Enrique Gil Calvo, en Babelia, 18 de agosto.
Después de leer la reseña, uno se pregunta (¿injustamente?) por qué (para qué) leer a Bauman: si no enseña nada nuevo---
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¿De verdad somos tan mecánicos y adictos a lo nuevo: tan mecánicos, automatizados y robotizados como para querer y reconocer lo nuevo, y maravillarnos?
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