos hecho de la costumbre nuestra naturaleza primera y cualquier cambio nos destroza el cuerpo.
Lo frívolo nos quita del llanto.
Lo frívolo nos quita del llanto.
El maestro Juan Martínez...
... de Chaves Nogales:
Hay un momento en el cual el carácter chispeante y despreocupado del bailarín en la Rusia roja, pero también blanca (v. gr., la lucha en Ucrania, que pillaba al lado), desaparece. Con amargura y enfado, J. M. protesta: él nunca delató a nadie ni le hizo mal a nadie. Les siguió la corriente, a los que en el libro de Chaves Nogales tenemos que ver como en (?) la ocasión mayor que conocieron los siglos de que la chusma más infame campara por sus respetos (antes de que los petits bourgeois alemanes hicieran lo propio, una década después), porque otro remedio no tenía, ni él ni su mujer, si querían evitar que les mataran. No sé cómo podríamos atrevernos -nosotros que no estuvimos allí- a enjuiciar moralmente las andanzas de dos pícaros buscavidas, a pesar de que sabemos que reír la gracia a la canalla ya es positivamente colaborar con la expansión del mal. Todos lo hacemos en alguna escala.
Hay un momento en el cual el carácter chispeante y despreocupado del bailarín en la Rusia roja, pero también blanca (v. gr., la lucha en Ucrania, que pillaba al lado), desaparece. Con amargura y enfado, J. M. protesta: él nunca delató a nadie ni le hizo mal a nadie. Les siguió la corriente, a los que en el libro de Chaves Nogales tenemos que ver como en (?) la ocasión mayor que conocieron los siglos de que la chusma más infame campara por sus respetos (antes de que los petits bourgeois alemanes hicieran lo propio, una década después), porque otro remedio no tenía, ni él ni su mujer, si querían evitar que les mataran. No sé cómo podríamos atrevernos -nosotros que no estuvimos allí- a enjuiciar moralmente las andanzas de dos pícaros buscavidas, a pesar de que sabemos que reír la gracia a la canalla ya es positivamente colaborar con la expansión del mal. Todos lo hacemos en alguna escala.
9 de mayo de 2009
Debilidad de la razón...
... , si una tarde de sábado estás solo, si no sabes---
Granada, Amaral---
Esto que no es música, sobre Ossip Mandelstam---
Esto que tampoco, sobre Esa visible oscuridad de W. Styron, reeditado---
Granada, Amaral---
Esto que no es música, sobre Ossip Mandelstam---
Esto que tampoco, sobre Esa visible oscuridad de W. Styron, reeditado---
Autodisolución de la razón
Ni en el mundo ni “fuera del mundo” cabe pensarse en nada absolutamente bueno excepto la buena voluntad, escribe Kant en la Grundlegung… Ni en el mundo ni fuera de él tampoco puede pensarse en la existencia de una voluntad buena, deducimos de la lectura del Tractatus… de Wittgenstein. (Han pasado menos de 150 años y un tour de force lingüístico.) El juicio ético planea sobre el mundo. Pero esto representa un aparte imposible. En efecto, siempre cabría otro punto de vista que evaluara una realidad compuesta por el sujeto y su mundo… Así que no es que el juicio ético haya de ser exterior al mundo, sino que se muestra imposible. Por lo mismo que cualquier estimación general del mundo, aunque fuera estimado neutralmente, constituye una aberración lógica, como una totalidad de la que uno se excluye. No será quizás arriesgado pensar en que el bien y el mal son inimaginables (sin concepto capaz de figurarlos) porque pretenden ejercerse sobre un inexistente. Que, a causa de ello, las acciones son ciegas, en el interior de un conjunto abierto o impensable y sin razón.
Transparencia
La amargura íntima se traslada a las proposiciones públicas. Quiero decir: el sujeto está presente en la visión del mundo. Wittgenstein llevaba razón: la ética es el vuelo del pájaro un momento suspendido sobre el mundo y se va. (Pero W. lo decía de otra manera -mejor, ça va de soi-, sin omitir palabras.)
Hikikomori
Pertenezco a una generación (nos tenemos que confesar que nos hemos vuelto creyentes en Ortega y en Gasset) que a cambio de adaptarse al cambio tecnológico ha tenido que adelgazar su capacidad de recordar hasta mínimos históricos (según rezan las noticias bursátiles). Le consulté a mi psicólogo si esto es un estigma moral y me dijo que no, que no era más que falta de atención. Sospecho que tampoco es exactamente eso, sino un límite mental en la posibilidad de adaptarse a lo novedoso. Yo qué sé... De tan delgada memoria que los sucesos recientes no engraman (¿es ésta una palabra de otra época?) en la conciencia y en el cerebro, y no quedan a disposición más que unos pocos gestos, a modo de arquetipos individuales de situación, insignificantes en sí pero a los que uno les ha ido tomando cariño como a un odradek lanoso. Así que nos gusta sentarnos en los escalones, ahora sin cigarrillo glamouroso, también en el suelo, aunque sin césped ni sauce. No nos va a hacer más jóvenes esta dedicación de los días de venus, fin de lo viejo y promesa todavía lejana en horas de lo nuevo. Ni lo queremos, ya he dicho que pertenezco a otra generación que ya se está muriendo, que nunca tuvo demasiadas esperanzas. Con un amargo esteticismo en el alma, no perdida aún, observamos los pasos que se alejan, incomprensibles y un poco alocados los gestos ajenos en nuestros ojos extrañados. Luego vendrá el tiempo de abusar de las metáforas y eufemismos, para envolver entre gongorinos trinos el canto casi silente que se lamenta. Pero no importa demasiado porque conocemos que todo eso es ironía y volubilidad conveniente de los pronombres, indefinidos. No importa, porque por un instante, o por minuto o más exactas fracciones de hora, en el mejor de los casos existentes, se ha conocido el único paraíso que conserva nuestra conciencia languideciente y desfasada (oh, el amor de los decadentes, su llorar sin lágrimas); en nosotros, que no somos capaces de viajar porque antes de ponernos en marcha ya nos hemos convencido de que es inútil, que por mucho que cambie lo que ven los ojos, tal y cual y otro más todavía paisajes admirables, de un frescor que extasía o de piedras ennoblecidas que nos llevan más allá en el deseo a otro lugar y tiempo más conveniente, de nada sirve porque los ojos son nuestros, los cerrados cada noche y los abiertos con la misma angustia a la luz del día. Pero todo esto no ha de tomarse más que como ironía y fingimiento, como si fuera un apego al lenguaje que otros conocieron y nos legaron.
Escrito en piedra
Pero no sé por qué---
Los jóvenes atacan con cierta saña a aquellas personas a las que quieren. En broma o en serio no lo sé, pero poniendo pasión en los asuntos. Lo cual resultaría absurdo en el caso de que una persona adulta se comportara de una manera similar. Una persona mayor ya ha perdido la capacidad de apasionarse, aunque pueda tener la de escribir y conservar la de mentir y la de mentirse. La autoficción, a lo que parece, es un género de adultos---
Los jóvenes atacan con cierta saña a aquellas personas a las que quieren. En broma o en serio no lo sé, pero poniendo pasión en los asuntos. Lo cual resultaría absurdo en el caso de que una persona adulta se comportara de una manera similar. Una persona mayor ya ha perdido la capacidad de apasionarse, aunque pueda tener la de escribir y conservar la de mentir y la de mentirse. La autoficción, a lo que parece, es un género de adultos---
8 de mayo de 2009
Capacidad de observación
Doce horas para darse cuenta de que una combinación de pantalón + camisa supone un insulto a los ajenos ojos en general. Por Dios! En estos tiempos de la identidad márketing!
Inter nos: Quien difunde lo nimio en las redes sociales acabará haciendo los gestos de lo privado en público (bostezando, sonándose la nariz y otros ejercicios naturales similares). En ese sentido otros no corremos peligro. A mí los espejos ya me ruborizan.
Sin embargo la falta de claridad lingüística me parece apasionante. Corresponde a la verdad, porque la oscuridad de lo que se dice corresponde a la incapacidad genérica de comprender.
Inter nos: Quien difunde lo nimio en las redes sociales acabará haciendo los gestos de lo privado en público (bostezando, sonándose la nariz y otros ejercicios naturales similares). En ese sentido otros no corremos peligro. A mí los espejos ya me ruborizan.
Sin embargo la falta de claridad lingüística me parece apasionante. Corresponde a la verdad, porque la oscuridad de lo que se dice corresponde a la incapacidad genérica de comprender.
Positividad
Un filósofo no puede renunciar a la fascinación por el mal, a llevar su vocación de verdad y su conciencia moral a los bajos fondos, al mismo infierno. Le puede llegar la muerte, pero que sea crucificado delante de la verdad... Soy impreciso, tengo prisa, me da igual...
Por contra, Sergio González es muy claro, y a ver si no te parece cierto que Sócrates estaba en un error del que sólo le libraba su grandeza personal. Pero sí, lo sabes mejor que yo. Sócrates estaba en un error y los héroes y los mártires no edifican ciudades. En la ciudad finita el mal es real y disculparlo es incomprensible.
-¿Qué tipo de abusos?
-Las torturan y las mutilan antes de ser violadas. Después las asesinan. En muchos casos se asfixian por estrangulamiento.
-¿Por qué ese sistema?
-Porque en el momento en que se las asfixia mientras son violadas los esfínteres anales o vaginales tienen convulsiones extraordinarias que proporcionan un placer adicional a esos sujetos. Criminólogos y médicos expertos así lo explican. No es mi invención. Yo no escribo fantasía, infortunadamente.
Por contra, Sergio González es muy claro, y a ver si no te parece cierto que Sócrates estaba en un error del que sólo le libraba su grandeza personal. Pero sí, lo sabes mejor que yo. Sócrates estaba en un error y los héroes y los mártires no edifican ciudades. En la ciudad finita el mal es real y disculparlo es incomprensible.
-¿Qué tipo de abusos?
-Las torturan y las mutilan antes de ser violadas. Después las asesinan. En muchos casos se asfixian por estrangulamiento.
-¿Por qué ese sistema?
-Porque en el momento en que se las asfixia mientras son violadas los esfínteres anales o vaginales tienen convulsiones extraordinarias que proporcionan un placer adicional a esos sujetos. Criminólogos y médicos expertos así lo explican. No es mi invención. Yo no escribo fantasía, infortunadamente.
7 de mayo de 2009
Nietzscheemos
Qué difícil que uno le diga a otro: -Por ti y lo que valoras no siento más que desprecio, y este asco quiero que lo conozcas. Así como su eternidad sin reverso.
Demasiados años de educación cristiana, paz, piedad, perdón, olvido, etc. han depositado una capa de aceite en nuestro camino. Así que nos pegamos el gran trompazo en cuanto somos valientes. Que normalmente no lo somos y acabamos guardando para nuestro interior miserable, embadurnadas sus paredes de conceptos malolientes de arañas, ese asco que nos provoca ese asunto que accidentalmente sabemos (nuestra ingenuidad o bonhomía mueve a esas inconvenientes confesiones).
Así que somos discretos y nuestra íntima repulsión (nacida de que en un remoto lugar todavía nos preciamos y demandamos respeto) no la decimos y no la conoce nadie, y por la calle no hay un halo de luz negra que nos circunde y que haga a las buenas gentes temblar al paso del mal que nos corroe. Al contrario, somos tan exquisitamente educados que ninguna violencia, ni verbal, podría esperarse de nosotros. La verdad es que produciría un malestar añadido...
Demasiados años de educación cristiana, paz, piedad, perdón, olvido, etc. han depositado una capa de aceite en nuestro camino. Así que nos pegamos el gran trompazo en cuanto somos valientes. Que normalmente no lo somos y acabamos guardando para nuestro interior miserable, embadurnadas sus paredes de conceptos malolientes de arañas, ese asco que nos provoca ese asunto que accidentalmente sabemos (nuestra ingenuidad o bonhomía mueve a esas inconvenientes confesiones).
Así que somos discretos y nuestra íntima repulsión (nacida de que en un remoto lugar todavía nos preciamos y demandamos respeto) no la decimos y no la conoce nadie, y por la calle no hay un halo de luz negra que nos circunde y que haga a las buenas gentes temblar al paso del mal que nos corroe. Al contrario, somos tan exquisitamente educados que ninguna violencia, ni verbal, podría esperarse de nosotros. La verdad es que produciría un malestar añadido...
Firmísima convicción
En mí como en cualquiera de los seres humanos mandan las pasiones. Pero es un completo error, que no achaco a genes (los objetos ontológicos de moda) sino más bien a unos malos hábitos, originados en una inconsecuencia con respecto a la verdad que digo tener por amada y serle fiel más que a otra cosa.
Completo error porque las pasiones conducen a un quebranto completo de la salud si no hay posibles con qué.
No ha de manifestarse extrañeza por esta paradójica situación de que los humanos se nieguen a sí mismos desde aquello que constituye su raíz: los humanos vienen al mundo desnudos e ignorantes y hay que asistirlos. Según ciertas sectas vienen también ciegos y hay que darles la luz. Las pasiones, por todo ello, no hacen más que recordar esa falta primera y aquí es donde llama a la puerta, saluda muy educada y entra la razón.
V. gr.: nos enseña a manejar esa máscara hecha de sonrisas traidoras e insignificantes, mandándola como conviene al sucio lugar del olvido. Puesto que tales gestos de confianza, laughs and cheers, no son dignos de nosotros, aunque seamos de la raza perra de los últimos hombres. O por eso justamente y que no estamos para perder el tiempo en chiquillerías.
Completo error porque las pasiones conducen a un quebranto completo de la salud si no hay posibles con qué.
No ha de manifestarse extrañeza por esta paradójica situación de que los humanos se nieguen a sí mismos desde aquello que constituye su raíz: los humanos vienen al mundo desnudos e ignorantes y hay que asistirlos. Según ciertas sectas vienen también ciegos y hay que darles la luz. Las pasiones, por todo ello, no hacen más que recordar esa falta primera y aquí es donde llama a la puerta, saluda muy educada y entra la razón.
V. gr.: nos enseña a manejar esa máscara hecha de sonrisas traidoras e insignificantes, mandándola como conviene al sucio lugar del olvido. Puesto que tales gestos de confianza, laughs and cheers, no son dignos de nosotros, aunque seamos de la raza perra de los últimos hombres. O por eso justamente y que no estamos para perder el tiempo en chiquillerías.
El cinismo fabrica creyentes ...
... , el miedo los mantiene no sin desazón de que las culpas presentes hayan de pagarse después---
Dejé de pedir auxilio a la razón para que me diera argumentos plausibles de que el gran Gerard Piqué, defensor blaugrana, no había acometido con culposa mano el balón rival en el área prohibida. No hubo respuesta y hubo que dar paso a la fe.
De lo cual infiero la seriedad simbólica del fútbol. (Aparte del hecho de que yo amo inferir. A las personas serias con dificultades para la verdad nos gustan estas cosas.)
Dejé de pedir auxilio a la razón para que me diera argumentos plausibles de que el gran Gerard Piqué, defensor blaugrana, no había acometido con culposa mano el balón rival en el área prohibida. No hubo respuesta y hubo que dar paso a la fe.
De lo cual infiero la seriedad simbólica del fútbol. (Aparte del hecho de que yo amo inferir. A las personas serias con dificultades para la verdad nos gustan estas cosas.)
To axion ésti
Yo, que para mis ficciones no soy creyente, no puedo aguantar la vergüenza que me produce la imagen atroz del niño ametrallado en Afganistán, llorando un dolor que no comprende---
Un dios que se preciara de su obra podría haber considerado los efectos colaterales de la libertad (from apple to gun, vía Lutero)---
Un dios que se preciara de su obra podría haber considerado los efectos colaterales de la libertad (from apple to gun, vía Lutero)---
7 de mayo
La vida civilizada, que no quiere decir una vida satisfactoria, está hecha, en muchísimas, ocasiones, de una irreprimible sensación de asco, particularmente insufrible cuando nos paramos a pensar, y va a ser el peor momento del día, que somos nosotros, en cuerpo mortal, los que podemos inducir asco en los demás. El único modo de salir del atolladero en esos casos parece que consiste en proyectar un asco moral hacia la conducta de los otros. Como un exorcismo para que las horas sigan corriendo y su fluencia mercurial, lentísima, no nos abrase---
6 de mayo
Día de San Andrés Iniesta, Patrón de los Descuentos.
***
También, y al hilo de lo que vemos, oímos o nos dicen:
De vendas quitadas. Hay hechos que finalizan una guerra. Puntos y finales...
... Pero es la historia (interpretación retrospectiva) la que aclara las evidencias, que no existen para un presente metódico: puesto que los seres humanos que interpretan la acción participan en ella. No pueden salirse del curso de su conducta.
***
También, y al hilo de lo que vemos, oímos o nos dicen:
De vendas quitadas. Hay hechos que finalizan una guerra. Puntos y finales...
... Pero es la historia (interpretación retrospectiva) la que aclara las evidencias, que no existen para un presente metódico: puesto que los seres humanos que interpretan la acción participan en ella. No pueden salirse del curso de su conducta.
6 de mayo de 2009
Evangelios
Las palabras no producen hechos: son cortinas de humo que disuelven responsabilidades, que las atribuyen...
Los buenos propósitos no van a ningún sitio...
Ningunos dioses nos obligan: pero nosotros tenemos lo nuestro...
Me protejo del silencio suspendiendo la frase...
Los buenos propósitos no van a ningún sitio...
Ningunos dioses nos obligan: pero nosotros tenemos lo nuestro...
Me protejo del silencio suspendiendo la frase...
Indomabilia
Juan ha encontrado a Sole, después de perder un diente y casi la vida jugándose el pellejo para subirse al tren de Moscú, donde se había quedado ella, atrapados los dos por el caos de los días de la Rusia revolucionaria (1917).
El anticlímax de la paella y el "ponerse tan contentos" es una muestra, hay muchísimas, del encanto de El maestro Juan Martínez estaba allí, de Manuel Chaves Nogales (que cito por la ed. de Castillejo, 1992, p. 67).
Irreductibilia
Sé el sinsentido del qué, de la pregunta, en esa manera tan indirecta que la falta de comprensión me permite a pesar de todo. Quiero decir: que milagrosamente casi me permite soslayar la bendita incomprensión. Esto es: que las petites nuances, por supuesto sin palabras, dicen mucho más que una respuesta meditada.
5 de mayo de 2009
Infinitésimos de la vida nacional
En su Diario anotó mi alumna el día que mataron a la mosca, en la penúltima semana de abril fue. Merced a la actuación de los servicios de limpieza la mosca sigue allí, como un testigo incómodo aplastado en el cristal. En esta inanidad se encuentra, sin embargo, todo el universo, con tal de que se adopte la perspectiva adecuada. ¿O no?
Stoa, jardín de sombra
El sentimiento, una debilidad para los hombres serios y silenciosos. Lamentarse por la felicidad, la más vergonzosa autocompasión, y querer desencadenarse del ser. Abrirse al otro, confesar sin pudor una incapacidad para la soledad, para la independencia y la verdad. ¿Habrá alguien tan necio que crea que las cosas no cuestan? La vida, la única. (De las Lecciones de Robinson)
Igual da
Que recen o que hagan lo contrario, paseando ufanos por delante de las puertas de los templos (Oui, moi je suis le maudit, ils disent aux vieilles), erigen los hombres un mundo ajeno y que consuela. En esta disposición menesterosa, no en el asombro, se origina la filosofía.
Hay un orden de las cosas...
...eterno, que a unos parece abrasador y a otros de hielo, pero que a nadie deja vivir.
Hay un niño-dios que juega, al que luego matarán los hombres, pero que ahora dispone ingenuamente sus casillas y en ellas nuestros destinos, y no podemos entender las reglas.
También una tarde en la que la piedad nos alcanza, a nosotros mismos que abominamos. Pero nos decimos que no es a causa de nosotros, sino por la decencia de los muertos, de aquella su última mirada insoportable cuando aún vivos por lo que podemos soportarla y seguir con los pasos.
En esa tarde de mayo que parece de un estío mortal se guardan las lágrimas, que asoman al día siguiente intempestivas, cuando a una pregunta conveniente sólo opones tú una súplica muda.
(Ah, el viejo orden de las cosas y sus razones adecuadas. Así debe ser, así sea. Huyendo de la piedad encontramos la naturaleza y a nosotros en ella encasillados, por el hasard de los dedos del infante dios que se entretiene. Seguimos sin comprender.)
Hay un niño-dios que juega, al que luego matarán los hombres, pero que ahora dispone ingenuamente sus casillas y en ellas nuestros destinos, y no podemos entender las reglas.
También una tarde en la que la piedad nos alcanza, a nosotros mismos que abominamos. Pero nos decimos que no es a causa de nosotros, sino por la decencia de los muertos, de aquella su última mirada insoportable cuando aún vivos por lo que podemos soportarla y seguir con los pasos.
En esa tarde de mayo que parece de un estío mortal se guardan las lágrimas, que asoman al día siguiente intempestivas, cuando a una pregunta conveniente sólo opones tú una súplica muda.
(Ah, el viejo orden de las cosas y sus razones adecuadas. Así debe ser, así sea. Huyendo de la piedad encontramos la naturaleza y a nosotros en ella encasillados, por el hasard de los dedos del infante dios que se entretiene. Seguimos sin comprender.)
4 de mayo de 2009
Hermético
Suelta las frases.
Que las gotas de mercurio se busquen.
Con nostalgia de la sintaxis.
Con deseo de significación.
La proposición es el átomo comunicativo: contiene, por mínima que sea, in nuce la ciudad. Olvidándose del olvido. Als ob.
Que las gotas de mercurio se busquen.
Con nostalgia de la sintaxis.
Con deseo de significación.
La proposición es el átomo comunicativo: contiene, por mínima que sea, in nuce la ciudad. Olvidándose del olvido. Als ob.
Sobre el tiempo...
... los dioses deciden, cuando niños y jugando. Ninguna seriedad tras este estar conscientes en que consiste la vida. Cuando se cierra el telón la mentira es mayor.
Si por lo menos los niños fueran tejedores, ilusionistas, titiriteros... Pero no, quieren romper los hilos porque se aburren.
De esta frivolidad viene la muerte; al otro lado de la esquina de la conciencia, donde nunca nos asomamos.
Si por lo menos los niños fueran tejedores, ilusionistas, titiriteros... Pero no, quieren romper los hilos porque se aburren.
De esta frivolidad viene la muerte; al otro lado de la esquina de la conciencia, donde nunca nos asomamos.
Coherencia
Cuando los hombres eran hombres, era patriarcal lejana y perdida, se hacían nudos corredizos con sus principios. Lo demás, los hechos, podían fallar, podían ser plenamente inconsistentes; y que la política absoluta de no hacer daño diera sistemáticamente en lo contrario, en la bola de nieve. Los principios se guardaban siempre, tornando irrespirable la vida.
Edipo, el culpable inocente, razón por la cual los griegos han de permanecer incomprensibles para nosotros sus herederos penúltimos, a no ser que en la figura del niño abandonado de los pies deformes se quiera ver la condición paradojal, trilemática o dialéctica insolvente, de la razón, Edipo que no se quita la vida, sino que se ciega, no tiene que parecernos cobarde. Tiene que parecer, al contrario, que en su gesto de rabia se encuentra una de las pocas maneras que hay para los seres humanos de concretar los principios en la experiencia de la vida. Lo eterno en el espejo quebrado del tiempo. Lo eterno, la desgracia, el designio insensato de los dioses desconocidos, griegos y tan nuestros.
Edipo, el culpable inocente, razón por la cual los griegos han de permanecer incomprensibles para nosotros sus herederos penúltimos, a no ser que en la figura del niño abandonado de los pies deformes se quiera ver la condición paradojal, trilemática o dialéctica insolvente, de la razón, Edipo que no se quita la vida, sino que se ciega, no tiene que parecernos cobarde. Tiene que parecer, al contrario, que en su gesto de rabia se encuentra una de las pocas maneras que hay para los seres humanos de concretar los principios en la experiencia de la vida. Lo eterno en el espejo quebrado del tiempo. Lo eterno, la desgracia, el designio insensato de los dioses desconocidos, griegos y tan nuestros.
3 de mayo de 2009
Norma de estilo
¿Por qué no?
¿Por qué no vamos a pensar que el adelgazamiento hasta lo risible del propio crédito venga en beneficio de la dicción? De manera que en lo oscuro (nuestro) las proposiciones que resulten logren una claridad que no puede ser de artificio, sino de sinceridad, desprendimiento del yo.
Así que habría que creernos cuando protestamos (sin violencia; porque somos pacíficos, candidatos a la araña) porque alguien quiere añadirnos una subjetividad. Pero la persona es máscara -argüimos. Por lo tanto una falsedad -postargüimos.
Así que nuestra proposición, modesta como es, viene del lenguaje, que es un río y que es anónimo (lo social no es nadie). En él nos ahogamos; de él recibimos el aliento y una innumerable colección de bofetadas, a las que solamente podemos responder con incomprensión y una pizca de rencor impotente.
¿Por qué no vamos a pensar que el adelgazamiento hasta lo risible del propio crédito venga en beneficio de la dicción? De manera que en lo oscuro (nuestro) las proposiciones que resulten logren una claridad que no puede ser de artificio, sino de sinceridad, desprendimiento del yo.
Así que habría que creernos cuando protestamos (sin violencia; porque somos pacíficos, candidatos a la araña) porque alguien quiere añadirnos una subjetividad. Pero la persona es máscara -argüimos. Por lo tanto una falsedad -postargüimos.
Así que nuestra proposición, modesta como es, viene del lenguaje, que es un río y que es anónimo (lo social no es nadie). En él nos ahogamos; de él recibimos el aliento y una innumerable colección de bofetadas, a las que solamente podemos responder con incomprensión y una pizca de rencor impotente.
Paciencia
De las lecciones nietzscheanas acerca de la virtud:
La araña no conoce la vanidad. Hace lo suyo porque otra cosa no podría. Teje y teje: palabras y conceptos y deseos. De vez en cuando se hace la ilusión de una mosca. (O más bien la Ilusión cobra conciencia de su amor propio en el interior de su pequeño cerebro de arácnido.)
La araña no conoce la vanidad. Hace lo suyo porque otra cosa no podría. Teje y teje: palabras y conceptos y deseos. De vez en cuando se hace la ilusión de una mosca. (O más bien la Ilusión cobra conciencia de su amor propio en el interior de su pequeño cerebro de arácnido.)
Roles, amalgamas, pensamiento inconcreto
O sea: myself---
Somos aquello por lo que nos pagan (Ortega o Zambrano). Vamos a llevarlo con dignidad, a sacar el oro de entre la ganga. Vomitamos la comunicación social esperada, la demagógica lección, para luego arrepentirnos y entregarnos a la turbiedad de nuestras vocaciones---
Un filósofo no ha de ser funcionario de humanidad alguna, a no ser que lo diga porque no se ha enterado de nada desde el día en que fue arrojado al mundo con su 23 + 23 y a volar pájaro que ya te enterarás de que los hombres no vuelan sino que se mueren tras sufrir y hacer sufrir. Nuestro personaje soporta los edictos de la Administración. Solamente eso.
Edipo antes que ciego o defectuoso de pie, antes o más atrás que un ser sin sentidos, tampoco oye lo que le dicen, y la solución del enigma la halló de chiripa, representa la estúpida y paranoica cerrazón del egoísta. El pretender colar el capricho por verdad. Leamos Edipo Rey, a ver si no sentimos asco por quien no debíamos: por Edipo víctima de los dioses. Pero verdugo de los hombres. Una tal falta de ventanas mentales, para que entre luz y aire, compartida entre todos los seres humanos, todos 23 +23, es la madre de las guerras civiles y genera la desaparición de las patrias bajo el complejo sobreañadido aut ... aut...
Somos aquello por lo que nos pagan (Ortega o Zambrano). Vamos a llevarlo con dignidad, a sacar el oro de entre la ganga. Vomitamos la comunicación social esperada, la demagógica lección, para luego arrepentirnos y entregarnos a la turbiedad de nuestras vocaciones---
Un filósofo no ha de ser funcionario de humanidad alguna, a no ser que lo diga porque no se ha enterado de nada desde el día en que fue arrojado al mundo con su 23 + 23 y a volar pájaro que ya te enterarás de que los hombres no vuelan sino que se mueren tras sufrir y hacer sufrir. Nuestro personaje soporta los edictos de la Administración. Solamente eso.
Edipo antes que ciego o defectuoso de pie, antes o más atrás que un ser sin sentidos, tampoco oye lo que le dicen, y la solución del enigma la halló de chiripa, representa la estúpida y paranoica cerrazón del egoísta. El pretender colar el capricho por verdad. Leamos Edipo Rey, a ver si no sentimos asco por quien no debíamos: por Edipo víctima de los dioses. Pero verdugo de los hombres. Una tal falta de ventanas mentales, para que entre luz y aire, compartida entre todos los seres humanos, todos 23 +23, es la madre de las guerras civiles y genera la desaparición de las patrias bajo el complejo sobreañadido aut ... aut...
Arde Polonia
De alegría.
2-6. Humillación no. El respeto que se le tiene a un grande, al que hay que apuntillar para que no se levante. Porque un grande siempre se puede levantar, aun con un 2-4.
2-6. Humillación no. El respeto que se le tiene a un grande, al que hay que apuntillar para que no se levante. Porque un grande siempre se puede levantar, aun con un 2-4.
2 de mayo de 2009
Recuerdo que yo anoche ...
... estaba cansado, muy cansado y sombrío, y que va uno por la carretera oscura quizás demasiado lentamente y quiere ir seguro. Aunque eso no se sabe y a lo mejor conviene pisar un poco el pedal del acelerador y centrarse en la conducción solamente. Pero no era mi caso porque yo conducía y pensaba. No sé si a alguien le habrá ocurrido cosa igual, lo de conducir y pensar. A mí era la primera vez, y por esa razón tenía que ir tan lento. Cansado y sombrío, maduro y expectante nuestro ser, pero no porque espera nada, o justamente porque lo que espero, positivamente, es nada. De las resoluciones firmes que toma el pensamiento librado a sí mismo, como por una especie de automatismo que se acompasa con el runrún quebrado del diesel viejo de que gozo, de la firmeza ganada por un don, gracia, inspiración, etc. que a mí me vino en un kilómetro indeterminado del trayecto en la noche más negra, pues debían ser las doce y se acababa el mundo de ayer, se terminaba para siempre y lo que vendría iba a ser diferente, puede que parecido pero otra cosa, puesto que el mundo aborrece lo siempre igual y ama las flores nuevas para su sol renaciente, nada ha quedado. De las resoluciones firmes, comencé a decir y quería decir. Me avergüenzo de lo que pensé, pues mi memoria frágil, muy frágil, hasta la preocupación, para otros asuntos de la diaria intendencia, lo que lleva a la desesperación de los demás y no saben estos mismos cuánto me desespera a mí y que no es una frivolidad mía, no se recata nunca en recordarme aquellos de mis pensamientos y hechos a los que conviene la etiqueta de la culpa y del ridículo. Más dolorosas sus impresiones (el sello, la etiqueta) porque en general no llego a los hechos sino en la parte del preámbulo que lo acaba todo puesto que uno ha conseguido, ab initio, de una manera magistral, hacer el tonto. En eso si está uno doctorado. Ay!, lo que pasó por mi cabeza, exabruptos de primeros de noviembre y de otro tiempo, ideas que podían vivir en lo oscuro de la noche, conceptos cuya verdad, ahora que ha amanecido, yo no puedo asumir igual o no debo, pues vivo en un mundo y en ese mundo yo soy muy débil, muy débil no solamente en la memoria. No comprendo casi nada y no sé comportarme. Me disculparán, si quieren, por lo ingenuo, y al girar su cara para que yo no les vea y apiadarse de mí, esbozarán una sonrisa de perdón que si yo la viera me haría daño y ellos saben eso y por eso actúan así, a escondidas su cara de mis ojos cuando hablan de mí. No me importa. Pues realmente creo que soy bueno. Así que no se me han olvidado mis intenciones, aunque ahora es como si les hubiera dado la vuelta, para avergonzarme de ellas, y también a esa violencia de mis ocurrentes pensamientos, impropios para lo moderadísimo que soy en casi todo, que consiste en querer jugarlo todo a una carta (como si yo la tuviera!), pero no para ganar, asunto innoble y estúpido para cualquier ser que pretenda tener clase y dignidad, sino porque sí, porque no hay otra obligación que ésa y lo demás da igual. Así, se me ocurre imaginar o recordar, este mundo es tan lejanísimo, en los consejos que en otro tiempo se daban a las mujeres a las que se amaba absurdamente (hoy la tecnología ha acabado con estas delicadezas, engrisecidas las confesiones a golpes de síncope y apócope en redes sociales y sms)… No había desprecio ni rencor, ni nada parecido, en pedir que te fueras, pues ninguna esperanza habías tenido de que te quedaras. Ese consejo para tu irresolución, que no podía esperarse de uno (perdona que me esconda en los pronombres, que a posta quiera confundir con ellos: ¿yo?, ¿tú?, ¿nadie?), era para mostrarte con brusquedad lo imposible: que a uno mismo lo que tú, o quien fuera, hicieras, lo que cualquiera decidiera, a mí me iba a dar igual. Pero hemos dado la vuelta a este tono inadecuado y de él no permanece esta mañana de luz suave, pájaros cantarines y oídos que zumban otra cosa que unas letras que se esconden, de una voluntad de poder indigna y fingidora, que hace los gestos de una pelea a vida o muerte para esconderse.
1 de mayo de 2009
Autoficción
Me digo que cómo habría de ser yo coherente en mis trampas, alcanzando una adecuada -por cerrada- verdad interior, si no pudiera (d)escribirme como el sentimental que yo no soy, y si no pudiera desmentirlo -todo- después. (De las Lecciones de Epiménides.)
Rafael Calero
Ella es muy hermosa.
El pelo negro, no muy largo,
le cae descuidado sobre los hombros.
Los ojos profundos, oscuros, invernales.
Ojos de mujer.
También aquí.
O sea: que escriban otros que saben. Y que cambien el color de los ojos si les place, la caída del pelo o que esté descuidadamente recogido. Que el amor en cada caso se invente su infinito en la carne ajena---
Yo resguardado, en mi plaza de escribidor, tras la barrera y con mis ojos viendo la plaza. Que así sea---
El pelo negro, no muy largo,
le cae descuidado sobre los hombros.
Los ojos profundos, oscuros, invernales.
Ojos de mujer.
También aquí.
O sea: que escriban otros que saben. Y que cambien el color de los ojos si les place, la caída del pelo o que esté descuidadamente recogido. Que el amor en cada caso se invente su infinito en la carne ajena---
Yo resguardado, en mi plaza de escribidor, tras la barrera y con mis ojos viendo la plaza. Que así sea---
Antes y después, tarde ya
El pensamiento, una mariposa brevísima que quería la luz de mayo, blanca y tranquila, aleteó un instante y se fue. Dispersa nuestra atención en otras cosas, o era que el cuerpo estaba cansado, no supimos reconocerlo en su verdad y se fue---
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