21 de noviembre de 2007

Habría que considerar...

... dos aspectos:

a) la inflación de la conciencia, esa enfermedad tan semejante a la estupidez, que en el yo parasita, se enquista, envenena la vida y las relaciones: en el yo, en mi yo---

b) un tiempo humilde y productivo, dedicado a la lectura (J. L. Arsuaga: El collar del Neandertal): especulaciones sobre el surgimiento a simultáneo (o no) de la conciencia y del lenguaje, o las hipótesis sobre el momento en que se produce el salto (y su carácter continuista o rupturista; es decir, su carácter de "salto", propiamente; si es que tiene sentido hablar así, pensar así) entre la evolución natural y la emergencia de la mente (como una parte más del proceso, o como un suceso milagroso), etc., etc. Disueltas las tentaciones mundanas (soberbia, concepto de sí mismo, complejos, etc.) las cosas adquieren otro color, los acontecimientos toman otro cariz, la belleza es---

Yo podría ser (contra la sintaxis, contra la experiencia): la persona íntima devenida objeto impersonal---

Y me doy cuenta de que estoy justificándo(me) la religión en tanto mentira piadosa: por miedo a la belleza, a la aventura (lo por venir)---

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