Datos críticos: una forma de autocorrección continuada, el refrendo exterior de la voz interna, una modestia que asume el lenguaje propio, que se la juega siempre, que tiene reglas...
El viajero lleva su particular verdad y debe confrontarla. El viajero es cualquiera y sus actos: un narrador, un investigador, un turista, un ser anónimo...
Para esta regla de verdad mínima, aproximativa, flexible..., para esta condición abierta de lo que debe ser tomado como real, vale correlativamente la simpatía, como forma de conocernos, de decir las verdades. Aunque siempre queda algo.
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