Descubrir el desaliento, y buscarlo.
No concebir un dasein sin escribirlo: puedo imaginar un mundo con todas las bibliotecas incendiadas, pero no una situación que me alejara del consuelo de trazar con mi mano los signos-fármacos para los estados invisibles de mi alma. Escritura o muerte.
La letra viene de todos los desastres del amor: es lo que entiendo en Aleixandre: en la Historia del corazón que lleva a la mano que empuña una pluma -demasiado débil para ser espada- a inscribir una carencia helada.
En el Fedro platónico la escritura, el invento maligno y sello -validez- de la historia, viene del sentido del progreso que Platón no nombra; aunque sospecha el mal en la vivencia nueva del tiempo que han alcanzado los hombres de hierro hesiódicos.
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