26 de abril de 2008

Simpatía

Yo no creo ser bueno, pero comprendo el mecanismo de la piedad: una mujer madura consuela al anciano padre enfermo, diciéndole que su dolor es porque se está curando---

Huérfano desde una edad que no resulta la usual en estos tiempos, aunque sí antaño, cuando las personas (¿por eso?) maduraban antes, no conocí yo la piedad (virtud religiosa porque se vincula a los primeros magos, los padres), y era porque me faltaba experiencia: cuando ésta se ha acumulado y depurado de terco orgullo e inútiles ambiciones debe aparecer (sí, entonces; no antes) la comprensión del dolor universal y la conducta ética adecuada: una verdad moral nada provisional---

Me apercibo de que posiblemente tampoco sea yo malvado: si es que aprendí a renunciar demasiado pronto, a no creer ni querer locamente. Esta sequedad anímica no podrá ser maldad, aunque sí pecado y esterilidad---

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