No ha terminado el verano, pero ya las personas, en la panza de plomo de las nubes lentas, en el bochorno del aire que, por un instante, eriza la piel de frío, /en el resonar sin eco humano de los pasos en vías paralelas/, en la luna tímida y la luz que se retira antes, ya las personas ven, me digo, la cercanía del invierno. (En los corazones, antes que en otro sitio.)
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Tropo cristiano que redime: llevando la imagen desde el crimen hasta lo sublime natural: "panza de plomo".
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