11 de enero de 2007

Impre(ci)siones

Se confiesa. Eso se lo debe.

"... equivocarse, pensar en una confianza que no llega, que no es devuelta,

... confundir lo público con lo privado, dentro de un movimiento creciente que te va dejando solo,

/... como un muñeco de nieve que rodase montaña abajo, y se va agrandando, pero tú no./

Tus comentarios y gestos no generan el efecto que pretendes. Piensas, enuncias (indicas, ruegas, sonríes). ¿Qué dice el espejo, ese resultado no intencionado del efecto que tú has buscado? Nada que no se conozca desde hace ya mucho tiempo: un vacío, las batallas que se pierden.

Los mínimos actos de significación (unas cuantas verdades) salen disparados, chocan, rebotan: tienen un precio que no se podía esperar (cómo suben los precios!), /un aire seco, cruel, una sombra/, lugar de destino para pasear despacio y mantener el círculo de vida, entre las pequeñas verdades que se dicen y las incomprensiones que se alcanzan."

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