7 de agosto de 2010

Virtud del Diario

¿Soy yo quien ha escrito, recortado, eso? ¿Tan anónimo soy? ¿Puede un interior despreciable convertirse en objetivo?

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(Platonismos)

Dada su menor capacidad, i. e., lo exiguo del nicho ideológico-político cultural que se ven obligados a ocupar, resulta normal que la competencia entre los novelistas sea más feroz que entre los arquitectos.

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Cuando el tono humano lo den, para cualquiera, los campesinos del Diario... de Bresson/Bernanos, entonces...

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Arquitectos y urbanistas en general (dejo deliberadamente aparte la sagrada profesión del ingeniero) han concelebrado largo tiempo los desposorios de la democracia con el espectáculo tradicional del poder. La función-ficción se ha acabado: la ruina económica condujo al abandono de los nuevos Panteones. Aparte, nadie cree ya en la democracia, aunque algunos lo cacareen a despecho de las zorras---

 Los más se dejan llevar por el producto que les pregonan (en 1930 o en 2010). Dejaron de tener confianza en Faraón y sus pirámides (la libertad, la ley, el trabajo). Comulgan, en su lugar, con la especie del progreso (lo que no es hoy, sino MAÑANA)---

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