15 de junio de 2008

Heteronimia

Esta inerte pasividad zombie con la que se mueve por calles y plazas y puentes, que imagina una humilde bondad de experiencia y límites conocidos: timidez solamente.

Cuánto daño tiene que hacer la sonsera que no lo sabe, si cuando se sabe sigue haciéndolo, aunque cada vez se esté más solo. (El lenguaje rebota contra la pared blanca, en un sostenido vicariato de la vida: que renta la sociedad de la información.)

Dada la calidad del tiempo, de irse para siempre (aun de los engramas), se ha producido una cantidad de mal en el mundo que ya no se puede reparar. Al mal irreparado, hecho conciencia y culpa, lo denominamos Dios: que no viene del alto asombro de las cosas (mundo maravilla), sino del interior (corazón mísero).

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Filosop(h)oemas de JRJ:

(De la recopilación de Visor/Diput. de Huelva)

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Con respecto al alegato ateísta de Ch. Hitchens (Dios no es bueno -God is not Great-, ed. Debate, 2008), la objeción parece fácil: puesto que la tesis de partida del libro es el fundamento (origen) humano de la religión, i. e., que es un producto humano y para nada trascendente, será manifiesto que debe atribuirse a los humanos creadores todos aquellos pecados que se trasladan indebidamente a Dios.

Pero entonces nos encontramos con la segura base de la religión: los seres humanos son criminales en potencia. Por lo menos si Dios no existe...

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