... de alumno y maestro, entre Karl Popper y Joseph Agassi, que menciona George Steiner hacia el final de sus Lecciones sobre los maestros me quedo con un detalle, que puede que en sí sea anecdótico, pero que a mí me llama fuertemente la atención, puesto que en ese modelo querría reconocerme. Se trata de la capacidad de trabajo del filósofo austriaco, desde el alba hasta la medianoche, o más. Volcado a una actividad fatigosa y continua, pero que no tiene por qué ser infeliz si se consigue nombrarla como vocación, un individuo puede encontrar la única satisfacción terrena quizás posible. Lo que incluye muy probablemente a los espíritus religiosos que han sido llamados por Dios para el servicio de los demás, y (lamentablemente) a los individuos que se sienten convocados por la historia para el servicio y progreso de su volk.
Es decir, que la capacidad y el interés en el trabajo no están relacionadas directamente con el bien, al representar, en todo caso, el agotamiento de los medios para alcanzar ese bien. Pero lo cierto es que la decisión de no parar, de tomarse el "legítimo" descanso como una vulgar comodidad impropia de la dignidad de seres racionales, incluye, de una manera que a mí me parece determinante, la voluntad en la reflexión: o la razón en el tiempo, en el despliegue del hacer---
No hay comentarios:
Publicar un comentario