Un coche con los asientos desvencijados, las chicas en la puerta repitiendo el gesto eterno de la vida y la alegría---
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(Por la tarde)
Cioran, Historia y utopía (Tusquets):
Seguimos al escritor cuando se deja llevar por un inmoralismo muy francés e ilustrado. Alcanza un cinismo exquisito y aristocrático---
Imposible cuando uno huele la disparatada suma (Darwin + Cristo = Codreanu), esa insoportable presunción de que todos albergamos una bestia rubia dominadora y guerrera; y que, si no, no somos humanos; o que somos otra cosa que el ideal cristofascista obligado---
Una impresión de un libro valioso. Nada más [que una impresión]. Tan valioso, nada menos, como para plantear el fin de Europa. En eso estamos, pero no por exceso de debilidad e Ilustración, sino a causa de una absurda fascinación por la barbarie (apellidada Otro o Diferencia)---
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María Zambrano, o los peligros del estilo:
Al igual que en la parodia de Luis Martín-Santos en la novela Tiempo de silencio, sobre ciertos usos fáciles, retóricos y políticos en el peor y más conformista de los sentidos, del hablar orteguiano, [parodia efectuada] en el tono de misma grisura de la inteligencia del franquismo todavía poderoso en las ideas (¿principios de los 50?); de una forma similar a lo que el papanatismo puede imponer sobre los ejercicios fenomenológicos del maestro (en la novela mentada), se presta el magnífico discurso (lenguaje, escritura) de la malagueña a una tergiversación menos dañina en lo corporal, aunque insidiosa plenamente en el ámbito del espíritu, puesto que puede ser tomado prestado su discurso por esa modalidad quintaesenciada de lo antaño cursi que es hogaño el doblelenguaje (¿no?, ¿no es hipocresía?, ¿de verdad?) de lo políticamente correcto.
Ahora bien, a mí esta declaración de María Zambrano, que se recoge en la introducción que hace J. Moreno Sanz a la obra de M. Zambrano sobre "los intelectuales en el drama de España" (y otros textos), publicada por Trotta, pienso que nos tendría que parecer admirable:
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Patriotismo, sentimental:
Imposible evitar que se me salten las lágrimas cada una de las veces que veo/oigo Canciones para después de una guerra de B. Martín-Patino. Soy un hombre del pasado y para mí está perdida esa posibilidad y esperanza de la utopía que se me figura en la hermosa ciudad desconocida, en Madrid---
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Lo que se aprende en Vizinczey y Pavese (y en Stendhal, según Vizinczey): la demostración a alguien de que nos atrae supone nuestra perdición. Para este punto de vista, totalmente cínico acerca de la condición humana, lo que habría que hacer, el modelo de conducta ideal, para contrarrestar esta superioridad manifiesta que dejamos en manos del enemigo/amado, sería escenificar la más completa indiferencia: la superioridad sería nuestra, y no tendría nada que ver con el amor---
El cinismo está equivocado. Pero siempre cabe señalar que el cínico miente y que no se sabe quién es---
Lo que no se podrá sostener seriamente es que el cínico no sabe escribir. Conoce, pero que muy bien, las vueltas que dan las frases, los múltiples sentidos intrincados. Por una vez la política podría aprender de él sus modelos heurísticos, en vez de tener que ser al contrario. Pienso.
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