13 de septiembre de 2010

Lunes, tarde

Poca cosa. Gran cansancio. Pienso en lo dura, en lo horrible que debe ser la sensación de soledad y fracaso. Que alguien se atreva a preguntar cuándo empezó a torcerse todo, o si es que alguna vez hubo algo que estuviera derecho. Suspicacia: de los conocidos que te saludan sonrientes, hasta de los compañeros de trabajo que levantan el brazo desde lejos. ¿Habremos cometido algún crimen?

En la Biblioteca de A. recojo, casualmente había llegado, el volumen de Obras escogidas de Max Frisch (ed. Aguilar) que les había solicitado, y que ellos amable y eficientemente me han conseguido. El ejemplar estaba en la Biblioteca de La Chanca (Almería). Realmente curioso. Me interesaba la parte del Diario (por descontado que inédito, como obra íntegra, en español). En realidad, al abrir el libro, veo que se trata de una selección de fragmentos mayormente relacionados con el teatro de Max Frisch (¿por qué no Teatro escogido como título de la obra, en vez de Obras escogidas?). Aunque hay otro tipo de fragmentos, entre ellos una Autobiografía del escritor suizo---

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