... , un diablo pobre, fakir loco e inmundo. Pero, cuando sueña, un dios desleído en letra. Ausente, un dios, en marca de tinta, agua eterna. (De un ex vivo futuro es la autoficción.)
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El sueño de un poeta: convertir la prosa, estilizarla, hasta que su ser sin sombra, pura luz que cae a plomo, recuerde la única conexión inconvenida posible entre lenguaje y realidad. Como si dijéramos, la sola verdad natural: etimología, imagen de una verdad de raíz, autoevidente para el dios de uno, si se es---
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Al alba del mundo le corresponde una lengua sin preposiciones. Tampoco flexiva. Tan grande es la sorpresa y el balbuceo ante el amontonamiento de los seres. ¿Quién sabría poner un orden común, en frase y en pensamiento?
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