18 de diciembre de 2008

Estaba mi personaje...

... encaramado en su lugar al borde de la pista, con un vaso en la mano y cara de qué demonios estoy yo haciendo aquí a mi edad y a esta hora, con todas las obligaciones que tengo y la culpa o mi mala conciencia, cuando se le ocurrió referirse a ella con un estúpido comentario. Le soltó la mano, déjame, enfadada, de veras crees que estoy verde?, inútil decirle verde y roja, en sentido positivo superlativo, porque tú eres la vida, y ya estaba ella a más kilómetros que al principio.

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