Los residentes cacanos primero sufren la tragedia, y luego se regodean en su propia porquería: se culpan unos a otros con maledicencia incivil, transmiten las imágenes del dolor, dan grititos hipócritas. Así, poquito a poquito, a sorbos que no queman, van destrozando las posibilidades que les quedan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario