21 de agosto de 2010

Confesiones, II

Se es fuerte cuando no se espera, y también asoma la fragilidad cuando no se espera. Desconócete a ti mismo.

(Si en vez de las ocasiones o los tiempos queremos referirnos a los modos de la fortaleza y la debilidad, también es cierto lo anterior. I.e., que desconocemos sistemáticamente nuestros recursos o nuestras carencias)

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