16 de mayo de 2009

Inconsistente

Debe ser eso. Aparte de que se logra parecer tonto varias veces al día (Dios, qué talento!), está la particular creencia, que de alguna manera se debe de trasladar a quienes nos conocen, en la esencial y definitiva necedad de todo aquello que hemos pensado, dicho o escrito, un segundo después apenas de pensarlo, decirlo o escribirlo. Luego queda la seriedad, y preguntarse si no constituirá otro revestimiento de la tontería. O el único atraactivo restante de un espíritu en ruinas. Quién sabe!

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