19 de noviembre de 2007

Pánico

(O de la virtud de los cobardes, los cómodos, los yoes innumerables de las cities oh yeah!)

Del Ébano de Kapuscinski, del libro de Gauchet sobre la "historia política de la religión": una impresión de vivacidad común, la percepción con la que correspondemos a una vida que se impone con una fuerza desproporcionada a nuestras propias fuerzas---

Mal acostumbrados como estamos a papá-estado-de-bienestar, nos da por sentir miedo cuando vamos a lavar el coche, que iba vergonzosamente sucio, y vemos caras extrañas y no muy bien dispuestas: lo confieso y es una nueva vergüenza (la posibilidad de morir por el empeño de querer recordar cuál era el color original del coche)---

Si se fuera la luz durante una semana, nada más que una semana, todo el castillo de naipes de la hipertecnología y las good manners se iba a pique. ¿Menos de una semana-estoy oyendo, y cuando miro a ver quién ha hablado observo su sonrisa como diciéndome que soy un iluso optimista? Pues más a mi favor---

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Esta maravilla de la tecnología francesa, irrepetible, que se puede ver guarecido bajo umbroso arbusto, es él, el protagonista de nuestro tiempo, con cualidades de héroe y aspiraciones de dios---

No me resisto a ofrecer (un fragmento de) su particular belleza, gris sobre gris---



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Transparencia, virtud de la hora---
La virtud pública no cotiza: sírvase la vida privada---

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