4 de agosto de 2007

Quién?

1. No es naturalmente el objeto (todavía no sujeto, pues no sabemos encontrar la conciencia) idéntico percibido a través de las paredes de cristal, unas al lado de otras, unas dentro de otras (da igual): La vida, la escritura, el texto. Una percepción simultánea de la diferencia parece imposible; pero es la concepción correcta: el sujeto no es, no está en, una identidad que resuelva las contradicciones, sino (en) la colección de esas contradicciones, imposibles de soldar (unidad impensable = categoría inexistente).

2.1. No vayamos a buscarle en la contigüidad (los adosados de cristal del alma) o en la inclusión lógica (la base buscada del ser, la cimentación); vamos a dejarle en la separación, en las aproximaciones y alejamientos de sus casas: entonces hay que buscar las analogías, y las destrucciones de la analogía...

2.2. Y tengamos también en cuenta las posibilidades abiertas por la narración, lo fácil que resulta asimilar las contradicciones una vez que se ha permitido que pensemos en el cambio: como una sucesión respetuosa y parlamentaria de ser y no ser...

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