14 de junio de 2008

Por fin...

... me acabo esta recopilación de artículos de Paul Johnson (Ed. Javier Vergara, 1997), a veces excelente; atractiva por una combinación rara de franqueza, ingenuidad e injusticia:


Escribe lo que se le antoja (sin inquisidores mentales). Se lo agradecemos.

...

No ha de parecernos tan trivial este asunto de las combinaciones (recuerde el alma el paraguas + la mesa de disección).

Buscando información sobre Paul Johnson en/con el Ppe. de Asturias de Comunicación de este año (Mr. Google from USA) me encuentro (la verdad es que en castellano se encuentra poco) con una entrevista de Arcadi Espada en El país, hace ocho años. La conversación va discurriendo por el camino que le gusta al liberal conservador (Johnson, no yo). Entonces, sin que nadie se lo pida califica a Franco (Francisco) de "hombre extraordinario". A.E. refleja rápido: "Sí, eso dicen."

Inútilmente, porque acicatea el entusiasmo de Johnson:

"Uno de los hombres más inteligentes del siglo XX. Algún día la población española colocará a Franco en el lugar que merece."

Imprudente injusticia, solipsista.

Aunque hay parte de una respuesta del inglés que nos proporciona una maravillosa observación: "¡Verá pasar una gran cantidad de gente hablando sola!" Nueva Tork, por supuesto.

Lo que sucede es que Johnson el inglés reincide:

"P. Hay estadísticas que indican que la desigualdad entre los países ha aumentado.
R. No, no es cierto. Yo viajo mucho. Lentamente, y con muchas dificultades, pero también el Tercer Mundo se acerca a un nivel de vida estándar."

No es verdad: porque yo viajo...* Oh, las aldeas Potemkin de los periodistas viajeros turistas ricos cristianos!

*Es decir: tráigase el paraguas, que vamos a operarlo con urgencia.

***

Seducción:

Pues sí. Y la chicharrera inicua que cae este mediodía en el valle desértico, suspendiendo el ánima en sus fuentes propias. El polvo de las obras de la autovía eterna, también. Los guijarros (sin excluir grandes bloques de piedra natural) que pueden saltarle al conductor desde cualquier parte, camión o mero asfalto. Pero el coche es bonito... y barato. Solamente necesita su contexto. Yo, como soy tan pobre, me conformo.

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