Escuchando, a quienes deben aplicarlas, hablar de las leyes suponiendo su intangibilidad no puedo evitar pensar en los mandamientos mosaicos.
A no ser que haya una correspondencia milagrosa entre los imperativos políticos y la ciencia jurídica. De tal manera que el político demagogo de la mano derecha, que escucha al pueblo y habla al pueblo, tienda por detrás de su persona su mano izquierda (muy silenciosa y secretamente), alargándola a la persona del científico y su boca dispuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario