10 de octubre de 2007

Obligaciones...

Burocracia, burocracia, más burocracia---

Se mantiene la ficción de creer en los reglamentos, contra todo sentido común, sirviéndose de un lenguaje abstruso inventado, se mantiene la ficción de querer imponer las leyes y pretender obedecerlas---

Hablar, hablar, hablar más---

Para llegar a ningún sitio---

Y esta tarde, además, sin música (ni Bill Evans, ni Jimmy Smith, ni Lennie Tristano, ni Kenney Burrell)---

Sin jazz: es decir, sin nada---

Torpe, incapaz de entender correctamente las sabias opiniones de César Nombela acerca de la relación (perentoria) entre las posibilidades científico-técnicas de la biología y los valores morales---

Aunque sospeche, algunas veces, de la falsedad de las pretensiones de una "ética científica": que no es una ética formalizada, no, sino lo que opinan los científicos acerca de lo que debe ser---

Y aquí está la trampa: en la conquista científica de un territorio que siempre le fue ajeno, el del deber ser, contra su amada neutralidad confesa---

***

Película:

Sólo para hombres, de Fernando Fernán Gómez, 1960. Adaptación de la obra de Miguel Mihura Sublime decisión.

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