Arroja una proposición... y luego distánciate de ella. Oculta la primera piedra con una segunda. Que piensen que buscas piedad y que piensen a continuación que no, que para nada, que lo que tú buscas es que te admiren. Pero que tampoco estén seguros. Habla, sobre todo habla, que ya callarás---
Claro: que quien arroja piedra sobre piedra, acaba levantando un muro que a él mismo le puede sepultar, y seguramente le sepultará. Pero que le quiten lo no bailado...
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Ah, la carretera de la sierra: entrega de exámenes recorregidos y reclamados. Que Dios asista a España con tanto garantismo. Ojalá fuéramos surcoreanos y no necios mediterráneos malcriados---
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