1 de mayo de 2008

A la búsqueda del lenguaje perfecto


G. Brenan, Memoria personal 192/1975, Alianza, 1984, p. 358
Bertie es Russell. Brenan cuenta un casi "desastre" que le pasó al filósofo en Yegen, lugar al que había llegado después de hacer escala en la señorial y vetusta Berja.
Lo que yo saco del asunto es que o los significados son intrincadamente mentales o Russell no pudo entender nada de lo que estaban haciendo con él. O pensaría que el médico estaba loco, si es que en aquel tiempo los médicos se identificaban fácilmente por algún signo exterior, de manera que él pudiera saber que se trataba del médico (nadie podía decírselo, me parece). Sí, realmente debió pensar el insigne inglés en que sus días acababan allí, víctima de alguna locura española. La verdad es que cuesta trabajo imaginarse y describir la situación. Inténtese!

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