17 de junio de 2008

16.06.08

(El alma es joven)

Dios futuro:

No habrá ni dioses ni patrias, sino que mandará suavemente el silencio de los abrazos: vientos, sol, mar, piel.

(Se pierde, luego, la fe)

El epicúreo se ha vuelto sabio con la edad que niega: se separan las manos, las voces -que se harán terribles- acompañan a los gestos: yo, tú, mío, patria y dios.

(Nace una ciudad que inspira el odio)

De este camino indeseado saldrá un silencio empobrecido: nuestra decisión común de perdurar -la calma de los lobos en sus paralelas sendas que no se encuentran y se temen---

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No se conoce la bondad de lo escrito, ni deberá importarnos demasiado: viene de un lugar extraño, indeciso, y va hacia otro lugar que no parece mucho más confortable.

A un diccionario enloquecido le pertenece realmente lo que decimos. Mucho menos habremos de confiar en ¿...? instancia crítica (de) presente.


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NY (from conde-duque.blogspot.com)

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El médico y el enfermo.

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