7 de mayo de 2008

Uno doble...

... de sol:

Prisiones conceptuales: No se sale fácilmente de la malla que teje la razón, del hilo mental de Ariadna. María Zambrano, toda ella optimismo, ve la vida fértil de Occidente incluso en la noche de la tragedia española, cuando se juega algo más que la cultura seca. Se juega la convivencia. De manera que (qué nos han de importar las contradicciones!) hemos conocido una doble violencia: la que ha ejercido el intelecto matemático secularmene en la historia europea, y la violencia que ahora se manifiesta en un lugar a donde el tal intelecto no ha llegado (ni la Reforma, ni el Renacimiento, ni la Ilustración). Como muestra de una exaltación irracional ha de verse ahí, por detrás de la infamia homicida entre hermanos, la posibilidad de una energética diferente que saque a Europa de su tronco seco...

Yo creo que Doña María también es presa de un concepto, de una concepción que viene del Romanticismo y que se nombra de muchas maneras, aunque el vino sea siempre el mismo: el del volkgeist. es decir, que si hemos abominado de los conceptos, ¿por qué no vamos a renunciar a esas confusas generalizaciones que son las patrias, los países, las naciones, los pueblos, los estados... ?

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... y de sombra:

Cinismo y quijotismo: El arreglador de humillaciones a las damas puede morir en cualquier momento apuñalado por uno de estos rufianes que se educan públicamente. La dama lo contará después a su amante legítimo, amartelada con él---

D. Quijote debió empezar a ver claro, entre confusiones, a este respecto: Dulcinea se entrega a los brazos fuertes, no a los seres librescos. (A los eruditos todavía, pues éstos son seres pseudolibrescos: especializados en lo general -sic).

Nota bene: No especializados en lo general, como si de metafísicos se tratase. Los eruditos no se dirigen a los últimos principios de la razón humana y/o la realidad. Polígrafos, quiero decir: practicantes de un corte o regionalización del gran territorio común de las humanidades---

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