24 de noviembre de 2008

Sujeto

A propósito de Aleixandre: "... excesivamente abstracto, como escondido tras sus palabras"

De esto se trataría, de estar sin verse: de una presencia ausente en apariencia. Se empieza, en los Diálogos..., con Salinas y se termina con Guillén. Esta paradoja o paradojas, que se nota ante todo en el paralelismo de las voces -contrapunto o complementariedad-, será lo que dé atractivo al libro, y también lo que mueva al rechazo: igual que si se tratara de una persona.

2 comentarios:

Egoficción dijo...

Más o menos te he entendido. No rechazo la poesía de Aleixandre, no, y lo recuerdo con cariño (el que sus poemas me dieron) e ingenuidad (la mia). Sólo digo que otros poemas muy distintos, menos preocupados por la perfección lingüística ( y puede que por la hondura exiostencial. Esto puedes discutírmelo) me gustan más.

Egoficción dijo...

La prueba es muy fácil. por épocas, o bien tegusta más J.R.Jiménez o Machado.