Ilimitada capacidad para la no verdad: la falsedad es igual a la imprudencia o se origina, fundamentalmente, en la imprudencia---
Somos, en ese sentido, en cuanto aficionados a fingir, adictos a las máscaras. Las necesitamos como el prisionero necesita la recreación formal del tiempo en la frase musical, o en la historia contada---
La restauración de la verdad comienza con la vergüenza. Pero no comienza con la reflexión---
No hay comentarios:
Publicar un comentario