Estamos, en el bendito presente, llegando a un nivel de estupidez que nos vamos mereciendo la destrucción total. Esto sí, todo envuelto en ropajes frívolos.
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Pero la tontería de la clientela de los partidos es incluso mayor. Qué escritura, por Dios! Qué contenido de lo escrito!
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Y no es asunto que olviden A y H. Al contrario, el que lo olvidaba soy yo: no hay más que ver el capítulo que la DI dedica a la industria cultural, y cómo la manipulación requiere de la estolidez.
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Vejez y escepticismo, y la dificultad de no efectuar la suma y decir cinismo y practicarlo.
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Juego: se participa y nos retiramos. Depende del misterioso accionar de la voluntad, sobre el cual no puede disponer la razón, sirvienta y nada más. Es decir, limitada a la cara ridícula del quiero y no puedo. Querer = voluntad que no puede.
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Leo en la DI acerca de la cara amarga de la risa, y no sé distinguir entre el reír con y el reírse de. Se desea la coherencia: ver el lado luctuoso en lo festivo, la cara amarga de cualquier asunto. Por detrás o encima de cualquier egoísmo. Sin ser altruista. Por respeto a la verdad. Conociendo lo trágico: que el cuerpo es verdad, el tuyo y el de todos. Que en el cuerpo habita el alma y duele.
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