8 de agosto de 2010

La inmersión de la teología en la reflexión

El Diario de Amiel me ha hecho sufrir siempre -a causa de mí. Cuando llegué al pasaje donde dice que el fruto del espíritu ha descendido sobre él, como "la conciencia de la conciencia", yo sentí una alusión directa a mi alma. (F. Pessoa, del Libro del desasosiego; citado por J. Le Rider, Journaux intimes viennois. op. cit., pp. 125-126; traduzco yo, sorry.)

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