28 de septiembre de 2010

No, tú no eres inmortal. Tú eres de los que deciden abrirse una herida y de inmediato piden la sal. Tú buscas (¿quién dice buscar?; tú lo amas) aquello que te hace daño. Teniendo claridad, vas a dar en lo indeciso. Quieres ver los límites por el lado de fuera, pero a ti te faltan las alas de los prácticos. Tú sobrevuelas en papel y estás a un tris de pedir una esponja con vinagre---

(Tú eres de los que piensan y luego escriben aquello que no concuerda con lo que deciden cuando piensan. Piensan con un cuchillo, con escuadra y cartabón. Pero cuando hablan y cuando actúan, tiemblan. No por cobardía. Porque no les importa perder, ya han gustado esa sangre. Vamos a pensar que no hay tal, que actuando como actúan se creen que van a dibujar una bella estampa de la amargura. En verdad te digo que parece que su incoherencia es para darles motivo para escribir, temas para el Diario.)

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