4 de octubre de 2008

Apenas una nota

Hacia el final de los Diarios de Bloy, durante los años de la Gran Guerra:

a) El chauvinismo de Bloy, aunque podría comprenderse por la situación (mal de muchos, mal de guerra ...), que le hace identificar a Francia con el pueblo elegido: la Providencia apuntó su dedo sobre Francia. Terrible fusión de religión y patria, que no logra desplazar lo mejor del diario de Bloy: la confesión amargada de un hombre señalado, al que Dios ama enviándole dolor y pobreza---

b) Los análisis del padre Wetterlé, que recoge Bloy, capaces de expresar en plena guerra (la Primera) las tendencias genocidas del militarismo de la Kultur alemana, que daría sus frutos de muerte en la Segunda. Es decir, el Totalitarismo como práctica política que se prueba en los campos de batalla, y contra los civiles y sus ciudades---

Que Émile Wetterlé fuera parte muy interesada, en su antigermanismo, no impide la proximidad de su descripción de las ambiciones alemanas a lo que luego serían la ideología y prácticas nacionalsocialistas---

c) La idea de que la salida del paraíso no fue un acontecimiento súbito: que la rebelión llevaba tiempo fraguándose. Dios y sus criaturas se habían desentendido---

La felicidad cansa, la inercia de ser feliz mata. Los santos (beati) se aburren.

***

Lo escrito sale del alma para no ser reconocido, y cansar apenas pasados unos días. Aparte de la letra ilegible en los papeles de urgencia.

En la pantalla es otra cosa. Estará mejor o peor, pero la sensación es más que de falta de reconocimiento. Se trata de una extrañeza total---

...

En lo manuscrito se es y se es nada. Un cansancio terrible se apodera de los miembros. En la escritura mecánica se salva uno a costa de perderse. Vuela nadie.

...

Se puede escribir un diario, pero solamente se puede escribir un diario. ¿A quién le gusta crear -mundos o personajes?

...

Un diario ¿para qué?

Me parece claro que la entrada de diario constituye la proposición atómica de la autobiografía (el sentido está en la completud del relato, por encima de los hechos).

***

El velo de Maya, o la caverna sin salida.

Un reino de los fines, el que sea.

3 comentarios:

Egoficción dijo...

Creo que te entiendo, pero quiero escuchártelo en largo. ¿Qué es eso de la caverna sin salida?

Martín López dijo...

Supongo que el optimismo platónico de que, finalmente, hay un orden. Que tras la caverna hay un trasmundo o algo así. Y si hay un Dios o mundo inteligible, pues tb. hay una razón que supera la a-poría, la falta de camino o método. O sea, que sale del laberinto, de los vicios de la argumentación. Y tb. de la consiguiente desesperación personal.

Egoficción dijo...

Pues que sigo sin pillarlo. ¿tanto has de armar a la razón frente a la brutalidad instintiva o el fundamentalismo religioso y político? ¿No habría otra forma más sana, digamos separando radicalmente lo público y lo privado?