Hay coincidencias levemente inquietantes que dan para un conato de narración, o para un fragmento de Diario:
Al venir del campo, por la carretera de La A., al hacer el stop en una de las bifurcaciones, me doy cuenta de que hay un coche rojo, un Hi. coupé que he visto otras veces por el pueblo, parado a la derecha en un apartadero de tierra, justo al pasar el cruce. Al llegar yo a su altura se pone en marcha y me sigue, así no más de quinientos metros. Lo suficiente para fabricarse una pequeña historia (de terror). Al pasar la curva de El C. veo que viene hacia mí, de enfrente, un coche de la policía. Lo curioso es que miro por el retrvisor y el Hi. ha desaparecido. ¿Cómo? ¿De qué manera ha maniobrado? ¿Qué camino tomó? Lo digo todo esto después, lo escribo ahora. Hasards.
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