15 de octubre de 2007

Mensajes

¿Por qué no interesa la ciencia?


Diógenes desaseado, camino de la verdad, sin esperanzas de alcanzarla



El radicalismo, sobre todo en los jóvenes, es refrescante por provocador. ¿Qué sería del pensamiento si no se irritara? Pero en excesivas dosis, alcanzada la frustrante madurez, pesan más las palabras tranquilas (la muy burguesa filosofía) que el progreso prometido (que recuerda tanto a la dictadura platónica). No tengo nada claro que no fuera precisamente en una sociedad científicamente asegurada (cimentada, mantenida, sacralizada) donde se revelara toda la maldad de una educación ciudadana, justamente porque sus efectos pasaran inadvertidos.

De todas maneras, reitero que el carácter irónico de su radical propuesta sería satisfactorio incluso para el maestro madrileño, amigo de la bárbara y atrevida juventud, pero no sé si tanto de la ciencia especializada cuanto de la academia germánica.

PS. Eso sí, en lo relativo a conocimiento de lenguajes foráneos, y merced a mi ignorancia, reconozco que estoy más cerca del gurú (de Osho, dicho con toda la modestia) y del charlatán (bastante desvergonzado, a veces) que de las espléndidas y divinizadas figuras del Científico y del Profesor, entelequias que sé que existen (gracias en gran parte a Internet), pero que no son fáciles de ver en estas abandonadas provincias.

Saludos. Almería.

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