30 de agosto de 2010

Sindéresis

Seguiré el consejo del amigo: no desgastar lo que queda de cerebro en devanar los argumentos de las sectas.

No sé si estar de acuerdo en lo otro: entre la vía de la verdad y la vía de la opinión, no optar por ninguna (aunque yo soy un ilustrado y no estábamos hablando del viejo Parménides).

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