(o del lápiz de grafito a la red wifi)
Sus fases dialécticas:
a) la publicitación y casi inmediata compra del objeto,
b) las dudas posteriores que reconcomen (la necesidad del objeto y el dinero para pagarlo),
c) el desembalaje (no siempre sencillo, a causa de la vis pegajosa de la cinta al efecto; cuando no a causa de las extrañas formas que puede tomar el humilde cartón),
d) la sorpresa maravillada ante el artefacto incipiente (no viene montado: sorpresa por el brillo y desazón por lo incompleto),
e) el acto de reflexión que concluye en la necesidad imperiosa de montar el objeto,
f) el fracaso subsiguiente, que la lectura del manual de instrucciones no ayudará a mitigar,
g) el retorno de la desesperación,
h) la ayuda de otro y/o el heroico resignarse al fracaso (con profusión de maldiciones).
Ah, se me olvidaba!: entre b) y c) debe venir b´), o sea, la llegada o no llegada del objeto empaquetado, merced a las mágicas normas y/o caminos de los servicios de mensajería. Apartado el cual -el b´- daría lugar por sí solo a otra cadena infamante de dudas y fracasos.
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