Le sucedía querer recordar, atraído por el incómodo efecto nostágico-lacrimógeno de las canciones -benditas canciones; la cara felicitante del pop, lo que fui, lo que fuiste, cuando no nos conocíamos!
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(A propósito de Gómez Pin)
La imagen de lo que fue, televisiva, desarraiga de lo vivido. Un efecto que debe ser máximamente embrutecedor en la era de una definición virtual del cuerpo y de las conductas, de la denegación de los derechos (propiamente) humanos.
...las canciones, pequeños fragmentos de mito, de habla despolitizada y naturalista (Barthes). Sin contexto, sirven para esencia de la memoria, empobrecida. Si es que la memoria no representa (ya) la conciencia humana de una pérdida real de sustancia, de cuerpo, a lo largo del tiempo...
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