... una peregrina idea que puede que sea, no obstante, cierta, o que al menos algo de verdad haya venido a recaer en ella por azar. Dice que para enterarse de cómo va el mundo, si es que a uno le da por ahí, nada mejor que coger un par de periódicos, uno de cada extremo político, hallar el término medio y luego poner el resultado en negativo. De dos mentiras sale una mentira mediana, parece ser su cálculo. El lector, si todavía no está perdido para la razón, extraerá después la verdad aproximada.
3 comentarios:
El filósofo sostiene a la barra, o la barra al filósofo.
Sinergia, claro. tal para cual.
En la barra, café, y a veces, sólo a veces, Aguardiente dulce. Es la soledad más bobnita.
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