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30 de septiembre de 2010
La estación de los besos
Había demasiado ruido y ahora no puedo recordar bien, ahora que marcho por un campo arrasado, lo que dice Jorge Guillén en sus cartas a G. No llego a hacerme una idea de sus encuentros furtivos en las pequeñas ciudades de playa francesa, ni del ansia carnívora de unos labios. De toda esta materia cruda del poema yo no sé recordar nada. Había demasiado ruido.
Y además yo tenía prisa. Los alumnos arman demasiado ruido y yo tengo que atenderlos. Yo soy mayor, soy su profesor y una persona responsable y con unas funciones. Cómo iba yo a ocuparme de Jorge Guillén y de su visto bueno (Vº Bº) a la voluptuosidad y al placer, en esa misma carta que le envía a G., anunciándole que llega y que no puede aguantar la espera. Tres días, tres días que le hacen vivir, y quizás él no sabe que le matan. Los seres no viven ni mueren ni del amor ni del desamor, sino del paso infernal de los relojes, de ese sobresalto de agujas a la espera. Un golpe que sigue a otro, uno dos, uno dos, y así siempre mientras dura la conciencia. De repente, el abandono. Otra estación o el fin. El tren que parte y que no avisa. Unos labios homicidas, creo leer en Jorge Guillén, el autor de Cántico y el enamorado, y se me ocurre que nadie lo sospecharía en ese ser gris. Que lo destrozaría una pasión turbia, quiero decir. En la ciudad pequeña, en la playa francesa: el deseo, unas manos y una boca, y la destrucción de la carne que parece aplazada sine die, según las fórmulas de los oficios (Vº Bº). Podrías haber caído hace unos años, de ictus o de soledad. En vez de eso, muerdes los labios y suspendes la falta de misericordia de los relojes.
...
Y además yo tenía prisa. Los alumnos arman demasiado ruido y yo tengo que atenderlos. Yo soy mayor, soy su profesor y una persona responsable y con unas funciones. Cómo iba yo a ocuparme de Jorge Guillén y de su visto bueno (Vº Bº) a la voluptuosidad y al placer, en esa misma carta que le envía a G., anunciándole que llega y que no puede aguantar la espera. Tres días, tres días que le hacen vivir, y quizás él no sabe que le matan. Los seres no viven ni mueren ni del amor ni del desamor, sino del paso infernal de los relojes, de ese sobresalto de agujas a la espera. Un golpe que sigue a otro, uno dos, uno dos, y así siempre mientras dura la conciencia. De repente, el abandono. Otra estación o el fin. El tren que parte y que no avisa. Unos labios homicidas, creo leer en Jorge Guillén, el autor de Cántico y el enamorado, y se me ocurre que nadie lo sospecharía en ese ser gris. Que lo destrozaría una pasión turbia, quiero decir. En la ciudad pequeña, en la playa francesa: el deseo, unas manos y una boca, y la destrucción de la carne que parece aplazada sine die, según las fórmulas de los oficios (Vº Bº). Podrías haber caído hace unos años, de ictus o de soledad. En vez de eso, muerdes los labios y suspendes la falta de misericordia de los relojes.
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Nada viene sencillo
Nada viene en donación a los seres: ¿quién dijo que el imperativo de felicidad tuviera que presidir los actos de una vida? Ni siquiera el imperativo de realización---
Lo único que llegamos a desplegar es una desazón continuada: blanco y azul, irresistible.
Lo único que llegamos a desplegar es una desazón continuada: blanco y azul, irresistible.
29 de septiembre de 2010
Lo siento...
No me disgusta:
14/10/07
Noesis noeseos
Tras la frente, dos o tres ideas de belleza, una vez que se hubo desencantado el mundo---
El hombre ya no aspiraba a trascendencia---
Intenta, con los ojos, hendir el cristal del botellero vacío de enfrente, en el bar. Y sólo ve su gesto mismo reflejado, los ojos fijos, la mirada que no se encuentra. En otro momento se habría atrevido a mirar a la mujer rubia y guapa del otro lado de la barra, ocupándose de la niña---
En la calle, un perro cumple el rito universal de ladrar al gato del contenedor de la basura. Se me queda un instante mirando, y yo (pero sólo por otro instante) estoy tentado de decirle que se confunde, que yo no soy gato---
La niña, en brazos de la mujer mayor y un poco tronada, señala hacia las gotas que bendice el cielo, la bendición en agua, en lo que consiste su manar eterno (el del cielo) y aquí, en esta tierra, tan desacostumbrado---
PUBLICADO POR MLL EN 9:53 PM
14/10/07
Noesis noeseos
Tras la frente, dos o tres ideas de belleza, una vez que se hubo desencantado el mundo---
El hombre ya no aspiraba a trascendencia---
Intenta, con los ojos, hendir el cristal del botellero vacío de enfrente, en el bar. Y sólo ve su gesto mismo reflejado, los ojos fijos, la mirada que no se encuentra. En otro momento se habría atrevido a mirar a la mujer rubia y guapa del otro lado de la barra, ocupándose de la niña---
En la calle, un perro cumple el rito universal de ladrar al gato del contenedor de la basura. Se me queda un instante mirando, y yo (pero sólo por otro instante) estoy tentado de decirle que se confunde, que yo no soy gato---
La niña, en brazos de la mujer mayor y un poco tronada, señala hacia las gotas que bendice el cielo, la bendición en agua, en lo que consiste su manar eterno (el del cielo) y aquí, en esta tierra, tan desacostumbrado---
PUBLICADO POR MLL EN 9:53 PM
Sí...
A causa de una determinación fundamental de la conciencia, cuyo origen ignoramos, hay gentes que se levantan cada mañana y, al mirarse al espejo, deciden que ese día van a ir en busca de lo que les hace daño.
Señor Punset
A causa del programa de don Eduard (monos Vs. humanos; técnicas y cognición en unos y en otros) estoy entrando en levitación trascendental---
El primatólogo de guardia me parece un poco pirado, pero hace un aporte con sentido: sabríamos de la conciencia de un primate cuando pudiéramos conocer si recuerda o no su infancia, o cuando se encontró con aquel leopardo... O sea, que no tenemos forma de determinar si la conciencia es exclusivamente humana, o no. Eso que deseamos saber, si pudiéramos, representa todo el experimentum crucis---
El primatólogo de guardia me parece un poco pirado, pero hace un aporte con sentido: sabríamos de la conciencia de un primate cuando pudiéramos conocer si recuerda o no su infancia, o cuando se encontró con aquel leopardo... O sea, que no tenemos forma de determinar si la conciencia es exclusivamente humana, o no. Eso que deseamos saber, si pudiéramos, representa todo el experimentum crucis---
Exaltado
No sucede nada, de pequeño o de mediano, si no es a través de una pasión exultante. La tibieza nos debería parecer una virtud vomitiva. (¿Un emético por el que la vida se autodestruye?)
Antropología sin evolución
A mí el párrafo que sigue, de Georges Perec (Un hombre que duerme, ed. Impedimenta), me parece estupendo. Yo querría escribir algo así por mi cumpleaños. Perec tenía treinta años cuando apareció el libro, en 1967:
"No es que detestes a la gente, ¿por qué tendrías que odiarlos? ¿Por qué tendrías que odiarte? ¡Si al menos esa pertenencia a la especie humana no viniera acompañada de este insoportable jaleo, si al menos estos pocos pasos irrisorios que hemos dado en el reino animal no tuvieran que pagarse con esta indigestión perpetua de palabras, de proyectos, de grandes comienzos! Pero se paga un precio demasiado alto por estos dos pulgares oponibles, por la posición erguida, por la rotación imperfecta de la cabeza sobre los hombros: ¡esta caldera, este horno, esta parrilla que es la vida, estos miles y miles de requerimientos, de provocaciones, de amenazas, de exaltaciones, de desesperaciones, este baño de obligaciones que nunca se acaba, esta eterna máquina de producir, de triturar, de engullir, de superar baches, de volver a empezar de nuevo una y otra vez, este dulce terror que insiste en regir cada día, cada hora de tu ínfima existencia!" (pp. 39-40).
"No es que detestes a la gente, ¿por qué tendrías que odiarlos? ¿Por qué tendrías que odiarte? ¡Si al menos esa pertenencia a la especie humana no viniera acompañada de este insoportable jaleo, si al menos estos pocos pasos irrisorios que hemos dado en el reino animal no tuvieran que pagarse con esta indigestión perpetua de palabras, de proyectos, de grandes comienzos! Pero se paga un precio demasiado alto por estos dos pulgares oponibles, por la posición erguida, por la rotación imperfecta de la cabeza sobre los hombros: ¡esta caldera, este horno, esta parrilla que es la vida, estos miles y miles de requerimientos, de provocaciones, de amenazas, de exaltaciones, de desesperaciones, este baño de obligaciones que nunca se acaba, esta eterna máquina de producir, de triturar, de engullir, de superar baches, de volver a empezar de nuevo una y otra vez, este dulce terror que insiste en regir cada día, cada hora de tu ínfima existencia!" (pp. 39-40).
Proverbio de allí
Quien cabalga, galante, a lomos de sus deseos no suele pensar en el castigo que se encuentra dentro del envoltorio.
Aun
Incluso para la comprensión de las impresiones (sean en el modo de la posibilidad o en el de la existencia) hacen falta considerables dosis de tiempo y de prudencia.
Reincidiendo, también
03/11/06
Verdú, El estilo del mundo: el sujeto igualado con su objeto, de tanto que lo ama. Carezco del fino arte de las distinciones para desarmar la ironía de las descripciones, ponérmelas delante de los ojos y adorarlas: aquí la estética social, lo que es; allí, la ética. Pienso que no se da -en el texto de Verdú- la posibilidad de lo uno o lo otro, sino lo uno en lo otro, el fondo en la superficie. En algún momento el espíritu salió de su columna diaria y produjo el libro, pero así otorga al acontecimiento -al comment que lo repite- una dureza de sustancia que no le es propia. En el traspaso, de la prensa al libro, se pierde la verdad: o yo soy incapaz de hallarla. PUBLICADO POR MLL EN 10:13 PM
03/11/06
Verdú, El estilo del mundo: el sujeto igualado con su objeto, de tanto que lo ama. Carezco del fino arte de las distinciones para desarmar la ironía de las descripciones, ponérmelas delante de los ojos y adorarlas: aquí la estética social, lo que es; allí, la ética. Pienso que no se da -en el texto de Verdú- la posibilidad de lo uno o lo otro, sino lo uno en lo otro, el fondo en la superficie. En algún momento el espíritu salió de su columna diaria y produjo el libro, pero así otorga al acontecimiento -al comment que lo repite- una dureza de sustancia que no le es propia. En el traspaso, de la prensa al libro, se pierde la verdad: o yo soy incapaz de hallarla. PUBLICADO POR MLL EN 10:13 PM
28 de septiembre de 2010
Mi pobre razón
Sé irónico
Arroja una proposición... y luego distánciate de ella. Oculta la primera piedra con una segunda. Que piensen que buscas piedad y que piensen a continuación que no, que para nada, que lo que tú buscas es que te admiren. Pero que tampoco estén seguros. Habla, sobre todo habla, que ya callarás---
Claro: que quien arroja piedra sobre piedra, acaba levantando un muro que a él mismo le puede sepultar, y seguramente le sepultará. Pero que le quiten lo no bailado...
***
Ah, la carretera de la sierra: entrega de exámenes recorregidos y reclamados. Que Dios asista a España con tanto garantismo. Ojalá fuéramos surcoreanos y no necios mediterráneos malcriados---
Claro: que quien arroja piedra sobre piedra, acaba levantando un muro que a él mismo le puede sepultar, y seguramente le sepultará. Pero que le quiten lo no bailado...
***
Ah, la carretera de la sierra: entrega de exámenes recorregidos y reclamados. Que Dios asista a España con tanto garantismo. Ojalá fuéramos surcoreanos y no necios mediterráneos malcriados---
No, tú no eres inmortal. Tú eres de los que deciden abrirse una herida y de inmediato piden la sal. Tú buscas (¿quién dice buscar?; tú lo amas) aquello que te hace daño. Teniendo claridad, vas a dar en lo indeciso. Quieres ver los límites por el lado de fuera, pero a ti te faltan las alas de los prácticos. Tú sobrevuelas en papel y estás a un tris de pedir una esponja con vinagre---
(Tú eres de los que piensan y luego escriben aquello que no concuerda con lo que deciden cuando piensan. Piensan con un cuchillo, con escuadra y cartabón. Pero cuando hablan y cuando actúan, tiemblan. No por cobardía. Porque no les importa perder, ya han gustado esa sangre. Vamos a pensar que no hay tal, que actuando como actúan se creen que van a dibujar una bella estampa de la amargura. En verdad te digo que parece que su incoherencia es para darles motivo para escribir, temas para el Diario.)
(Tú eres de los que piensan y luego escriben aquello que no concuerda con lo que deciden cuando piensan. Piensan con un cuchillo, con escuadra y cartabón. Pero cuando hablan y cuando actúan, tiemblan. No por cobardía. Porque no les importa perder, ya han gustado esa sangre. Vamos a pensar que no hay tal, que actuando como actúan se creen que van a dibujar una bella estampa de la amargura. En verdad te digo que parece que su incoherencia es para darles motivo para escribir, temas para el Diario.)
Noche y destrucción
La mayoría de nosotros hemos muerto---
La luna asomaba la otra noche, arriba, a lo lejos, abriéndose paso entre las nubes, en un fulgor amarillento, de una palidez irreconocible (yo iba conduciendo y un vientecillo venía desde el recuerdo)---
Asocio lo que veo, en el recuerdo, con lo perdido---
La luna asomaba la otra noche, arriba, a lo lejos, abriéndose paso entre las nubes, en un fulgor amarillento, de una palidez irreconocible (yo iba conduciendo y un vientecillo venía desde el recuerdo)---
Asocio lo que veo, en el recuerdo, con lo perdido---
27 de septiembre de 2010
¿Qué es un hombre?
Creeriáis que hablo de un ser que se alimenta de migajas de piedad, y os equivocáis. No, porque un hombre es lo que es, lo que efectúa, sus errores. Un ser que ve la muerte, y ésta es suya si le toca, y de nadie más. No juega al ajedrez con las damas. Tampoco tiene que entonar himnos a lo creación, tiene que limitarse a dejar sus pasos en la arena, expuestos al sol y las lluvias que en ocasiones desmienten el desierto.
Un hombre es dueño de su dolor, de su enfermedad y de su muerte: la trinidad de su pasión. Él no es la piedad que tiene que anularle, y más si le da por sentirla por sí mismo. Una brisa es un hombre, y un temblor ligero, un paisaje de montaña, una nariz de águila, estas olas tan azules. Los bares abandonados de los lunes también; una carretera de montaña que le parece destinada; este hombre en silla de ruedas, artesano de lo mínimo que rebusca en los cabellos muertos. Pero nunca se debe decir no, ni siquiera en la forma admitida del lamento.
Un hombre, al que casi no me atrevo a llamarle yo. Tan extraño, poco sólito, me parece este ser aciago.
Un hombre es dueño de su dolor, de su enfermedad y de su muerte: la trinidad de su pasión. Él no es la piedad que tiene que anularle, y más si le da por sentirla por sí mismo. Una brisa es un hombre, y un temblor ligero, un paisaje de montaña, una nariz de águila, estas olas tan azules. Los bares abandonados de los lunes también; una carretera de montaña que le parece destinada; este hombre en silla de ruedas, artesano de lo mínimo que rebusca en los cabellos muertos. Pero nunca se debe decir no, ni siquiera en la forma admitida del lamento.
Un hombre, al que casi no me atrevo a llamarle yo. Tan extraño, poco sólito, me parece este ser aciago.
La cuestión metafísica fundamental
Días extraños:
Qué rara sensación sería si, después de estar a punto de empotrarte contra un camión en la infame carretera secundaria, a causa de una estúpida falta de pensamiento, te bajaras al llegar del coche, vieras el mar, condujeras tus pasos por las avenidas del campus, vieras a los muchachos tan distraídos (ay, si supieran lo que va a ser su vida) y sintieras en la piel una brisa húmeda algo incómoda (quizás algún virus detrás de este malestar de hace algunos días).
***
Desprecio y nada más merecen estos ideólogos/eruditos violeteros que predican virtud y desparraman desvergüenza por sus poros de cobardes. Esta es otra cuestión aparte del miedo, de lo fundamental: por qué un hecho, en vez de otro. Indeterminación, hado. O que este camión no era para mí.
***
Descanse en paz As. No pude ir al entierro. Uno queda mal (muchas veces) sin haberlo buscado. A ver cómo solucionamos esto.
***
No puedo dejar de pensarlo: Los inmateriales pensamientos o los igualmente inmateriales valores son realmente capaces de teñir los hechos y orientarlos en un sentido u otro. La conciencia constituye un poder realmente actuante. La conciencia determina el ser, y no a la inversa. Aunque de una forma incontrolable.
Qué rara sensación sería si, después de estar a punto de empotrarte contra un camión en la infame carretera secundaria, a causa de una estúpida falta de pensamiento, te bajaras al llegar del coche, vieras el mar, condujeras tus pasos por las avenidas del campus, vieras a los muchachos tan distraídos (ay, si supieran lo que va a ser su vida) y sintieras en la piel una brisa húmeda algo incómoda (quizás algún virus detrás de este malestar de hace algunos días).
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Desprecio y nada más merecen estos ideólogos/eruditos violeteros que predican virtud y desparraman desvergüenza por sus poros de cobardes. Esta es otra cuestión aparte del miedo, de lo fundamental: por qué un hecho, en vez de otro. Indeterminación, hado. O que este camión no era para mí.
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Descanse en paz As. No pude ir al entierro. Uno queda mal (muchas veces) sin haberlo buscado. A ver cómo solucionamos esto.
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No puedo dejar de pensarlo: Los inmateriales pensamientos o los igualmente inmateriales valores son realmente capaces de teñir los hechos y orientarlos en un sentido u otro. La conciencia constituye un poder realmente actuante. La conciencia determina el ser, y no a la inversa. Aunque de una forma incontrolable.
26 de septiembre de 2010
Moebius, mise en abîme
La enumeración de elementos conduce a un elemento -una hoja de papel- que contiene la enumeración (esa misma enumeración). (Vid. G. Perec, Lo infraordinario, p. 116, Ed. Impedimenta)
Letras que voy encontrando...
Sobre Georges Perec:
"Georges Perec- Colección de sueños: agitar antes de usar" (David Pérez García).
Que deberé leer aunque sea de prisa...
"Georges Perec- Colección de sueños: agitar antes de usar" (David Pérez García).
Que deberé leer aunque sea de prisa...
No, tampoco me disgusta esto que escribí...
12/09/07
Razón monológica
Convencido de escribir, de tener que escribir y de desear tener que escribir (y no debe ser muy diferente el convencimiento de un deseo, que luego -además- se satisface, de la felicidad) me sucede -sí, a mí- tener la impresión de perder el tono adecuado, y pensar que las frases escritas son tan extrañas y difíciles de interpretar como las voces que se escuchan, sean dirgidas a uno mismo o las escuche al azar (en la música de las conversaciones cotidianas, en el trabajo, en el bar, en la calle... como una prueba rotunda de que la amistad existe como un objeto para el observador, aunque él se tenga que mantener al margen de los asuntos)---
...
Por ello, no es tanto que se quiera ser ambiguo, sino que no se sabe no serlo: no se trata, entonces, de una supuesta virtud buscada, sino de un vicio indeseado y por el que humildemente se pide perdón. Pero, ¿a quién?
***
La piedad hacia los otros (¿pero se tiene derecho a sentirla, y aun a pensar que se puede sentir?) es señal de magnanimidad, de una cierta grandeza de ánimo por la que no se tiene que esperar que a uno le vayan a agradecer nada. La piedad hacia uno mismo señala, muy al contrario, una debilidad imperdonable (casi una traición a la patria) que no hay que pensar en permitirse: ¿cuándo se ha abdicado de la razón crítica para, confortablemente al lado del brasero, ponerse a discutir que uno también tiene derecho a su cuota humana de felicidad? No. uno, efectivamente, posee un derecho: a cumplir con lo que le dicta su conciencia que es su deber. Lo demás es mezquindad y confort---
(Y esperar que a uno le agradezcan es autocompasión. De ahí que no la espere ni la desee.)
***
Los argumentos, que a veces resultan válidos cuando los analiza un testigo imparcial, pasan a través de su persona sin que experimenten ningún efecto: ni la persona ni los argumentos. Son, si bien se mira, una lengua fría o un anticipo de la muerte---
***
Válgate el desprecio de escuela de vida y escritura. (¿Cuántas veces se habrá dado este consejo imposible?)
Publicado por MLL en 5:05 PM
===
===
===
¿Soy el mismo? Han pasado más de mil días...
Razón monológica
Convencido de escribir, de tener que escribir y de desear tener que escribir (y no debe ser muy diferente el convencimiento de un deseo, que luego -además- se satisface, de la felicidad) me sucede -sí, a mí- tener la impresión de perder el tono adecuado, y pensar que las frases escritas son tan extrañas y difíciles de interpretar como las voces que se escuchan, sean dirgidas a uno mismo o las escuche al azar (en la música de las conversaciones cotidianas, en el trabajo, en el bar, en la calle... como una prueba rotunda de que la amistad existe como un objeto para el observador, aunque él se tenga que mantener al margen de los asuntos)---
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Por ello, no es tanto que se quiera ser ambiguo, sino que no se sabe no serlo: no se trata, entonces, de una supuesta virtud buscada, sino de un vicio indeseado y por el que humildemente se pide perdón. Pero, ¿a quién?
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La piedad hacia los otros (¿pero se tiene derecho a sentirla, y aun a pensar que se puede sentir?) es señal de magnanimidad, de una cierta grandeza de ánimo por la que no se tiene que esperar que a uno le vayan a agradecer nada. La piedad hacia uno mismo señala, muy al contrario, una debilidad imperdonable (casi una traición a la patria) que no hay que pensar en permitirse: ¿cuándo se ha abdicado de la razón crítica para, confortablemente al lado del brasero, ponerse a discutir que uno también tiene derecho a su cuota humana de felicidad? No. uno, efectivamente, posee un derecho: a cumplir con lo que le dicta su conciencia que es su deber. Lo demás es mezquindad y confort---
(Y esperar que a uno le agradezcan es autocompasión. De ahí que no la espere ni la desee.)
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Los argumentos, que a veces resultan válidos cuando los analiza un testigo imparcial, pasan a través de su persona sin que experimenten ningún efecto: ni la persona ni los argumentos. Son, si bien se mira, una lengua fría o un anticipo de la muerte---
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Válgate el desprecio de escuela de vida y escritura. (¿Cuántas veces se habrá dado este consejo imposible?)
Publicado por MLL en 5:05 PM
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¿Soy el mismo? Han pasado más de mil días...
De negaciones, II
No, hoy no bajó...
Sin embargo, está Bill Evans y Radio 3.
Bill Evans, la sublimación de la melodía (A Todo Jazz)
***
Sin embargo, está Bill Evans y Radio 3.
Bill Evans, la sublimación de la melodía (A Todo Jazz)
***
Los mortales querríamos hacer esto con la letra, y que se transmitiera alguna melodía.
De negaciones
No, hoy no bajó la inspiración. Que venga cuando quiera, si quiere...
En la carretera de La A., a la altura del stop de esta mañana, me encuentro a D., el hombre pequeño y viejísimo. Parece ciego, o que no necesita los ojos. En sus pies debe ir memorizado el camino de asfalto. Anda por una línea imaginaria casi perfecta: la que corresponde al conductor que se figura, cuando va por su sentido de la calzada, que su cuerpo va justo por el medio---
En la carretera de La A., a la altura del stop de esta mañana, me encuentro a D., el hombre pequeño y viejísimo. Parece ciego, o que no necesita los ojos. En sus pies debe ir memorizado el camino de asfalto. Anda por una línea imaginaria casi perfecta: la que corresponde al conductor que se figura, cuando va por su sentido de la calzada, que su cuerpo va justo por el medio---
Hasards
Hay coincidencias levemente inquietantes que dan para un conato de narración, o para un fragmento de Diario:
Al venir del campo, por la carretera de La A., al hacer el stop en una de las bifurcaciones, me doy cuenta de que hay un coche rojo, un Hi. coupé que he visto otras veces por el pueblo, parado a la derecha en un apartadero de tierra, justo al pasar el cruce. Al llegar yo a su altura se pone en marcha y me sigue, así no más de quinientos metros. Lo suficiente para fabricarse una pequeña historia (de terror). Al pasar la curva de El C. veo que viene hacia mí, de enfrente, un coche de la policía. Lo curioso es que miro por el retrvisor y el Hi. ha desaparecido. ¿Cómo? ¿De qué manera ha maniobrado? ¿Qué camino tomó? Lo digo todo esto después, lo escribo ahora. Hasards.
Al venir del campo, por la carretera de La A., al hacer el stop en una de las bifurcaciones, me doy cuenta de que hay un coche rojo, un Hi. coupé que he visto otras veces por el pueblo, parado a la derecha en un apartadero de tierra, justo al pasar el cruce. Al llegar yo a su altura se pone en marcha y me sigue, así no más de quinientos metros. Lo suficiente para fabricarse una pequeña historia (de terror). Al pasar la curva de El C. veo que viene hacia mí, de enfrente, un coche de la policía. Lo curioso es que miro por el retrvisor y el Hi. ha desaparecido. ¿Cómo? ¿De qué manera ha maniobrado? ¿Qué camino tomó? Lo digo todo esto después, lo escribo ahora. Hasards.
Tendrá la razón...
... Perec (Lo infraordinario), y así el Acontecimiento presidirá los relatos ambiciosos de las ciencias históricas, y los menos ambiciosos de los noticiarios. Así será, aunque ayer el telediario dio como noticia la astenia otoñal, con su corte sintomática nada heroica. Entonces, si el Acontecimiento nos libra de una regularidad que al cabo nos tiene que parecer invivible, esta otra información nos libera de la necesidad del Acontecimiento. Así me puedo consolar: el malestar mío de ayer se integra en un relato meteorológico-astronómico-médico. El malestar mío y el del 30% de los españoles, en su mayor parte mujeres de entre 20 y 30 años, y ahí me salgo.
25 de septiembre de 2010
Reincidente
No, la verdad es que no me disgusta esta entrada, que he vuelto a mirar últimamente. Pertenece a un tiempo del que me ha separado el reloj, y el mismo espacio. Quede como muestra de la validez atemporal (¿qué sabemos después acerca de qué escribíamos?) de las notas que recogen la impresión de un instante de emoción o de lectura (Rilke). No, no me disgusta:
13/12/06
Amor y muerte, tarde y frialdad.
(RMR)
Andábamos dentro de cajas de metal frío, sin aliento ni ventanas para mirar fuera, unas cajas gris claro, volantes, por encima de los puentes y los nervios que están sobre la tierra. En el interior de ellas, y también mirándolas pasar desde aquella ventana de hotel, por la avenida amplia, el siglo pasado. Ellas me dicen lo que sé y lo que ignoro: de su boca, rosa tardía y espesa, se esperan decisiones.
Aunque nos conociéramos durante mil años no llegaríamos a tener que hablarnos. Tanto es lo que separa un nacimiento de otro, lo que nos desgasta el tiempo y lo que se va olvidando: hasta dar en la piel sin huesos, la carne que ha perdido la fuerza y termina rindiéndose.
...
13/12/06
Amor y muerte, tarde y frialdad.
(RMR)
Andábamos dentro de cajas de metal frío, sin aliento ni ventanas para mirar fuera, unas cajas gris claro, volantes, por encima de los puentes y los nervios que están sobre la tierra. En el interior de ellas, y también mirándolas pasar desde aquella ventana de hotel, por la avenida amplia, el siglo pasado. Ellas me dicen lo que sé y lo que ignoro: de su boca, rosa tardía y espesa, se esperan decisiones.
Aunque nos conociéramos durante mil años no llegaríamos a tener que hablarnos. Tanto es lo que separa un nacimiento de otro, lo que nos desgasta el tiempo y lo que se va olvidando: hasta dar en la piel sin huesos, la carne que ha perdido la fuerza y termina rindiéndose.
...
La ciencia de los perros, IV
Un punto de vista, acerca de los instantes de magia y de paz, no coincide con otro punto de vista acerca de los instantes. Es bueno que así sea, porque así es.
Ayer
Vi ayer, en la Biblioteca municipal, un ejemplar de la revista Litoral dedicado al arte y la literatura y la ciudad. Esperé un momento a que llegara el bibliotecario para que me lo anotara y llevármelo, pero entonces pensé que ahora no me siento con fuerzas para leer y mirar ese tipo de obras. En cuanto caí en una página con una reproducción de un conocido cuadro de Hopper y un poema ad hoc. No, ahora no puedo. Después, quizás. Salí, dije adiós, y fue así que me olvidé del asunto por unas horas.
La ciencia de los perros, III
Un pensamiento o una palabra tocan el timbre, abrimos, plantan su pie en la puerta para impedir que cerremos... y ya estamos perdidos.
No hay nada más material, ni más venenoso, que un pensamiento o una palabra. Los hombres no mueren de amor o de desamor, sino de pensamientos y de palabras.
No hay nada más material, ni más venenoso, que un pensamiento o una palabra. Los hombres no mueren de amor o de desamor, sino de pensamientos y de palabras.
La ciencia de los perros, II
No pienses demasiado, desconfía de cualquier palabra que asome por la puerta. Vienen envueltas en amabilidad, pero en cuantos las interrogas se vuelven incomprensibles y monstruosas.
Mantén a los humanos cerca, pero con una distancia de seguridad. (Acepta lo mismo para ti: el frío es generalizable.)
Mantén a los humanos cerca, pero con una distancia de seguridad. (Acepta lo mismo para ti: el frío es generalizable.)
Un libro de Perec
... Que pienso (en) terminar hoy: Lo infraordinario. O de la felicidad de leer lo cotidiano, una fenomenología de los espacios, de los paseos, de los recuerdos, de las calles a las que se vuelve, de los padres muertos.
La ciencia de los perros
La parte de atrás de la casa de la experiencia es el cinismo. La ciencia fría de los que han perdido la fe.
Diwan
No fueron dichas para ti. Decretadas por un engaño el destino, de esa lluvia inesperada tú te tuviste que quedar con la promesa de las flores. Pero las flores se marchitan, y encierran al caminante en su hálito venenoso. Lo condenan a no nacer nunca, a ser entre dos mundos, a la angustia.
El caminante se interna en el bosque, y sueña que habita en un palacio de salones vacíos que retumban. Este bosque, palacio: su alma, un ruido de voces entre tanto ruido. La ruina de las promesas, un despertar incierto a las realidades, de las realidades.
El caminante se interna en el bosque, y sueña que habita en un palacio de salones vacíos que retumban. Este bosque, palacio: su alma, un ruido de voces entre tanto ruido. La ruina de las promesas, un despertar incierto a las realidades, de las realidades.
Redistribucionismo socialdemócrata
Aumenta la carga impositiva para las rentas más altas. No quiero ni pensar que la medida vaya a propiciar el fraude y el engaño en las declaraciones. Eso aquí no pasa. Aunque las consecuencias no importan, solamente los principios cristianos asumidos: lo difícil que el rico pase, más que el camello, etc. Para la generalidad queda el encarecimiento, vía impuestos, del opio: alcohol y tabaco. Sus fármacos de la infelicidad o de la vida, si no son lo mismo.
Sic transit
Huye de las palabras. No fueron dichas para ti. No son más que obstáculos que te encuentras en el camino hacia el hallazgo del sinsentido. La búsqueda metódica que emprendiste hace tantos años, o desde antes de nacer.
24 de septiembre de 2010
Al hilo de
Yo pienso (oh ultravana presunción de los pronombres, esta persistencia en aseverar imposibles) que la autora del post tiene toda la razón, en fondo y forma, en sus comments. Está la calidad literaria, sí, que si se logra, mejor. Es innegable. Pero está también la expresión de lo que va surgiendo, que no tiene por qué ser tan literario. Pero esto último (la espontaneidad) realmente es lo que representa la marca del Diarista, su sello de autenticidad. Es decir, la posibilidad de salirse de los cauces de la calidad, para introducirse en los de la verdad. Con todas las reservas posibles acerca de qué sea la verdad, y si es accesible y si puede ser contada por alguien de algún modo. Desde Gorgias estamos hablando de la cuestión.
Se puede empezar con una figura, con un sentir estilizado, que relumbre... y se puede proseguir tirando del hilo, poniendo en el primer plano lo que de arbitrario y ocultador tiene el escribir por figuras, la adaptación al bello estilo. A fin de cuentas, cualquier asunto humano se presta a darle mil vueltas, argumentos contra argumentos. ¿Por qué, en virtud de qué coherencia de academia, debería respetarse la convención literaria?
Aunque yo sí que le exigiría (oh vuelta de la presunción) al blog, para que deje de ser un Diario vergonzante, que renuncie al anonimato y que ponga su nombre y su cara propia. Alcanzaría de ese modo su mayoría de edad, su derecho a poseer carta de ciudadanía literaria---
Se puede empezar con una figura, con un sentir estilizado, que relumbre... y se puede proseguir tirando del hilo, poniendo en el primer plano lo que de arbitrario y ocultador tiene el escribir por figuras, la adaptación al bello estilo. A fin de cuentas, cualquier asunto humano se presta a darle mil vueltas, argumentos contra argumentos. ¿Por qué, en virtud de qué coherencia de academia, debería respetarse la convención literaria?
Aunque yo sí que le exigiría (oh vuelta de la presunción) al blog, para que deje de ser un Diario vergonzante, que renuncie al anonimato y que ponga su nombre y su cara propia. Alcanzaría de ese modo su mayoría de edad, su derecho a poseer carta de ciudadanía literaria---
Oh dios
... La transparencia: una intuición mucho más allá del lenguaje. Las obsesiones de éste envenenan los cuerpos y las almas. Las enfermedades, algunas enfermedades, empiezan y acaban en una inquisición pormenorizada acerca de los significados. Pero el lenguaje oculta casi tanto e incluso más de lo que manifiesta...
Fashion
La locutora del programa de la tarde estima que la estancia carcelaria del líder ecologista representa, electoralmente, un plus. Maravilloso, que decía la gitana del chiste.
***
Plovelbio:
Cuando te atasques en un camino estrecho, ni para atrás ni para delante, arrójate al frente. Aunque te hieras.
***
Plovelbio:
Cuando te atasques en un camino estrecho, ni para atrás ni para delante, arrójate al frente. Aunque te hieras.
Sujeto-objeto
Sobrevuela la ironía, soberana en torno a los ídolos caídos. Nosotros mismos, los otros, el mundo.
Salamander
Quizás los hombres, en determinadas épocas, necesitaron de un sol negro, de un fuego oscuro del que luego se levantaron depurados. (Ansiando permanencia, validando fe.)
Se escribe
Y se presta una voz en lo que se escribe: quiero decir que lo que otro habla, yo lo escribo. ¿Lo merece? En mis momentos racionales pienso que no. Aunque así se mantenga la inercia de la escritura. Incluso en estos septiembres sombríos.
Esperanza
Cada día viene con su dosis de estupidez e ignoniminia, la cual, sin embargo, el pensamiento estratégico sabrá aprovechar a su debido tiempo. ¿Se entiende esto?
23 de septiembre de 2010
Oh desasosiego
... Esta vida eterna de las tabernas que acepto y que sufro: los escasos parroquianos viejos de la barra, la camarera manipulando botellas vacías, el cocinero en un silencio interrumpido por sus apariciones, la pareja de enfrente. Yo, mis frases---
Ahí al fondo, en una esquina, un hombre come solo. Un hombre solo puede beber el vino de las tabernas. Quizás así olvide o recuerde: su infancia, sus paisajes, las gentes que fue conociendo y que todavía no ha acabado de olvidar. Un hombre solo bebe y lo respetamos. Pero no es bueno que un hombre solo coma solo. Una persona así constituye el fracaso de su ciudad, en su ciudad. Yo lo estoy mirando, sé que en parte lo conozco. De algo, de otro tiempo, que yo ya he olvidado.
Ocurre que, al mirar a un hombre, como yo hice, este hombre te lo entrega todo en la mirada que te devuelve. Te lo entrega todo o no te entrega nada y yo no sé interpretar los ojos. Un hombre solo, habitante de las tabernas, mon semblable. Yo no sabría decir si es que he de tener piedad con él. No lo conozco, o lo conozco de un tiempo ido y ocurre que ya lo he olvidado. Ignoro cuándo llegó a mi vida, lo mismo que he terminado por no saber el daño que se hace, esa vocación que tiene por los licores (?) fuertes, por las pasiones intempestivas. (Un bufón conocido se adueña del plató de la TV. La caverna en las tabernas. Nadie hace caso, aquí, al bufón reconocido y su cháchara enlatada. Menos que nadie, el parroquiano que dice yo, mira y escribe sus frases y así va desgranando el tiempo.)
Ahí al fondo, en una esquina, un hombre come solo. Un hombre solo puede beber el vino de las tabernas. Quizás así olvide o recuerde: su infancia, sus paisajes, las gentes que fue conociendo y que todavía no ha acabado de olvidar. Un hombre solo bebe y lo respetamos. Pero no es bueno que un hombre solo coma solo. Una persona así constituye el fracaso de su ciudad, en su ciudad. Yo lo estoy mirando, sé que en parte lo conozco. De algo, de otro tiempo, que yo ya he olvidado.
Ocurre que, al mirar a un hombre, como yo hice, este hombre te lo entrega todo en la mirada que te devuelve. Te lo entrega todo o no te entrega nada y yo no sé interpretar los ojos. Un hombre solo, habitante de las tabernas, mon semblable. Yo no sabría decir si es que he de tener piedad con él. No lo conozco, o lo conozco de un tiempo ido y ocurre que ya lo he olvidado. Ignoro cuándo llegó a mi vida, lo mismo que he terminado por no saber el daño que se hace, esa vocación que tiene por los licores (?) fuertes, por las pasiones intempestivas. (Un bufón conocido se adueña del plató de la TV. La caverna en las tabernas. Nadie hace caso, aquí, al bufón reconocido y su cháchara enlatada. Menos que nadie, el parroquiano que dice yo, mira y escribe sus frases y así va desgranando el tiempo.)
Jueves de otoño
¿Nos terminaremos de creer que se ha cambiado de estación un año más? Y que no hay nada de especial ni de poético en el frío...
¿Terminaremos por convertirnos en hombres? En amantes de la soledad y su destino. Si, como decía Pavese aunque sin su tragedia, hasta quien no se espera puede. (Porque lo mío no es la tragedia sino desgranar.)
¿Terminaremos comprendiendo que cualquier proposición nos rebasa? Que hay mucho más de lo que se piensa dicho en su superficie. O mejor: que lo que hay debajo de su superficie, por debajo de la letra, es mucho más de lo que se piensa. Quizás porque estrictamente no sepamos qué palabras usar. Escribo desgranar, y yo intuyo lo que quiero expresar, pero nada más.
¿Terminaremos comprendiendo la insuficiencia del pensar? La opacidad del cuerpo, último responsable de nuestros actos, del cuerpo que tiene ojos, del cuerpo ciego...
¿Alcanzaremos algún gesto de paz en este mundo?
¿Terminaremos por convertirnos en hombres? En amantes de la soledad y su destino. Si, como decía Pavese aunque sin su tragedia, hasta quien no se espera puede. (Porque lo mío no es la tragedia sino desgranar.)
¿Terminaremos comprendiendo que cualquier proposición nos rebasa? Que hay mucho más de lo que se piensa dicho en su superficie. O mejor: que lo que hay debajo de su superficie, por debajo de la letra, es mucho más de lo que se piensa. Quizás porque estrictamente no sepamos qué palabras usar. Escribo desgranar, y yo intuyo lo que quiero expresar, pero nada más.
¿Terminaremos comprendiendo la insuficiencia del pensar? La opacidad del cuerpo, último responsable de nuestros actos, del cuerpo que tiene ojos, del cuerpo ciego...
¿Alcanzaremos algún gesto de paz en este mundo?
Tiempo para nada
Qué días! Improductividad, dedicación a no sé qué. A ver si termino hoy Los emigrados.
22 de septiembre de 2010
Hunos y hotros, II
Un hombre se puede equivocar, de persona o de personaje. Nunca, excepto que haya renunciado a la dignidad, se puede olvidar de reconocer a los que le hicieron un bien. Si no ocurriera así sería un muerto, un otro. No obstante, por respeto a sus ancestros, a los que nunca olvida, hará bien en olvidar aquellos actos en los que él se conoció víctima de un mal. No hay orgullo aquí, sino que el espejo de cada mañana no le vaya a devolver un despojo de existencia sino un estar en el mundo simple y sincero.
Hunos y hotros
Lo que es para el hombre magnánimo la fe que mueve montañas, en un pays des possibles, es para el hombre de la descreencia su pecado contra el espíritu, una claudicación intermitente o constante en sus días; así como una incisión en el terreno, un desgarro en su alma que se conoce como escritura. Sin embargo, este hombre nunca ha pecado contra la generosidad: su ánimo es mínimo, sus días son grises, pero nunca olvida a sus acreedores.
Oficio
Mi hombre no era nada más que un humilde servidor de la palabra. No la transmitía, la interpretaba y la recogía en sí.
Alentaba sus sueños con las hojas muertas.
Alentaba sus sueños con las hojas muertas.
No voy a comentar...
18/09/2010 (13:35) El océano |
Estamos despidiendo a personas muy cercanas que sufren desde hace tiempo la carnicería del cáncer. Ahora sus cuerpos apenas se sostienen. Su ánimo (no digo alma, no digo espíritu) se desmorona en la lucha. No hay nada que hacer. Ni que decir. Al final todo falla. Muy pronto serán arrojadas por la borda al océano insaciable de los muertos. |
21 de septiembre de 2010
Kalokagathía
(Variación) No hay virtud sino dureza (a no ser que la virtud consista en esa misma dureza), y no queda otra más que expulsar los relojes a puntapiés.
A un niño pertenece el juego, y su nombre es Tiempo.
A un niño pertenece el juego, y su nombre es Tiempo.
Al hilo de los días
Un tribunal socrático:
Proponía un amigo que quienes dijeran estupideces deberían ser abofeteados en la plaza pública. Es evidente que, llevada a cabo la medida a rajatabla, todos tendríamos la cara marcada. habría que establecer un sistema que hiciera la norma a la vez útil o flexible: tres tarjetas amarillas, quizás. Y a la tercera, hale, cabe el pilón público.
¿Es que no? Cuánto crimen se evitaría: se empiezan diciendo chorradas y se acaban cometiendo crímenes o, el otro lado, dictando leyes.
Proponía un amigo que quienes dijeran estupideces deberían ser abofeteados en la plaza pública. Es evidente que, llevada a cabo la medida a rajatabla, todos tendríamos la cara marcada. habría que establecer un sistema que hiciera la norma a la vez útil o flexible: tres tarjetas amarillas, quizás. Y a la tercera, hale, cabe el pilón público.
¿Es que no? Cuánto crimen se evitaría: se empiezan diciendo chorradas y se acaban cometiendo crímenes o, el otro lado, dictando leyes.
Memento
Escribe todos los días, no mientas cuando escribes, sé respetuoso.
Escribe párrafos cortos, no ensayes.
Escribe párrafos cortos, no ensayes.
Uno y dos
Un imbécil con coche, con casi toda seguridad resulta ser un imbécil previamente a tener coche (me imagino que en las diferentes dimensiones de su estulta vida). Si el tal conduce un vehículo de la serie 5 de la Fábrica Bávara de Motores, entonces se trata, sin duda alguna, de un cretino con denominación de origen, en este caso, alemana. Vaya por él.
***
...
y dos: Dos libros de Georges Perec: Un hombre que duerme y Lo infraordinario. Baratos no son, no. Todo sea por las editoriales minoritarias y por la galaxia Gutenberg. Tan denostada por los científicos de la educación: estimando (putando en latín) que la lectura es regresiva. Un regresivo.
***
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y dos: Dos libros de Georges Perec: Un hombre que duerme y Lo infraordinario. Baratos no son, no. Todo sea por las editoriales minoritarias y por la galaxia Gutenberg. Tan denostada por los científicos de la educación: estimando (putando en latín) que la lectura es regresiva. Un regresivo.
Un día después
Au revoir, exámenes.
***
Considerar la aprensión desde otro punto de vista. O no considerarla en absoluto: dejarlo a la fatalidad y/o consultar al médico.
***
Quien escribe es un ser mortal.
***
Considerar la aprensión desde otro punto de vista. O no considerarla en absoluto: dejarlo a la fatalidad y/o consultar al médico.
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Quien escribe es un ser mortal.
20 de septiembre de 2010
Del ruido
Quedarán unas hojas caídas en silencio, elegantes y sinceras.
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Septiembre derrama... y recolecta. Al fin, esta pobre muchacha, Is.
***
Septiembre derrama... y recolecta. Al fin, esta pobre muchacha, Is.
Aprensión
Cosas de la edad. En clase, con las botas puestas.
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¿Siempre se ha de decir lo que conviene?
***
¿Siempre se ha de decir lo que conviene?
No es cierto que...
... septiembre sea la estación breve de la luz. No es cierto del todo. Septiembre también es la angustia opresiva, el peso del mundo, el sabor amargo, las gotas de lluvia que caen duras y un cielo cerrado sobre las naves industriales.
Varia
Cuántos argumentos especiosos diseñamos para asimilar el desprecio!
***
¿Por qué dejé de leer a Sch.? Empecé en el verano de 2009. Me atasqué en un frg.
***
Oh pobre diablo: no te imagines en una cueva parisina, escuchando jazz, en blanco y negro. Ni en N. Y., asistiendo a un concierto en un club, coloresdesvaídos. No te imagines imágenes.
***
La dulzura melódica de la música popular me resulta insoportable.
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¿Por qué dejé de leer a Sch.? Empecé en el verano de 2009. Me atasqué en un frg.
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Oh pobre diablo: no te imagines en una cueva parisina, escuchando jazz, en blanco y negro. Ni en N. Y., asistiendo a un concierto en un club, coloresdesvaídos. No te imagines imágenes.
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La dulzura melódica de la música popular me resulta insoportable.
19 de septiembre de 2010
De los aparecidos
"Un día se nos apareció Althusser en el bar de la facultad de Historia de la Universidad de Barcelona y, a pesar de la temperatura infernal, cientos de devotos seguimos sudorosos sus divagaciones caóticas, como si estuviéramos oteando la historia subidos a sus hombros." (G. Luri, La escuela contra el mundo, CEAC, 2010, p. 140)
Clarividencia, II
Hay quien emprende tarde la carrera del fracaso, igual que si de mayor decidiera hacerse corredor de fondo.
En efecto...
A propósito de algo leído en G. L. (La escuela contra el mundo):
No encuentro nada más constante que las opiniones. Quiero decir: que vienen sin mayor motivo, pero que se repiten con una identidad de forma y fondo realmente admirable entre los distintos individuos. Así de fácil arraigan los prejuicios (esto es, las opiniones que han decidido quedarse en casa a vivir parasitando). Estos prejuicios, depurados, se denominan memes (como la hipótesis heliocéntrica, si nos ponemos a ello), y sobre esa depuración como fundamento se han construido las ciencias humanas/sociales y sus ansias de imponer un orden al mundo. No han realizado la utopía platónica, que podría ser una noche totalitaria, pero se aproximan a pasos agigantados (nos aproximan) a un radiante mañana de la necedad.
No encuentro nada más constante que las opiniones. Quiero decir: que vienen sin mayor motivo, pero que se repiten con una identidad de forma y fondo realmente admirable entre los distintos individuos. Así de fácil arraigan los prejuicios (esto es, las opiniones que han decidido quedarse en casa a vivir parasitando). Estos prejuicios, depurados, se denominan memes (como la hipótesis heliocéntrica, si nos ponemos a ello), y sobre esa depuración como fundamento se han construido las ciencias humanas/sociales y sus ansias de imponer un orden al mundo. No han realizado la utopía platónica, que podría ser una noche totalitaria, pero se aproximan a pasos agigantados (nos aproximan) a un radiante mañana de la necedad.
Variación sobre M.
Cuando despertó, por en medio de una turbia conciencia, fue abriéndose paso la idea: todavía quedaban un montón de exámenes que corregir.
Un dinosaurio es el tiempo: cuando despiertas sigue estando allí. A ver si no...
Un dinosaurio es el tiempo: cuando despiertas sigue estando allí. A ver si no...
18 de septiembre de 2010
Bad day, II
Me parece que el año que viene va a corregir exámenes de Sel. R. la cantatriz.
***
Nietzsche, aforismo 125 de La gaya ciencia; citado por R. Girard, "El homicidio fundador en el pensamiento de N.", en Saber, nº 3, 1985, p. 44.
***
Cuando descubra que los demás son veraces tendré que empezar a sospechar de mí mismo.
***
Nietzsche, aforismo 125 de La gaya ciencia; citado por R. Girard, "El homicidio fundador en el pensamiento de N.", en Saber, nº 3, 1985, p. 44.
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Cuando descubra que los demás son veraces tendré que empezar a sospechar de mí mismo.
Bad day
Vienen pensamientos e imágenes. Horror. Afirma, voluntad. 0. Aborta un pensamiento.
***
Mandar los recuerdos de los actos lingüísticos a tomar por retambufa!
***
Peligro: el Diario puede quedar como testigo de cargo de una amoralidad oculta.
***
Acabo comprendiendo que soy nietzscheano, y un funcionario voluntarioso (exámenes de acceso).
***
Tantos pensamientos gastados por un hombre que ni siquiera ha pensado (en) escribir versos. ¿Por qué? ¿Para qué?
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Mandar los recuerdos de los actos lingüísticos a tomar por retambufa!
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Peligro: el Diario puede quedar como testigo de cargo de una amoralidad oculta.
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Acabo comprendiendo que soy nietzscheano, y un funcionario voluntarioso (exámenes de acceso).
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Tantos pensamientos gastados por un hombre que ni siquiera ha pensado (en) escribir versos. ¿Por qué? ¿Para qué?
!!!
Estupefacción: no sé el porqué de esta virtud de la incomprensión, de la extrañeza, del mirarse al espejo y preguntar qué hay detrás de la imagen proyectada...
!
Por Dios! Cómo tengo la cabeza esta mañana! Para partir almendras, de manera estajanovista.
***
La ruptura del pensamiento se significa en los giros de perro en torno a las proposiciones. Un cínico, no. Sino un inconsciente que se persigue la cola.
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Sentado en la mesa del café, tan adusto, te tienes que creer en París, 196?
***
La ruptura del pensamiento se significa en los giros de perro en torno a las proposiciones. Un cínico, no. Sino un inconsciente que se persigue la cola.
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Sentado en la mesa del café, tan adusto, te tienes que creer en París, 196?
Un consejo te/que doy
Quien tiene un deseo se está mereciendo, desde ya, que se lo concedan. Ya tendrá tiempo de lamentarlo después.
***
Septiembre: una carencia de estación, de cambio de temperaturas, dolores de cabeza y preocupaciones, de sueños y de insomnios. Incipit vita.
***
Septiembre: una carencia de estación, de cambio de temperaturas, dolores de cabeza y preocupaciones, de sueños y de insomnios. Incipit vita.
17 de septiembre de 2010
La libertad y la destrucción
Un hombre no llega a serlo del todo si no ha vivido durante un tiempo en una isla, si no se ha convertido él mismo en una isla. Estirando el interior, alimentándose de entrañas. Un ser despojado y humilde al que sus mismos párpados le hacen sombra. Yo sé que una isla se encuentra en cualquier parte, y que basta con querer vivir en ella. (Sorprendentemente me encuentro con X, que me saluda y me habla de Y, cuando yo estaba escribiendo sobre islas.) Residiendo en este espacio mínimo, de soledad, porque la isla puede ser espacialmente infinita, un hombre solo recibe la misma condena que si fuera un dios. A su imagen creado… y el espíritu crédulo o acomodaticio se imagina grandeza y un país de oro. No. Dios afirma entre posibilidades en sí mismas indiferentes, recorta un todo del pensamiento, hace del todo un puzzle para distracción de los seres semejantes (a él). Es su voluntad madre de la verdad y del error, decide esa misma voluntad acerca de la rectitud de los juicios, afirmando o negando estados de cosas... en sí mismos indiferentes. (Hechos: los mismos estados desde un punto de vista dinámico.) Yo, con mi voluntad, no puedo afirmar ya la rectitud de mis propios juicios. He llegado demasiado tarde, el paisaje ya estaba conformado.
Y sin embargo:
Un hombre solo se encuentra en su isla (no ha salido de su mente), igual que si fuera la primera vez y le invadiera de improviso una luz incomprensible, una pasión sin bordes, un dolor mortal. En un bar o en un valle este hombre explora un camino en el bosque. Los árboles son sus propios pensamientos. Abriendo un camino, él también afirma o niega. Sella su sentencia. Él es un dios entre seres extraños, herido por los gestos ajenos, la música estereofónica, el lenguaje en susurros o en inglés. Mi dios es un loco y hasta podría llegar a creer que soy yo mismo. Se malentiende la necesidad de todos los cristos si se entiende que Dios se cede, en virtud de su gracia, a la carne mortal. En realidad Dios necesita la carne ajena, mortal y ajada, para huir de esta horrible soledad que yo estoy sintiendo. Yo, el fingidor de islas.
***
... y los exámenes sin corregir.
Lo uno por lo otro
(Texto) El pensamiento puede ser malicioso; la voluntad, frágil; sin embargo, la mano es generosa.
R. M. R.
Está quien no quiere saber de qué se muere. Se muere de su pasión. Está convocado al silencio y no alcanza a entender cómo ha ocurrido. En cada uno de los actos a cuya explicación plena no llegamos sentimos experimentar una muerte pequeña, un anticipo del callar.
Una duda
¿Qué es lo que deberíamos entender por un acto de la voluntad que no se ejerza sobre la presentación del mismo pensamiento?
La tarde del corrector...
... y lo mucho que me queda a mí, y lo poco que le queda a la tarde. Ni pensar en leer (excepto exámenes, claro).
Estoy por hacerme mayor...
Estoy por copiar directamente lo más brutal de Pavese, de su Diario de vida y muerte.
2do día
... y lo que queda...
A ver si empiezo a platonizar...
(Herborizar entre ideas)
***
Un actuante tiene que permanecer frío: igual que un muerto que mira.
A ver si empiezo a platonizar...
(Herborizar entre ideas)
***
Un actuante tiene que permanecer frío: igual que un muerto que mira.
Los riesgos de la verdad
Te internas en un bosque y vas apartando ramas y maleza, solamente para abrir un camino, irregular, estrecho. No te libras de rasguños, de hacerte sangre. La mayor parte del bosque ha de permanecer a oscuras, sin interpretar.
16 de septiembre de 2010
Urbi, et orbe
Quienquiera que haya decidido que vale la pena, aunque sea por un instante en la existencia, adquirir conciencia de su situación, haría bien en leer respetuosamente ese monumento al lado salvaje, autodestructivo, que es El oficio de vivir de Cesare Pavese. Una existencia así no es para vivirla. Nadie puede aguantar constantemente en el margen, mirando al interior. El contrato social y la fuerza policial se inventaron para que podamos soportar la eterna injusticia del que anida en la burbuja (el amo) y el que resulta sempiternamente expulsado de ella (todos los siervos habidos y futuros), por mucho que mire al interior.
De nada
El gran pianista americano Bill Evans en el 30º aniversario de su muerte (Jazz porque Sí)
¿Cree Vd., realmente, que tiene algo mejor que escuchar esta tarde noche española que el último concierto de Bill Evans, en San Francisco? Yo estoy seguro que no, y me dará la razón...
¿Cree Vd., realmente, que tiene algo mejor que escuchar esta tarde noche española que el último concierto de Bill Evans, en San Francisco? Yo estoy seguro que no, y me dará la razón...
Una mala tarde
Cuando se tiene claro lo que se tiene que pensar, cuando no se piensa claro sobre aquello que se debe. Lo primero, referido a la vida; lo segundo, al trabajo.
El poeta ha encontrado un espejo
(O que Narciso ha visto su cara por detrás)
Una carroña. Charles Baudelaire
Recuerda lo que vimos, alma mía,
esa mañana de verano tan dulce:
a la vuelta de un sendero una carroña infame
en un lecho sembrado de guijarros,
con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
ardiente y sudando los venenos
abría de un modo negligente y cínico
su vientre lleno de exhalaciones.
Etc.
Una carroña. Charles Baudelaire
Recuerda lo que vimos, alma mía,
esa mañana de verano tan dulce:
a la vuelta de un sendero una carroña infame
en un lecho sembrado de guijarros,
con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
ardiente y sudando los venenos
abría de un modo negligente y cínico
su vientre lleno de exhalaciones.
Etc.
Gregueriesco
Aforismo: resto de pensamiento, el pañuelo que mueve la mano del pensamiento conforme la nave se interna en el mar. (Etc. con la alegoría.)
Macordo de Baudelaire
Una flor alienta en la podredumbre y surge la belleza, erigida en lamento, en el recuerdo de las almas muertas.
Oh el mundo, II
Aquél no se arrojaba a las vías del tren por la curiosidad de mirar a las gentes que en él viajaban.
Quiérese decir que cualquier día trae a otro más absurdo aún, y que alguiene tienen que estar para observar el espectáculo y contarlo. Secretitos.
Quiérese decir que cualquier día trae a otro más absurdo aún, y que alguiene tienen que estar para observar el espectáculo y contarlo. Secretitos.
Oh el mundo
Qué gran atalaya para observar la desacompasada rueda de lo único, lo existente, lo ilógico, todo aquello que no va en ningún Tractatus.
Cuentan que un sabio un día, tan pobre y mísero estaba...
Para el miserable un perfume trae un recuerdo---
Cuentan que un sabio un día, tan pobre y mísero estaba...
Para el miserable un perfume trae un recuerdo---
Con estos mimbres...
Los hechos en el espacio lógico son el mundo (Wittgenstein, Tractatus..., 1.13)
¿El mundo es un inexistente?, ¿una creatura del pensamiento?
Concreción en segundo grado de la proposición 1: El mundo es todo lo que acaece. Dicho en machadiano: el mundo es lo que pasa.
¿El mundo es un inexistente?, ¿una creatura del pensamiento?
Concreción en segundo grado de la proposición 1: El mundo es todo lo que acaece. Dicho en machadiano: el mundo es lo que pasa.
Defecto de carácter, II
Se preguntaba por qué tenía que llamar la atención de, precisamente, la gente más extraña.
Defecto de carácter
Lo mío no es la cultura icónica...
Aunque no sé si realmente se trata de un defecto de carácter. Quizás es que simplemente me encuentre algo cansado...
Aunque no sé si realmente se trata de un defecto de carácter. Quizás es que simplemente me encuentre algo cansado...
15 de septiembre de 2010
Recapitulación, III
Algún día le encontraré una semántica a mis frases. Pero temo que el autor sea el diablo.
Recapitulación, II
Conozco ciudades con un encanto irresistible. Apoyado en sus muros, blanco, marfil, yo podría descansar. Estas ciudades se presentan en cualquier calle, antes del viaje. Ocupan el viaje, lo torturan. Son ciudades inolvidables, algo antiguas, exóticas y desconocidas en la medida justa. En sus fuentes yo podría beber.
Recapitulación
Soy más sabio, soy más viejo. No tengo por qué esconderme en esa insoportable falsa modestia.
Creación poética
Se lee como al trasluz, en un entresueño, distraído por le trabajo de los alumnos que se examinan (al moverse, al introducir el pincel rozando la boca del vaso). Un entresueño, o un no acabar de despertar. También llegan otros sonidos de ahí afuera, del mundo: coches, la sirena del cambio de clases. (En verdad mi mundo es muy pequeño, escolar.) Un hombre lee versos (a su edad), y los versos resbalan. No son versos, sino más bien una narración extraña, el mínimo relato que otro soñador soñó. El humo, un recuerdo. Leo un verso y ya lo olvido. Pasa igual que si se fundiera, y no sé si volverá mañana.
Sunday, pasado
(Un apunte que se me quedó colgado del domingo a la vuelta de Cu.; copista A. R.)
...
Área de servicio de A., al lado de T. Café y cerveza con mi amigo X de Be. Un cortázar (como el que murió en 1984) apreciaría más la tranquilidad y el relativo despoblamiento de este no lugar. A mí me pasa, lo de valorar más los sitios menos masificados. Me atrae, lo reconozco, el tráfico continuo de vehículos y personas. Aunque, igualmente lo reconozco, me inquieta... Familias que entran en sus coches y se van, la chica que escucha música en uno de los escalones de la entrada al restaurante, hay quien te mira y quien no te devuelve la mirada... ¿Qué hago yo entre todos ellos?
...
Área de servicio de A., al lado de T. Café y cerveza con mi amigo X de Be. Un cortázar (como el que murió en 1984) apreciaría más la tranquilidad y el relativo despoblamiento de este no lugar. A mí me pasa, lo de valorar más los sitios menos masificados. Me atrae, lo reconozco, el tráfico continuo de vehículos y personas. Aunque, igualmente lo reconozco, me inquieta... Familias que entran en sus coches y se van, la chica que escucha música en uno de los escalones de la entrada al restaurante, hay quien te mira y quien no te devuelve la mirada... ¿Qué hago yo entre todos ellos?
14 de septiembre de 2010
Objetos encontrados
Una mala metáfora:
Los dientes eran un muro contra el que se iban a estrellar los besos.
... Porque se compara el amor con una escollera y tampoco es eso...
Los dientes eran un muro contra el que se iban a estrellar los besos.
... Porque se compara el amor con una escollera y tampoco es eso...
Oh dioses, tened piedad, resolución
No me deis claridad que yo no quiero, reservaosla para los seres lúgubres y escolásticos. Concedeme a mí el vaso de vino de las tabernas, el don de la risa y una voluntad afirmativa. Pero que no sean tabernas oscuras de un cantar arrastrado, de blues apagados y amargos. Yo no quiero el canto del árbol y la cuerda, los crímenes que efectúan los hombres, el daño que se infligen a sí mismos. Lo que yo quiero es salir a la calle y escuchar el ruido, o no salir y pensar que el ruido está allí. Concededme también un retorno en sueños a los días felices, dadme un segundo de inmortalidad en el sueño, de cuando yo era joven o niño y contaba, sin yo saberlo, con el amor de los padres. Y que pueda devolver yo, en vaso copioso, aquella generosidad de la que he sido objeto. Pero no quiero la claridad triste de la carne acerba, sino ver y contar como se resuelven en risas y besos los asuntos de los jóvenes, ver cómo muerden sus dientes la vida en otros labios.
***
A las 8: 45, Barça-Panathinaikos.
***
A las 8: 45, Barça-Panathinaikos.
Oh dioses, tened piedad, 2ª parte
¿Por qué me dais ahora, esta tarde exactamente, la comprensión más exacta, la claridad más rotunda, mucha más luz que la que yo desearía, porque ésta es de plomo y ardiente, de un peso insoportable para mi cabeza- por que mé dáis el significado exacto de esas palabras, que yo entendí justamente al revés, que entendí la cara y no la cruz?
Oh dioses, tened piedad
No todos los días se tiene el ánimo para cantar el amor de los jóvenes, escondiéndose y mostrándose, en los portales, ese viejo engaño ante el que los adultos desviamos los ojos respetuosamente; ni se tiene el ánimo para cantar el vino de las tabernas; nos fijamos, antes bien, en el loco y el marginal, en cómo se le va descomponiendo el cuerpo, en sus pasos automáticos y perdidos. Él merece toda nuestra consideración, como tantas vidas en vida extintas.
Citas
... tenía la sensación de haber malgastado mi juventud, miedo de que nunca alcanzara una meta. En poco tiempo fracasaron todas las ligaduras humanas. No se pudo determinar si la vocación de un arquitecto, en la medida en que yo servía, podía restablecer esta relación con el mundo, en tanto todo fuera solamente papel. Lo que a mí me había inclinado particularmente a escoger esta profesión era precisamente el poco papeleo, lo palpable, lo manual, la forma material y, en primer lugar, la construcción real, sobre todo la realización de los propios proyectos, todo lo cual podía mostrarme si no había fracasado también en esta segunda salida. En cierta ocasión cogí todo lo que había escrito, incluso el diario, lo até con cuerdas y lo arrojé al fuego... (Max Frisch, Diario (fragmentos), en Obras escogidas, Aguilar, 1979, p. 949)
Apóstrofe
Ten el freno, ten la lengua. Lógica y técnica pueden mucho más que tú. Te destrozarían sin problemas. No digo que si quisieran... porque no tienen voluntad. Si se diera el caso, se diría mejor, y me acuerdo de Witt.
Uno, dos, tres...
Hay ideas cuya imagen produce un rechazo horrorizado...
Rafael I de Flushing Meadows.
Un primate dotado de la facultad de creer se convierte en un ser muy peligroso.
Rafael I de Flushing Meadows.
Un primate dotado de la facultad de creer se convierte en un ser muy peligroso.
13 de septiembre de 2010
Plaza mayor
(Punto de vista definitivo acerca de los viajes)
En cualquier lugar al que yo viajara, lo primero que haría sería buscar los cafés y los bares, hacer lo mismo que hago aquí, buscar la compañía de los hombres para congregarlos mejor a un pequeño desprecio. En cualquier ciudad del mundo podéis entrar y ver, allí al fondo, en la semioscuridad del local, a un hombrecillo feo, modesto y sentimental dirigir alternativamente sus labios al vaso y su mano al papel. Mi hombre escribe cuando sueña, y sueña cuando bebe. Ha nacido con un talento inmenso para embarcar a los demás en proyectos que los vuelven infelices, y esto mismo es lo que va trasladando a sus cuartillas a intervalos regulares. Como quien ya ni pretende lavar las culpas por muchas misas diarias que oiga. Un desencanto de ser, que es parte del atractivo de las ciudades pequeñas. Un hermano, y casi me estoy temiendo que un espejo indeseable.
En cualquier lugar al que yo viajara, lo primero que haría sería buscar los cafés y los bares, hacer lo mismo que hago aquí, buscar la compañía de los hombres para congregarlos mejor a un pequeño desprecio. En cualquier ciudad del mundo podéis entrar y ver, allí al fondo, en la semioscuridad del local, a un hombrecillo feo, modesto y sentimental dirigir alternativamente sus labios al vaso y su mano al papel. Mi hombre escribe cuando sueña, y sueña cuando bebe. Ha nacido con un talento inmenso para embarcar a los demás en proyectos que los vuelven infelices, y esto mismo es lo que va trasladando a sus cuartillas a intervalos regulares. Como quien ya ni pretende lavar las culpas por muchas misas diarias que oiga. Un desencanto de ser, que es parte del atractivo de las ciudades pequeñas. Un hermano, y casi me estoy temiendo que un espejo indeseable.
Dfs.
Pavese es un Kavafis pasado por Pessoa: la constatación de la tristeza de la carne, de los libros- una vez que todos han sido leídos---
Lunes, más tarde
Va a ser que soy un hombre culto, a pesar de mi origen campesino y pobre... (Ça va de soi que esto es una ironía y que si a algo no me atrevido en esta vida, ni Dios lo quiera, es a compararme con mis padres. Precisamente por campesinos y pobres.) Va ser que soy cultivado a mi pesar, porque cuando ayer puse esto, luego me encontré en google esto otro. Un apunte gramatical, a lo cual se ven reducidos todos los informes existenciales. Nietzsche lo dijo y ahora lo van pregonando por los portales los chulitos y las chulitas.
Lunes, tarde
Poca cosa. Gran cansancio. Pienso en lo dura, en lo horrible que debe ser la sensación de soledad y fracaso. Que alguien se atreva a preguntar cuándo empezó a torcerse todo, o si es que alguna vez hubo algo que estuviera derecho. Suspicacia: de los conocidos que te saludan sonrientes, hasta de los compañeros de trabajo que levantan el brazo desde lejos. ¿Habremos cometido algún crimen?
En la Biblioteca de A. recojo, casualmente había llegado, el volumen de Obras escogidas de Max Frisch (ed. Aguilar) que les había solicitado, y que ellos amable y eficientemente me han conseguido. El ejemplar estaba en la Biblioteca de La Chanca (Almería). Realmente curioso. Me interesaba la parte del Diario (por descontado que inédito, como obra íntegra, en español). En realidad, al abrir el libro, veo que se trata de una selección de fragmentos mayormente relacionados con el teatro de Max Frisch (¿por qué no Teatro escogido como título de la obra, en vez de Obras escogidas?). Aunque hay otro tipo de fragmentos, entre ellos una Autobiografía del escritor suizo---
En la Biblioteca de A. recojo, casualmente había llegado, el volumen de Obras escogidas de Max Frisch (ed. Aguilar) que les había solicitado, y que ellos amable y eficientemente me han conseguido. El ejemplar estaba en la Biblioteca de La Chanca (Almería). Realmente curioso. Me interesaba la parte del Diario (por descontado que inédito, como obra íntegra, en español). En realidad, al abrir el libro, veo que se trata de una selección de fragmentos mayormente relacionados con el teatro de Max Frisch (¿por qué no Teatro escogido como título de la obra, en vez de Obras escogidas?). Aunque hay otro tipo de fragmentos, entre ellos una Autobiografía del escritor suizo---
Trabajar cansa
Cruzar una calle para escaparse de casa
lo hace sólo un muchacho, pero ese hombre que transita
todo el día las calles, ni ya es un muchacho
ni escapa de casa.
Hay tardes estivales
en que incluso las plazas se quedan vacías, tendidas
bajo el sol que se va hacia el ocaso, y ese hombre, que llega
por una avenida de inútiles plantas, se para.
Etc.
El "etc." significa que el resto es admirable, hasta la extenuación y las lágrimas. Cualquiera puede sentir esto que escribe Pavese, un espíritu deprimido y genial al que amamos incondicionalmente. Cualquiera puede sentir... e intentar subtender el texto al poema literal: no escapa de casa. Está condenado, ¿cómo va a escapar? Su trabajo es la vida, lo que el cansa, lo sabe, no tiene remedio. (Las Poesías completas de Pavese, en Visor, 9 ers. ridículos*.)
*Sé que no son ridículos para quien los necesita para comer.
lo hace sólo un muchacho, pero ese hombre que transita
todo el día las calles, ni ya es un muchacho
ni escapa de casa.
Hay tardes estivales
en que incluso las plazas se quedan vacías, tendidas
bajo el sol que se va hacia el ocaso, y ese hombre, que llega
por una avenida de inútiles plantas, se para.
Etc.
El "etc." significa que el resto es admirable, hasta la extenuación y las lágrimas. Cualquiera puede sentir esto que escribe Pavese, un espíritu deprimido y genial al que amamos incondicionalmente. Cualquiera puede sentir... e intentar subtender el texto al poema literal: no escapa de casa. Está condenado, ¿cómo va a escapar? Su trabajo es la vida, lo que el cansa, lo sabe, no tiene remedio. (Las Poesías completas de Pavese, en Visor, 9 ers. ridículos*.)
*Sé que no son ridículos para quien los necesita para comer.
Una mente circular
Quien no habla o canta en los límites del aguante, no merece nuestra atención. Sólo serían dignas de respeto las palabras de los muertos, y únicamente válido el esfuerzo de traerlas entre nosotros: recordarlas, ordenarlas, dedicar la vida a explorar su sentido...
Almería
Dios se reservó todas* las curvas para amenizar la carretera de la sierra.
Un pensamiento, no una flor: extrayendo de la memoria frgs. de las canciones escuchadas, de la música popular norteamericana o española (la chanson, por su parte, barnizaría de forma interesante nuestra personalidad) se consiguen los perfiles de una vida posible. Un modelo de existencia o un modelo de ficción.
*Una parte generosa de ellas.
Un pensamiento, no una flor: extrayendo de la memoria frgs. de las canciones escuchadas, de la música popular norteamericana o española (la chanson, por su parte, barnizaría de forma interesante nuestra personalidad) se consiguen los perfiles de una vida posible. Un modelo de existencia o un modelo de ficción.
*Una parte generosa de ellas.
Transitivo o más bien perlocutivo
Hablar/ejecutar una proposición/una acción. Y en razón de esto mismo: hablar/ejecutar una segunda proposición/acción.
Lograr efectos proponiendo medios (implementando cursos posibles de los sucesos)--- ¿A quién conozco capaz de orientarse de esta forma? Yo, no.
Lograr efectos proponiendo medios (implementando cursos posibles de los sucesos)--- ¿A quién conozco capaz de orientarse de esta forma? Yo, no.
12 de septiembre de 2010
Carretera
(Días de coche y ausencia de pensamiento) Previsión: cinco horas, más paradas. Atolondramiento. Miedo, irracional. No sólo a los puentes: un valiente supera este temor las veces que haga falta. Una parada en el área de servicio de los A. de la G. Exceso de espacio, destartalado, un perfecto o casi no-lugar. Tendría que revivirse Cortázar para apreciar estos sitios. (A. R., copista, me dice que le recuerda un comedor escolar.)
Por la autovía de La M. no circulan quijotes sino burgueses, más grandes o más chicos, motorizados, retornando a sus lugares. Ahora bien, ¿retornando a qué? Siete Kms. a la meta en los Lagos de Covadonga. 150 kms. a M.
Esta mañana, en Cu., un niño preguntaba por qué. Los adultos saben utilizar su ingenio o experiencia para responder. Lo hacen como si ametrallaran, impacientes y malescondiendo su malhumor. Los adultos a veces se conducen igual que niños y preguntan también. Como niños nos tratan. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Y por qué no?- nos disparan con su desplante. Si supieran...
Monotonía de la llanura: interrumpida sólo por los molinos generadores en los oteros mediocres, ahí al fondo en el horizonte. (El automovilista en realidad no posee un horizonte sino un acelerador y la voluntad de acortar el trayecto.)
...
Por la autovía de La M. no circulan quijotes sino burgueses, más grandes o más chicos, motorizados, retornando a sus lugares. Ahora bien, ¿retornando a qué? Siete Kms. a la meta en los Lagos de Covadonga. 150 kms. a M.
Esta mañana, en Cu., un niño preguntaba por qué. Los adultos saben utilizar su ingenio o experiencia para responder. Lo hacen como si ametrallaran, impacientes y malescondiendo su malhumor. Los adultos a veces se conducen igual que niños y preguntan también. Como niños nos tratan. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Y por qué no?- nos disparan con su desplante. Si supieran...
Monotonía de la llanura: interrumpida sólo por los molinos generadores en los oteros mediocres, ahí al fondo en el horizonte. (El automovilista en realidad no posee un horizonte sino un acelerador y la voluntad de acortar el trayecto.)
...
Si una mañana de septiembre un viajero...
... lo primero que escucha en la recpeción de su hotel es The cure (imágenes, oh), ¿qué habría que entender ahí?
-No habría que entender nada.
-En efecto, vas aprendiendo.
Excepto el asombro de una declamación arrastrada, desganada, en tránsito entre un punto y otro.
Bello lugar, éste.
-No habría que entender nada.
-En efecto, vas aprendiendo.
Excepto el asombro de una declamación arrastrada, desganada, en tránsito entre un punto y otro.
Bello lugar, éste.
11 de septiembre de 2010
Incremento de los haberes
No se actúa para equilibrar bien con bien, mal con mal, sino para sufrir en el ánimo una piedad irracional que no ejercemos sobre nosotros mismos... y que los demás no entienden ni valoran...
Bah!
No me importa el patetismo trasladado o percibido. Cualquier día, cualquier año, cualquier siglo no se entenderá de qué iba esto... Cuando la conciencia religiosa haya borrado cualquier rastro de crítica y neuroticismo. Entonces los signos del decadente serán semejantes a los trazos en piedra del helenismo. Alimento de los menos.
***
No temas servirte de retazos de conversaciones, de fragmentos o citas, de verdades o ficciones que te cuentan, de conversaciones escuchadas al azar, de amor y odio.
***
Escribe lo que escucha, como si por escucharlos (a ellos, lo que dicen) se transformara en suyo. Porque él, en verdad, no intenta ser cualquier otro, convertirse en un distinto en la misma medida en que se compara con un distinto. Él es él, su vida y destrucción le pertenecen en exclusiva.
***
No temas servirte de retazos de conversaciones, de fragmentos o citas, de verdades o ficciones que te cuentan, de conversaciones escuchadas al azar, de amor y odio.
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Escribe lo que escucha, como si por escucharlos (a ellos, lo que dicen) se transformara en suyo. Porque él, en verdad, no intenta ser cualquier otro, convertirse en un distinto en la misma medida en que se compara con un distinto. Él es él, su vida y destrucción le pertenecen en exclusiva.
Brassens/Aragon
(Variación) Cuántos caminos ha de recorrer un hombre para sobrellevar sus asuntos, y así vivir y morir de sus errores, seguir con sus pasos, sobrevivirse---
No hay nada que se escriba, que valga, si la tinta no viene de la sangre o el alma derramadas. Habito en mis negaciones, podría decir, en lugares que nadie quiere. Detrás de una sombra, de cualquier noche que se ha olvidado. Vivo negándome, está claro, y no vivo en nada que no sea para escribirlo así, agónico. Cuántos paisajes e inviernos, ciudades pequeñas y valles desérticos, tiene que padecer un ser humano, para dejar constancia en una nota- en un cajón. Pasan los años, y una capa de polvo se habrá depositado sobre el fragmento y la memoria---
Un hombre madura, irreversible -podrías creer que hasta me estoy refiriendo a mí: un ser que mira y que pasea, acostumbrado al fin a no abusar de las preguntas por el significado, aceptando que hay un silencio en el sentido---- Y que tú no llegas.
(Copista, A. R.)
No hay nada que se escriba, que valga, si la tinta no viene de la sangre o el alma derramadas. Habito en mis negaciones, podría decir, en lugares que nadie quiere. Detrás de una sombra, de cualquier noche que se ha olvidado. Vivo negándome, está claro, y no vivo en nada que no sea para escribirlo así, agónico. Cuántos paisajes e inviernos, ciudades pequeñas y valles desérticos, tiene que padecer un ser humano, para dejar constancia en una nota- en un cajón. Pasan los años, y una capa de polvo se habrá depositado sobre el fragmento y la memoria---
Un hombre madura, irreversible -podrías creer que hasta me estoy refiriendo a mí: un ser que mira y que pasea, acostumbrado al fin a no abusar de las preguntas por el significado, aceptando que hay un silencio en el sentido---- Y que tú no llegas.
(Copista, A. R.)
Clarísima conciencia de un domingo
Sentía en él todos los fracasos: el del niño, el del hombre y el del existir. Postergado: en el cuerpo y en los signos. Nadie llega a enamorarse del alma de otro, sino de un calor imaginario.
(El alma es un vacío que enmascara sus conveniencias. La impresión es dueña.)
***
Pero acabo de caer en la cuenta de que hoy es sábado. Me dejé llevar por esto, y por el aturdimiento completo de quien no está acostumbrado a viajar y todo le castiga.
(El alma es un vacío que enmascara sus conveniencias. La impresión es dueña.)
***
Pero acabo de caer en la cuenta de que hoy es sábado. Me dejé llevar por esto, y por el aturdimiento completo de quien no está acostumbrado a viajar y todo le castiga.
!!!!
No le tengas miedo a los viajes ni a perderte. Ni siquiera a los puentes colgantes en las ciudades turísticas e historicistas. ¿Se ha de encontrar, en algo así, en el vértigo, la prueba de que no se es capaz de una ciudad?
!!
Tras poco más de dos horas de viaje, y otro tanto dando vueltas, en el hotel de la monumental, turística e historicista ciudad de Cu. Un gesto de piedad cansada en la recepcionista.
!
No transcurren sencillos ningunos de los días para los seres sobre la tierra. Ellos, los errantes, los planetarios.
Carpetovetonia
Un par de elipsis- o la misma trasladada:
Cuando la URSS lanzó el Sputnik, los norteamericanos se preguntaron qué es lo que iba mal en su sistema educativo. Emprendieron las reformas que consideraron oportunas. Que sirvieran o no, ya es otra cuestión.
Considera también el autor (G. Luri, La escuela contra el mundo) que gracias al Sputnik los alumnos españoles de la EGB de Villar Palasí tuvieron que sufrir la teoría de conjuntos.
O sea: ante lo mismo, o lanzas un satélite o trazas un sinsentido.
***
Toca salir. Me perderé, seguro.
Cuando la URSS lanzó el Sputnik, los norteamericanos se preguntaron qué es lo que iba mal en su sistema educativo. Emprendieron las reformas que consideraron oportunas. Que sirvieran o no, ya es otra cuestión.
Considera también el autor (G. Luri, La escuela contra el mundo) que gracias al Sputnik los alumnos españoles de la EGB de Villar Palasí tuvieron que sufrir la teoría de conjuntos.
O sea: ante lo mismo, o lanzas un satélite o trazas un sinsentido.
***
Toca salir. Me perderé, seguro.
Un apunte mínimo
John Dewey, uno de los popes de la pedagogía progresista, se inspira ideológicamente (bebe de las fuentes) en la filosofía idealista alemana. (Vid. G. Luri, La escuela contra el mundo).
Se podría pensar que si, como se dijo (¿Marthe Robert a propósito de Proust?), se asiste, a finales del XIX y principios del XX, a una devaluación de la filosofía sistemática (la idealista incluida), en el momento exacto de su traspaso a la literatura, esa misma devaluación habría sido anticipada por la misma filosofía idealista, al sustituir el orden del mundo por los deseos o proyectos del sujeto.
Se podría pensar que si, como se dijo (¿Marthe Robert a propósito de Proust?), se asiste, a finales del XIX y principios del XX, a una devaluación de la filosofía sistemática (la idealista incluida), en el momento exacto de su traspaso a la literatura, esa misma devaluación habría sido anticipada por la misma filosofía idealista, al sustituir el orden del mundo por los deseos o proyectos del sujeto.
Inadmisible
¿Y si todo lo que tememos, y que asignamos al terreno de la ficción, fuera la verdad? ¿Qué lugar tendríamos nosotros en ese sistema?
A través de España
Después de 2h 45 min. de autovías y similares, y de tres horas y media de agradable callejeo en coche por la ciudad en feria, nos encontramos, mi A. R. y yo, en Alb. Ahora bien, ¿qué es lo que hacemos aquí?
10 de septiembre de 2010
Hipócrita!
En nada se complace más un diarista que en que alguien abra el cajón. Si no, muere un poco. No es tanto vanidad (él no tiene ninguna) como falta de aire.
Via negationis
Comprende cuando ignora.
Para lo cual activa la voluntad.
Cuando el dedo indica, ¿por qué interrogar acerca de los significados? Pura inercia.
Para lo cual activa la voluntad.
Cuando el dedo indica, ¿por qué interrogar acerca de los significados? Pura inercia.
Dos apuntes
a) La impensable felicidad de leer a Pa., a Pe., a Adamov y a tantos otros.
b) La conveniencia de reducir el discurso de uno a la cita de otro.
b) La conveniencia de reducir el discurso de uno a la cita de otro.
Esto con pasa con todo
Esto pasa siempre. Aunque yo creo que la palabra sí que se escapa, y que el ruido de lo que sucede ahoga el ordenado susurro del lenguaje.
9 de septiembre de 2010
La virtud de los inconstantes
Podría pensarse, en ese régimen, en una generalización de la coherencia que impidiese la aparición de los sentimientos de piedad. En tal asociación política, los ciudadanos devolverían aquello que se les ha dado (serían inevitables las interpretaciones descaradamente subjetivas y los conflictos subsiguientes). Quien hubiera padecido, quien se hubiera visto afectado, mejor dicho, por el bien ajeno, devolvería el bien con sus acciones. En la medida proporcionada, sin alegría y sin un gramo de más. En igual forma, quien hubiera sentido que sobre él se cernía el mal, obraría en justa correspondencia. Los ciudadanos de tal régimen entenderían, efectivamente, conducirse según las normas de la más estricta justicia, sin alegría y sin un gramo en exceso o en defecto, ya digo. Pero yo no querría vivir en un Estado así. Me explico. Conozco más, mucho más, las sombras que las luces, los errores que los aciertos. Si alguna vez encontré una verdad, no supe cómo. Seguro que no la merecía. Pero nunca, olvidado del mundo que estuviera, aceptaría renunciar a un incremento de los haberes: sé que pierdo cada vez, y esto seguramente irá empeorando, pero no me pongo en marcha si no es con la esperanza de ganar. Los seres inconstantes extraen, pienso, una buena conclusión práctica a partir de premisas teóricas seguramente equivocadas. Mil veces que perdiéramos, que cayéramos al suelo, saboreando las cenizas, mascando el abandono, otras tantas que diríamos sí a nuestra voluntad. Quizás no habita un dios entre nosotros, y puede que eso sea lo correcto. Sucede, sin embargo, que cada vez que establecemos en nuestro espíritu la firme resolución de devolver mal por mal, no mantenemos nuestra firmeza más allá de un par de horas; y jamás podríamos subsistir, sin sucumbir de manera irremediable a la repugnancia, en esa extraña sociedad, que dije al principio, de seres que han renunciado a la piedad. Aunque no hubiera un dios con nosotros. Una conducta incorrecta constante (eso nos debe de parecer, en el fondo, la táctica de dañar cuando nos dañan) nos tiene que provocar, a los olvidados, un rechazo invencible. Frente a unas reglas tales, de justicia insoportable, delante de esa intachable contabilidad moral, tanto más asimilable y humana nos tiene que parecer la política del olvido.
Asimismo
También se encuentra la madurez en la aceptación de que no debe haber respuestas a las preguntas abusivas por el sentido.
Se trate de una proposición, un acontecimiento o la nuda existencia del mundo.
Un hombre ha devenido (en) tal cuando comprende la justificación del silencio, cuando ha decidido que no se debe dejar llevar por los rumores del viento o por un aliento que no viene de ningún sitio.
Arroja sus palabras y estas palabras no son el acompañamiento del camino, sino el camino mismo. Comprende, por tanto, que la verdad siempre se encuentra a sus espaldas, y que se limita a sus frases hechas.
Es capaz de declarar su hundimiento, su reducción a la nada, y esta proclamación paradójica ensalza la luz de una primera afirmación.
Arriesga al decir. Repite lo primero de Elytis (Dignum est), antesala del mundo, sólo por bendecir las islas existentes.
Dirá en su corazón que no hay dios, y está pidiendo a gritos un lugar en la ciudad de los hombres. Lo pide, aunque secretamente no desea que se realice su petición. Ha decidido ser el artista de sí mismo, el decidor de los deseos. Éstos solamente se mantienen en tanto malogrados.
Que pasee por las calles con el ánimo y la cabeza un poco tronados (el día, la consulta del dentista, una estación que no se acaba de ir y otra que no llega) no supone más que una minucia para quien siente sobre su persona la alegría de una vocación decidora. Ésta se sale de la prosa y no llega a ser poesía, se mantiene a caballo entre dos mundos. No pertenece ya al día de hoy, y aún no se aventura a mañana. Tiene algo de hipnótico e inquietante, de vello que se eriza de emoción o peligro. No se podría hacer otra cosa: se siente condenado a esta bendición, a este extrañísimo lugar en el mundo, a saberse raro cuando se siente ser y que debe abrir la puerta a mirar lo que hay. Tampoco podría negar que es todo un pasado el que escribe en él, los padres, y que ahí está su más pesada responsabilidad, casi lo único que puede arrancarle las lágrimas y sacarlo de su fraseo hipnótico. Que ya no es de hoy y mañana sabe dios.
Se trate de una proposición, un acontecimiento o la nuda existencia del mundo.
Un hombre ha devenido (en) tal cuando comprende la justificación del silencio, cuando ha decidido que no se debe dejar llevar por los rumores del viento o por un aliento que no viene de ningún sitio.
Arroja sus palabras y estas palabras no son el acompañamiento del camino, sino el camino mismo. Comprende, por tanto, que la verdad siempre se encuentra a sus espaldas, y que se limita a sus frases hechas.
Es capaz de declarar su hundimiento, su reducción a la nada, y esta proclamación paradójica ensalza la luz de una primera afirmación.
Arriesga al decir. Repite lo primero de Elytis (Dignum est), antesala del mundo, sólo por bendecir las islas existentes.
Dirá en su corazón que no hay dios, y está pidiendo a gritos un lugar en la ciudad de los hombres. Lo pide, aunque secretamente no desea que se realice su petición. Ha decidido ser el artista de sí mismo, el decidor de los deseos. Éstos solamente se mantienen en tanto malogrados.
Que pasee por las calles con el ánimo y la cabeza un poco tronados (el día, la consulta del dentista, una estación que no se acaba de ir y otra que no llega) no supone más que una minucia para quien siente sobre su persona la alegría de una vocación decidora. Ésta se sale de la prosa y no llega a ser poesía, se mantiene a caballo entre dos mundos. No pertenece ya al día de hoy, y aún no se aventura a mañana. Tiene algo de hipnótico e inquietante, de vello que se eriza de emoción o peligro. No se podría hacer otra cosa: se siente condenado a esta bendición, a este extrañísimo lugar en el mundo, a saberse raro cuando se siente ser y que debe abrir la puerta a mirar lo que hay. Tampoco podría negar que es todo un pasado el que escribe en él, los padres, y que ahí está su más pesada responsabilidad, casi lo único que puede arrancarle las lágrimas y sacarlo de su fraseo hipnótico. Que ya no es de hoy y mañana sabe dios.
Encontré un ejemplo en la cultura del 68
Buena parte de las gentes se dejan llevar por el brillo de las modas y el anhelo mimético que ponen en marcha (yo quiero ser como el independiente... como el independiente reconocido). Nadie quiere ser como Cesare. ¿Cuál es la razón de que lo primero, el sol diurno accidental, pase al reino del kitsch, y lo segundo, la noche y sus demonios, entre en el reino de lo memorable?
Trascendental del Diario
No tiene sentido si no es para sostener en un momento una tesis, y en el siguiente justo la contraria. De tal manera que el lector (el autor no cuenta para nada) se vea sometido a una especie de fuego graneado. A los gestos de un loco con un bolígrafo y papel.
Ficción moral
Por delante de las consecuencias, por encima del cálculo de posibilidades de la situación, siempre queda el imperativo categórico: devolver mal por mal.
Espejos
Algunos son inconvenientes, propios de una visión nocturna---
Espejos desconsiderados, una sombra o una noche. El tiempo pasa y borra. Hasta entonces hemos muerto. Son los actos nuestros únicos espejos, los de la pérdida, el desarraigo, el humor sombrío---
Espejos desconsiderados, una sombra o una noche. El tiempo pasa y borra. Hasta entonces hemos muerto. Son los actos nuestros únicos espejos, los de la pérdida, el desarraigo, el humor sombrío---
Se puede sobrevivir a errores e ignorancia, pero no a la mancha de culpa que emborrona nuestros actos, aquellos que deberíamos esconder, aquellos que no necesitan testigos---
Cuánto nos cuesta entender que no se escribe nada más que con sangre o alma derramada, que ninguna palabra verdadera se pare en silencio, que casi nada válido se dice que venga rodeado de luz y alegría.
Hablamos, con nosotros mismos (a veces llamamos Dios a ese suceso), emprendemos conversaciones, y es solamente para olvidar aquello que no queremos nombrar: lo que nos humilla o nos destroza. Cifra entera de las negaciones, que buscamos inútilmente postergar, respondiendo a sus amenazas con amagos cada vez más patéticos.
Shame of you, II
... Cuando no ocurre que la interpretación teje abusivamente a partir de un dato dudoso...
Por honradez intelectual, este sujeto que se excede en la comprensión de lo que ve, tejiendo una maraña más que una red útil, tendría que ponerse a sí mismo en su lugar. Esto es, salir de su punto de vista, tenerse a sí mismo también como hecho. Evitar narrar su tiempo (por lo demás un imposible), tenderse en un espacio.
Por honradez intelectual, este sujeto que se excede en la comprensión de lo que ve, tejiendo una maraña más que una red útil, tendría que ponerse a sí mismo en su lugar. Esto es, salir de su punto de vista, tenerse a sí mismo también como hecho. Evitar narrar su tiempo (por lo demás un imposible), tenderse en un espacio.
Shame of you
También en la comprensión súbita de algo, en la explicación de un hecho que siempre estuvo ahí, ante los ojos...
... Cuando no ocurre que el hecho está mal identificado...
... Cuando no ocurre que el hecho está mal identificado...
8 de septiembre de 2010
De una conversación, esta mañana
(Sí, yo también soy un ser social; algo extraño, pero aún en el interior del círculo, en los márgenes de lo debido)
Narrar, el acto más difícil. Si pretende superar las dos tentaciones y las dos caídas: la serialidad del bestseller, por una parte, y la ininteligibilidad experimentalista, por otro.
A mí me cuesta un mundo contar cualquier minucia... Comentarlo, no tanto. Pero ésta ya es letra en segundo grado, montada sobre una desaparición. La de los hechos, los únicos capaces de mover un interés.
Narrar, el acto más difícil. Si pretende superar las dos tentaciones y las dos caídas: la serialidad del bestseller, por una parte, y la ininteligibilidad experimentalista, por otro.
A mí me cuesta un mundo contar cualquier minucia... Comentarlo, no tanto. Pero ésta ya es letra en segundo grado, montada sobre una desaparición. La de los hechos, los únicos capaces de mover un interés.
Escuela/mundo
Comenzado el libro de G. L., La escuela contra el mundo---
Por alguna razón, que no tiene que ver con su calidad de obra maestra, me he atascado con Los emigrados de Sebald. Pasará.
Solamente hay Diario si no se tiene vida que registrar. El Diario no la crea, se limita a solapar un existir vicario.
Algún día me compraré una semántica para mis frases.
Por alguna razón, que no tiene que ver con su calidad de obra maestra, me he atascado con Los emigrados de Sebald. Pasará.
Solamente hay Diario si no se tiene vida que registrar. El Diario no la crea, se limita a solapar un existir vicario.
Algún día me compraré una semántica para mis frases.
Facilidad, III
No sé si existirá alguna manera de no pensar a la que se le entregue, en virtud mismo de su inacción, el objeto o la verdad. No me refiero a la intuición, que es un tipo de pensamiento mágico, por instantáneo, por ir del cero al infinito en una nada... Este tipo de representación no constituye más que un pensamiento vergonzante, uno que no ha hecho los deberes, un ser inconstante... Yo me refiero, más bien, a dejarse ir, a poblar la mente con un vacío, a decir que sí a la ausencia de las ideas... de tal forma que el objeto surja por sí mismo, y que así deje de ser objeto para volver a su realidad de naturaleza, espontaneidad.
Pero lo que yo pido no sé, relamente, si está fabricado en algún sitio...
Pero lo que yo pido no sé, relamente, si está fabricado en algún sitio...
Honradez intelectual, II
Hasta cuando se cogiera al azar, en uno de esos paseos vespertinos por el campo que emprende para su solaz el espíritu en sombra, una hoja volandera, levantada por un viento suave, y que contiene la interpretación probable de tres o más sucesos, hasta en ese incidente debería el lector mostrar su rigor moral. Para concluir que no existe una solución deducida única de la cadena de hechos, que no hay un único hilo que enhebre los acontecimientos. El lector rigoroso (yo) se preguntará, además, de qué sirve esta resolución formal.
Honradez intelectual
A pesar de todo: se intenta entender, humanamente, todas y cada una de las líneas de un texto---
Soy un solitario que no soporta la impostura- intelectual.
Soy un solitario que no soporta la impostura- intelectual.
Facilidad
Ningún día es fácil---
C. P. llevaba toda la razón. Convencido. (Dejo en cuenta que la mención de un desesperado o un cínico se hace en una clave irónica.)
C. P. llevaba toda la razón. Convencido. (Dejo en cuenta que la mención de un desesperado o un cínico se hace en una clave irónica.)
El orden mundano
Existe una peculiar astucia de la pasiones, capaz de resolver los intereses de los hombres. De señalar límites, fronteras, un hasta aquí y ya no más. La brutalidad del decir escamotea lo que podía ser, llegado el caso, una cuestión con sentido. La vergüenza, la abyección, el rebajamiento espontáneo no tienen límites, en estos asuntos. Parece que se jugara la vida, y no el orgullo. Entre vida y orgullo quizás se juegue la dignidad, y aquí está el problema... Se producen preguntas y respuestas, claras, contundentes, de las de blanco y negro. Ningún hombre, ninguna mujer, soportan verse a esta luz. Aquí la obra maestra, la decisión correcta, no podría consistir en otra cosa que en la indiferencia, lo único de verdad acorde a la pasión fría en que deben gastarse los seres inteligentes. Las máquinas genéticas (nosotros mismos) no están preparadas para eso. Pero el tiempo sí, y su gestación del olvido---
7 de septiembre de 2010
Investigación
Qué difícil es hallar una verdad que se encuentre sin violencia. Lo malo es qué se puede hacer después con esa información.
Mundos
En el ámbito de las interpretaciones posibles de tres hechos (por escribir una cifra) cogidos al vuelo, quizás solamente una resulte la verdadera. Quién sabe! Un poema, el sol, el viaje... Si el mundo está conformado por estos tres hechos, o por otros diferentes, y estos hechos se van trasladando a un recorte de papel con la solución al dorso, la verdad de la situación, en el caso de que la haya o que sea legítimo a la intelijencia humana ponerse a hilvanar sucesos, sería como el alzarse de uno de estos recortes de papel a causa de un viento suave.
Libro X, República
"Y después de haber elegido su vida todas las almas, se acercaban a Láquesis por el orden mismo que les había tocado; y ella daba a cada uno, como guardián de su vida y cumplidor de su elección, el hado que había escogido. Éste llevaba entonces al alma hacia Cloto y la ponía bajo su mano y bajo el giro del huso movido por ella, sancionando así el destino que había elegido al venirle su turno. Después de haber tocado en el huso se le llevaba al hilado de Átropo, el cual hacía irreversible lo dispuesto; de allí, sin que pudiera volverse, iba al pie del trono de la Necesidad y, pasando al otro lado y acabando de pasar asimismo los demás, se encaminaban todos al campo del Olvido a través de un terrible calor de asfixia, porque dicho campo estaba desnudo de árboles y de todo cuanto produce la tierra. Al venir la tarde acampaban junto al río de la Despreocupación, cuya agua no puede contenerse en vasija alguna; y a todos les era forzoso beber una cierta cantidad de aquella agua, de la cual bebían más de la medida los que no eran contenidos por la discreción, y al beber cada cual se olvidaba de todas las cosas. Y, una vez que se habían acostado y eran las horas de la medianoche, se produjo un trueno y temblor de tierra y al punto cada uno era elevado por un sitio distinto para su nacimiento, deslizándose todos a manera de estrellas. A él, sin embargo, le habían impedido que bebiera del agua; pero por qué vía y de qué modo había llegado a su cuerpo no lo sabía, sino que de pronto, levantando la vista, se había visto al amanecer yacente en la pira.
"Y así, Glaucón, se salvó este relato y no se perdió, y aun nos puede salvar a nosotros si le damos crédito, con lo cual pasaremos felizmente el río del Olvido y no contaminaremos nuestra alma. Antes bien, si os atenéis a lo que os digo y creéis que el alma es inmortal y capaz de sostener todos los males y todos los bienes, iremos siempre por el camino de lo alto y practicaremos de todas formas la justicia, juntamente con la inteligencia, para que así seamos amigos de nosotros mismos y de los dioses tanto durante nuestra permanencia aquí como cuando hayamos recibido, a la manera de los vencedores que los van recogiendo en los juegos, los galardones de aquellas virtudes; y acá, y también en el viaje de mil años que hemos descrito, seamos felices.
De aquí.
"Y así, Glaucón, se salvó este relato y no se perdió, y aun nos puede salvar a nosotros si le damos crédito, con lo cual pasaremos felizmente el río del Olvido y no contaminaremos nuestra alma. Antes bien, si os atenéis a lo que os digo y creéis que el alma es inmortal y capaz de sostener todos los males y todos los bienes, iremos siempre por el camino de lo alto y practicaremos de todas formas la justicia, juntamente con la inteligencia, para que así seamos amigos de nosotros mismos y de los dioses tanto durante nuestra permanencia aquí como cuando hayamos recibido, a la manera de los vencedores que los van recogiendo en los juegos, los galardones de aquellas virtudes; y acá, y también en el viaje de mil años que hemos descrito, seamos felices.
De aquí.
La jarra del desatento
Termina República de Platón con la instauración de una metáfora---
A A., papeles.
A A., papeles.
Trampas verbales
Las consistentes en jugar metafóricamente con la relación (sinécdoque) de continente y contenido, envoltura y envuelto... Después vendrán desenvoltura, evolución, desarrollo, despliegue, repliegue, etc. O a lo salvaje: big ban, big crunch.
El prestigio, siempre, de la forma del círculo o del interior del que se parte o al que se regresa. En el límite: un círculo infinitamente interior, big bang o acto de creación. En el otro extremo (del círculo, por supuesto), el mal, la nada implosiva o el silencio del lenguaje una vez que ha gastado sus últimos susurros...
El prestigio, siempre, de la forma del círculo o del interior del que se parte o al que se regresa. En el límite: un círculo infinitamente interior, big bang o acto de creación. En el otro extremo (del círculo, por supuesto), el mal, la nada implosiva o el silencio del lenguaje una vez que ha gastado sus últimos susurros...
6 de septiembre de 2010
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