En esta urbe antigua, enclavada entre cauces de ríos extintos, de los que no queda más que el mito, los habitantes han dado en buscarse la vida cultivando manzanas y fabricando la sidra consiguiente. Pero es esta una bebida amarga, como casi todo aquello que viene del trabajo. Porque este representa la verdadera desobediencia y no el acto cognoscitivo. Au contraire, mon ami. Y es que se ha tergiversado el ordo rei, conceptuándose culpa lo que no es más que beata salida de la caverna de los laboratores.
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