2 de mayo de 2008
Tendría razón Andrés Trapiello (yo se la concedo ahora, diez años después de El escritor de diarios; se la concedo esta tarde, según me conviene) y no podrá salir un diario de la personalidad que está completa (AT se refiere, parodia y caso extremo, al laureado escritor portugués)---
Si hay una herida constante, una o muchas fallas en la conciencia que le impiden hacerse grande, entonces ahí puede fluir la escritura como un vivir sustitutorio: nacido el diario de un hartazgo del yo romántico, quizás, pero no puedo seguir a AT cuando éste cae en el determinismo de lo escrito. El diario no obliga a morir, como sostiene el leonés que le obliga a Pavese su última entrada, igual que la última hora que le sonara. Le suena a Pavese: se quita de enmedio. Cierra el texto.
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