25 de noviembre de 2007

Des-concierto

Arcadi Espada, 25 de noviembre:

No lo comprendo: ¿En qué sentido debería la filosofía concertarse con el mundo? ¿Tecnocráticamente? ¿Una nueva religión, reverenciando la donación de la inmortalidad biotecnológica, la promesa de ser para siempre, aquí, por la gracia que irradia desde el laboratorio?

La filosofía llega tarde, desde luego. Pero, y es mejor así, porque no se anticipa a adorar, a afirmar lo existente o lo incipiente (afirmar = decir sí y decir que sí; teórico y práctico).

Llega tarde, asombrada y sin conceptos: obligada a encontrar las preguntas, no a vender las respuestas-mentiras (las consolaciones).

***

"En fin: le parece mal a nuestro filósofo que por vez primera en la historia la fuerza sea determinada por la inteligencia." (A. Espada)

¿Debe parecerle "bien"? ¿Afirmar? ¿Bendecir? ¿Votar unánimemente, como el 101 % restante de los mendaces referenda tan conocidos?

No sé qué tiene de positivo la determinación intelectual de la fuerza: ¿hacerla más efectiva, quizás?

Pero una fuerza más fuerte -limpia, oculta; sin necesidad de ser brutal, porque los consumidores no resisten la sangre- no es una fuerza más buena.

Por lo que el bien, que quizás no resida en la mera inteligencia (aun desligada de la práctica, de la utilidad, de la efectividad), tampoco se encuentra en la fuerza (en la biotecnología, en suma).

Por tanto: se debe seguir preguntando, sin importar que el asombro se confunda con la estupidez romántica.

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