... (ignorar) el pudor para ponerse a escribir.
***
(Oír las opiniones, guardarlas en la memoria)
Me imagino a S. el dialéctico, andando por las callejuelas de una ciudad familiarmente extraña, sin nadie con quien conversar. Entrando, bastante tiempo después, en un lugar sagrado, para decir al único y mediador lo que antes esparcía al viento y saber de sus congéneres en la plaza del mercado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario