DRAE, 22ª ed:
"(De neuro- y astenia).
1. f. Med. p. us. Trastorno funcional afectivo atribuido a debilidad del sistema nervioso."
La civilización industrial, abierta, produce estos desórdenes de la conducta mental---
Que son muy resistentes al tratamiento ajeno, a la comprensión propia: lo que escapa de la regla común, del control científico-médico, es lo mismo que escapa al yo, una vez que se ha enquistado en la intimidad, que ocupa el tiempo y el espacio del conocimiento claro, los límites, la prudencia, la razón---
...
El loco no será un producto de las epistemes modernas (esto parece demasiado mecánico y francés), pero no es casual la devolución (histórica y filosófica) a la conciencia y a la sociedad (ya se sabe que ésta es la conciencia verdadera: porque no lo es, porque está oculta, sub-consciente), a la solidez de las estructuras interiores y externas, del cuerpo preso pero no punible, el del loco (el alienado)---
Que ya no es punible puesto que, al dejarse de creer en Dios, se ha dejado de creer en los correlatos, en el demonio qua mal sustantivo y personal, potencial dueño de la responsabilidad: la cual, por haberse dejado ocupar es responsable de su pérdida, y castigable---
Por eso la Gracia que señala desde lo eterno al que se salva (lo que ya es visible en el mundo y en el tamaño de su cuenta bancaria, en el número de las sonrisas que se le prodigan falsas a su paso radiante) es como un fuego benigno, similar al que purifica el mundo en los autos de fe públicos---
-¿Que esto afortunadamente ya no es así? No tenía noticias de que tal cosa hubiera ocurrido. A mí me parece lo contrario, que si bien no sé señalar al portador del mal, sé muy bien de su presencia noticiosa cada día, y también se espera uno que esto haya de ser siempre así; y diremos no que la Utopía inmanente sea una traducción desvaída de la Providencia salvadora y justa, sino que ésta -desde siempre- tuvo que representar el salto imaginativo, hasta el olvido de la verdadera realidad, de los que se conocen demasiado bien: porque su hablar es también vehículo de lo injusto y del crimen, y no sólo amalgama de los espíritus de la ciudad, como otros seres olvidadizos (los filósofos) hicieron creer que creían---
***
Pero yo sólo quería mostrar (callando) el vuelo disparejo del afecto y de la razón---
...
Sólo una muy remota asociación, que no sabría explicar convenientemente, me hace tener en mente la imagen de una vía, que sale de un bosque, o que se pierde envolviéndolo. El silencio es perfecto durante un instante, hasta que nace la intranquilidad en el corazón, vuelan (sí) los pájaros en bandada y el tren se desplaza veloz y desaparece, en un momento, de la vista---
Pues bien, sin atreverme a interpretar los símbolos (he renunciado a tener claridad narrativa: ¿quién siente?, ¿quién razona?), es esa misma visión incompleta (no sé lo que hay que explicar, ni si verdaderamente hay algo que explicar) de un suceder puro y una desaparición inmediata, es eso justamente lo que me dice a mí con una seguridad absoluta que algo marcha mal y que una preocupación ha venido a aposentarse en la conciencia sin ser invitada---
***
Lecturas:
George Steiner, Lecciones de los maestros, Siruela.
Música:
Wes Montgomery (guitarra).
No hay comentarios:
Publicar un comentario