Conozco ciudades con un encanto irresistible. Apoyado en sus muros, blanco, marfil, yo podría descansar. Estas ciudades se presentan en cualquier calle, antes del viaje. Ocupan el viaje, lo torturan. Son ciudades inolvidables, algo antiguas, exóticas y desconocidas en la medida justa. En sus fuentes yo podría beber.
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